Al sepultar Calderón cifra de ejecutados, inicia una forma de nazismo: Sicilia

Al sepultar Calderón cifra de ejecutados, inicia una forma de nazismo:  Sicilia
Buscará Sicilia apoyo de organizaciones para hacer un censo de ejecutados en sexenio

Con información de Rolando Herrera
Revista EMET


La decisión del Gobierno federal de sepultar la cifra de ejecutados en el sexenio fue reprobada por especialistas y el líder del Movimiento por la Paz, Javier Sicilia.
El poeta aseguró que la Administración de Felipe Calderón quiere aventar a una "fosa clandestina" la memoria histórica de las personas muertas en la guerra contra el narco.
El martes, Jaime López Aranda, titular del Centro de Información del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, confirmó que no habrá cifra actualizada de ejecutados en lo que resta del sexenio. El último reporte oficial fue en septiembre de 2011.
"Detrás de esto está la misma lógica de los nazis: los humanos que mueren en la guerra del narco son cifras, son cucarachas. Ahora no importa ni siquiera contarlas. Esto es el inicio de una forma de nazismo", dijo Sicilia.
"En realidad nunca se supo (el número de muertos). ¡Inventaron la cifra! Lo hicieron después de que nosotros se los exigimos en el Castillo (de Chapultepec el 23 de junio de 2011).
"Dieron una cifra, y a partir de esa cifra sabemos que mueren y mueren, pero el Pentágono. Después quién sabe cómo lo hicieron. Hablaban de 150 mil, y hay Alcaldes que dicen que son 250 mil, y todavía falta saber la cantidad de fosas clandestinas que hay. Algún día lo vamos a saber".
El poeta, quien encabeza una caravana de paz por Estados Unidos, cuestionó la decisión oficial de cancelar el conteo de muertos relacionados con el crimen organizado y anunció que buscará, con el apoyo de otras organizaciones civiles, hacer un censo propio.
"También buscaremos al nuevo Gobierno. Cuando (Enrique) Peña Nieto -si es que él queda- estuvo en los Diálogos del Castillo, una de sus promesas -está grabada y firmada- es: si el Presidente Calderón no publica la ley de víctimas, la publicamos nosotros. Y esa ley de víctimas contiene el registro de víctimas, exige crear una estructura para recuperar esa memoria", explicó en este poblado desértico, donde los vehículos de la caravana hicieron una breve parada antes de seguir su camino a Phoenix.
Con la descalificación de la base de datos sobre homicidios vinculados al crimen organizado que han formulado las propias autoridades federales, lo que pretenden es ocultar las cifras de la violencia ante el descontrol que se está registrando en el País, consideraron especialistas.
Eduardo Gallo, ex presidente de México Unido contra la Delincuencia, consideró que el Gobierno busca dejar al aire la cifra sobre asesinados para que al final del sexenio no se asocie este número al saldo que arrojará la Administración de Calderón.
"Eso es lo que no quieren, porque aún cuando el Presidente de la República deje de ser Presidente hay un balance al final del sexenio que haremos los ciudadanos y que haremos en los meses siguientes con cifras de lo que vamos conociendo", indicó.
La cifra de los muertos que se han registrado en los últimos cinco años, consideró, supera por mucho la estimación que la base de datos tiene registrados hasta el 30 de septiembre de 2011, de 47 mil 515, pues hay miles de personas desaparecidas que seguramente fallecieron y no han sido contabilizadas.
Ana Laura Magaloni, del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), dijo que, si está mal la base de datos que la propia Administración federal construyó, entonces lo que se tiene que hacer es realizar otra que sí cuente con los estándares de validez necesarios, pero no se puede dejar a los tomadores de decisiones y a la sociedad sin información tan trascendente.
"Si dicen que no tiene una validez metodológica como para que valga la pena la continuación del ejercicio, entonces uno se preguntaría: ¿para qué sirvieron esos datos? ¿quién los puso a disposición? ¿por qué se hizo de esa manera?", cuestionó.
La violencia en el país ha sido de tal magnitud, señaló, que después de casi seis años de que comenzó la vorágine nadie ha alcanzado a comprender con exactitud lo que está ocurriendo y por ello sería gravísimo no contar con elementos para realizar el análisis.
René Jiménez, académico del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, consideró que la intención del Gobierno federal de no transparentar las cifras de la incidencia criminal ya se había manifestado al quitarle al Instituto Ciudadano de Estudios Sobre la Inseguridad (ICESI) la encuesta victimológica.
"Las autoridades ya generan sus propias encuestas de victimización a través del Inegi (...) ¿Para qué?, para que no sepamos de la dimensión de la violencia", apuntó.
Carlos Mendoza, académico de la UNAM y autor de diversos estudios sobre seguridad y violencia, señaló que las bases de datos sobre homicidios o fallecimientos por presunta rivalidad delincuencial, aunque perfectibles, sí cumplían con su propósito, que era proporcionar de manera oportuna información estadística de las ejecuciones para poder planear y desarrollar acciones anticrimen.
"Las estadísticas son indispensables para hacer el trabajo, tanto de la Administración Pública, como conocer puntos de vista externos, de organizaciones no gubernamentales o de parte de la academia", comentó.
Las autoridades, consideró Marco Cansino, director de la consultora Inteligencia Pública, no pueden renunciar a construir las bases de datos sobre las ejecuciones, y más bien están obligadas a perfeccionarlas para que tengan la solidez que se requiere y puedan servir en la toma de decisiones.

 

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