No es necesaria una nueva toma de posesión en Venezuela: TSJ

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Seguidores del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, celebraron ayer frente a la Asamblea Nacional el fallo del Tribunal Supremo de Justicia que decidió que por el principio de continuidad institucional no es necesario que el mandatario tome juramento este juevesFoto Xinhua
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Luisa Estella Morales, presidenta del TSJ venezolano, y el magistrado Francisco Carrasquero, ayer en rueda de prensa en CaracasFoto Reuters
Arturo Cano
Enviado
Periódico La Jornada
Jueves 10 de enero de 2013, p. 20
Caracas, 9 de enero. No hubo sorpresa alguna. La sala constitucional del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela franqueó el paso no sólo a la postergación de la juramentación de Hugo Chávez como presidente para el periodo 2013-2019, sino que, además, avaló la permanencia de los actuales ministros, incluyendo al vicepresidente Nicolás Maduro Moros.
Y no hubo sorpresa porque desde hace diez años ese órgano judicial no emite una sentencia contraria al gobierno de Chávez.
Los magistrados que tomaron la decisión de hoy fueron electos por la Asamblea Nacional que nosotros no escogimos, al abstenernos, admitió Henrique Capriles, ex candidato presidencial opositor y gobernador del estado de Miranda, en referencia a la decisión de los adversarios del chavismo de no participar en las elecciones legislativas de 2005.
En su calidad de máxima intérprete de la Constitución, la sala constitucional del TSJ consideró que a pesar de que el 10 de enero se inicia un nuevo periodo constitucional, no es necesaria una nueva toma de posesión, según dijo Luisa Estella Morales, presidenta del TSJ. El argumento central fue que dado que Chávez fue relecto existe continuidad administrativa.
La magistrada añadió que una vez que desaparezca la circunstancia sobrevenida que impide al mandatario jurar su nuevo mandato el acto protocolario se llevará a cabo, aunque no podemos adelantar cuándo, cómo y dónde será.
La decisión del TSJ fue rechazada por la oposición, pero sus principales dirigentes no se pusieron los guantes de un pleito ofrecido por los chavistas.
Aunque algunos sectores minoritarios de la oposición han llamado a la revuelta, ninguno de los dirigentes visibles ha jugado con la posibilidad de una confrontación callejera.
El ex candidato Capriles, por ejemplo, dijo que el órgano judicial le resolvió un problema al partido en el gobierno, pero luego se escabulló: “Ya tienen una sentencia… se acabaron las excusas, señor Maduro, ahora le toca a usted asumir la responsabilidad del cargo que ocupa y gobernar”.
En un ajetreado día de reuniones a granel y declaraciones de a montón, la magistrada Morales rechazó también el pedido de la oposición y de la Conferencia Episcopal de integrar una junta médica que constate el estado de salud de Chávez, al tiempo que avaló a Maduro, en la práctica, como encargado de la presidencia.
Arropada por América Latina
El jefe del Ejecutivo venezolano está obligado a presentar, al comenzar cada año, una especie de informe presidencial ante la Asamblea Nacional. En ausencia de Chávez, el TSJ consideró que la memoria y cuenta puede ser presentada por Maduro, quien dispone de las funciones esenciales para el funcionamiento de la República.
Más tardó el tribunal en declarar lo anterior que Maduro en asumir algunas de esas funciones esenciales. Con una agenda a tope, canceló una rueda de prensa, pero en horas de la tarde presidió una reunión extraordinaria, primero privada y después pública, de los países integrantes de Petrocaribe y de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA). A la sesión asistieron cancilleres y representantes de 20 naciones, en su mayoría pequeños países del Caribe.
Ahí, presumió que se ha trabajado durante dos años –sigue ocupando el cargo de canciller– para construir una nueva región económica que tenga como base Petrocaribe.
Quieren cobrar 14 años de regalos invitando a otros países a una juramentación sin juramentado, dijo el diputado y dirigente del partido Primero Justicia Julio Borges.
Frente a los representantes de dos decenas de países, Maduro también informó que sostuvo una conversación telefónica con la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, quien, dijo, le expresó toda su confianza en la democracia venezolana.
Poco antes había recibido en el aeropuerto de Maiquetía al presidente de Uruguay, José Mujica, adonde también arribó el vicepresidente del Consejo de Ministros de Cuba, Miguel Díaz Canel, y adonde se esperaba el arribo de los mandatarios de Bolivia y Nicaragua, Evo Morales y Daniel Ortega.
El cuadro lo completan la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, y el peruano Ollanta Humala, quienes no vendrán a la capital venezolana pero visitarán La Habana, donde Hugo Chávez se encuentra en situación estacionaria tras la cirugía a la que fue sometido el 11 de diciembre.
Por la noche, Maduro encabezó una reunión del consejo de ministros, televisada, aunque no en cadena nacional. Las expresiones, los conceptos, la galería de palabras eran las de Hugo Chávez, presente además porque Maduro no hilaba tres frases sin mencionarlo: Que nadie se engañe, tenemos un solo comandante en jefe, estamos subordinados a su mando.
Aunque ningún líder importante de la oposición ha llamado a la revuelta, Maduro habló de la posibilidad de que algún gobernador (sólo tres de 23 son opositores) decidiera desconocer la autoridad del gobierno nacional, de la burguesía, de los acaparadores de alimentos (la escasez de algunos productos básicos es reconocida por el propio gobierno), de la posibilidad de que la oposición convoque a un nuevo paro cívico como el de 2002-2003. Que nadie caiga en la tentación de repetir lo ocurrido en el año 2002, dijo. Y completó: No nos temblará el pulso para aplicar las leyes y la Constitución. Larga intervención coronada con los aplausos de los ministros cuando se aludía al liderazgo único del enfermo en Cuba.
Luisa Estella (la presidenta del TSJ) ya decidió en favor del gobierno, no sigas amenazando y hablando tanta paja Nicolás, dedícate a trabajar y a resolver problemas, se lanzó en Twitter Ismael García, antiguo aliado del chavismo y hoy diputado opositor.
Borradas las fronteras entre partido y gobierno, Maduro se sumó a la convocatoria inicialmente lanzada por el PSUV para realizar una gran concentración de respaldo al presidente Chávez. Será hoy jueves con invitados de lujo.
Ahí, los seguidores del presidente llanero harán, seguro, lo que el uruguayo Mujica dijo a su llegada, como buenos caribes que pueden llorar y bailar el mismo día.
Algunos quizá también se harán preguntas como las que suelta un funcionario medio, chavista al cien: Ya va un mes y no vemos signos de recuperación del presidente. No sé nada y te aseguro que hay ministros que tampoco saben. La información real la manejan muy pocos, pero yo me pregunto: todo esto parece destinado a ganar tiempo. ¿Para qué? A los que menos les convendría una elección en un plazo corto es a nuestros adversarios.
Desde que se anunció su padecimiento, Chávez ha sido dado por muerto decenas de veces. Lo único cierto, por ahora, es que Caracas baila y llora, llora y baila este jueves. Y que el tribunal supremo resolvió que ni siquiera hay una ausencia temporal del presidente, sino sólo un permiso solicitado al Parlamento para ausentarse del país. Y más, que no se debe considerar que la ausencia del territorio de la República configure automáticamente una falta temporal en los términos del artículo 234 sin que así los dispusiere expresamente el jefe de Estado mediante decreto especialmente redactado para tal fin.
 
 
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