Hablar bien de México, ordena Peña Nieto al cuerpo diplomático
El presidente Enrique Peña Nieto se despide luego del encuentro con el cuerpo diplomático en Palacio NacionalFoto José Antonio López
Rosa Elvira Vargas
Periódico La Jornada
Miércoles 9 de enero de 2013, p. 9
Miércoles 9 de enero de 2013, p. 9
El cuerpo diplomático fue instruido ayer por el presidente Enrique Peña Nieto para
Imbuido de optimismo, el titular del Ejecutivo definió la actual como hablar bien de Méxicoen el exterior y hacer saber al mundo la grandeza, el valor y la fortaleza de esta nación.
Que el mundo sepa que México también quiere asumir su responsabilidad globalmediante mayor solidaridad y cooperación con los demás países, resaltó.
la hora de México, la hora de la diplomacia mexicana, y en mensaje a los embajadores y cónsules convocados –como cada año– por la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), los llamó también a ser agentes de comercio y de las inversiones, así como a apuntalar el liderazgo en los foros internacionales, y
evitar sentirse ajenos, alejados, marginadosde las líneas marcadas por su gobierno.
En el salón de la Tesorería del Palacio Nacional, tras un almuerzo, Peña Nieto hiló un mensaje con los cinco ejes trazados en su discurso de toma de posesión, el último de los cuales se refiere a hacer de México un actor con mayor protagonismo en el ámbito internacional, con un papel propositivo y de fomento a la coopera- ción entre las naciones.
Para convertir a los diplomáticos en heraldos de su programa de gobierno, les habló de la positiva condición por la cual hoy atraviesa el país:
coyuntural y estructuralmente están dadas las condiciones para que México pueda detonar todo su potencial. Hoy –añadió–, la nación tiene estabilidad macroeconómica y bajo nivel de deuda en relación con el tamaño de su economía.
En este contexto, defendió la estrategia de déficit cero para el actual ejercicio fiscal, en contraste con otros países
que incluso han estado al borde del colapso. Aquí, en cambio –destacó–,
contamos con sólidas instituciones y una democracia electoral, y hay un gran consenso político para impulsar cambios de fondo.
El optimismo presidencial pasó por reseñar la nueva estrategia de seguridad y su permanente evaluación; lograr un país incluyente que atienda de raíz la pobreza y cierre la brecha de desigualdad, mediante el impulso de
políticas sociales de nueva generación, promover la calidad educativa y lograr la prosperidad con una economía abierta al mundo, facilitadora de la inversión y respetuosa de la propiedad privada y de la ley.
La política exterior –puntualizó– se guiará en los principios
de Estado contenidos en la Constitución y se buscará que contribuya al
desarrollo interior del país.
De acuerdo con Peña Nieto, diversos analistas y expertos económicos del mundo ubican hoy a México en un momento de oportunidad para desplegar su potencial de crecimiento y que atrae atención y confianza,
Como presentación, el titular de la cancillería, José Antonio Meade, expuso el interés del servicio exterior por contribuir al desarrollo nacional. Sin embargo, el funcionario no se salvó de una chanza, cuando ya al micrófono el mandatario dijo saber de las estrecheces financieras y de personal en las representaciones diplomáticas mexicanas.
En la mesa de honor estuvieron algunos ex secretarios de Relaciones Exteriores, como Fernando Solana, Bernardo Sepúlveda, Rosario Green, José Angel Gurría y Patricia Espinosa. También los gobernadores de Sinaloa, Mario López Valdez; de Chihuahua, César Duarte; del estado de México, Eruviel Ávila; de Morelos, Graco Ramírez Garrido, y de Sonora, Guillermo Padrés, así como representantes de los poderes Legislativo y Judicial e integrantes del gabinete.
Por la tarde la Presidencia de la República envió –vía correo electrónico masivo– una carta de Enrique Peña Nieto con motivo de Año Nuevo, en la que señala que el país inicia una etapa de renovación, reseña los cinco propósitos de su administración e insiste en que
De acuerdo con Peña Nieto, diversos analistas y expertos económicos del mundo ubican hoy a México en un momento de oportunidad para desplegar su potencial de crecimiento y que atrae atención y confianza,
como ustedes seguramente lo están palpando, lo están sintiendo.
Como presentación, el titular de la cancillería, José Antonio Meade, expuso el interés del servicio exterior por contribuir al desarrollo nacional. Sin embargo, el funcionario no se salvó de una chanza, cuando ya al micrófono el mandatario dijo saber de las estrecheces financieras y de personal en las representaciones diplomáticas mexicanas.
Estoy seguro de que el nuevo canciller estará muy sensible a esto; espero que la disposición, apoyo y respaldo que tenga el gobierno de la República, por medio de la Secretaría de Hacienda, sea mayor al que tuvo con el anterior titular de Hacienda, señaló ante la hilaridad general. Ese ex titular de las finanzas es precisamente el propio Meade Kuribreña.
En la mesa de honor estuvieron algunos ex secretarios de Relaciones Exteriores, como Fernando Solana, Bernardo Sepúlveda, Rosario Green, José Angel Gurría y Patricia Espinosa. También los gobernadores de Sinaloa, Mario López Valdez; de Chihuahua, César Duarte; del estado de México, Eruviel Ávila; de Morelos, Graco Ramírez Garrido, y de Sonora, Guillermo Padrés, así como representantes de los poderes Legislativo y Judicial e integrantes del gabinete.
Por la tarde la Presidencia de la República envió –vía correo electrónico masivo– una carta de Enrique Peña Nieto con motivo de Año Nuevo, en la que señala que el país inicia una etapa de renovación, reseña los cinco propósitos de su administración e insiste en que
es momento de creer en México, de creer en nosotros mismos, en nuestra capacidad para construir la nación que todos queremos.
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