Nepotismo a la alemana
El parlamento en Bavaria, un lugar de trabajo para toda la familia.
Foto: Especial
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Pero ese factor, 13 años después, queda en un segundo plano al conocerse que su empleador fue su propio padre y presidente de la Comisión de Presupuesto del Parlamento de Bavaria, Georg Winter, y que el salario de los dos menores provenía del erario del sureño estado federal alemán.
Así, durante 12 años (del 2000 al 2012), los hijos del político miembro de la Unión Social Cristiana (CSU, por sus siglas en alemán) “trabajaron” para su padre parlamentario por una suma total aproximada de 45 mil euros (765 mil pesos, aproximadamente) que provenían de los contribuyentes.
El caso ejemplifica una vieja práctica de nepotismo que durante mucho tiempo estuvo dentro del marco de la legalidad, pero que a partir del año 2000 fue prohibida en Bavaria, y que hoy se ha convertido en un escándalo más de la clase política alemana al divulgarse la lista con 79 nombres de las autoridades y parlamentarios regionales que, pese a la prohibición, continuaron empleando a familiares en primer grado, con cargo al erario.
El asunto toma relevancia si se considera que este es un año electoral en el que la canciller Angela Merkel buscará su reelección en septiembre, y que de los 79 casos de nepotismo, la inmensa mayoría son políticos que pertenecen a la CSU, el partido hermano en la boyante Bavaria de la Unión Demócrata Cristiana (CDU, por sus siglas en alemán) de la canciller Merkel. Aunque también se encuentran siete nombres de políticos del Partido Social Demócrata (SPD, por sus siglas en alemán) y hasta uno del Partido Verde. Malas prácticas Para los alemanes el nepotismo no es una práctica desconocida y se trata, según lo divulgado por la prensa de este país, de una costumbre añeja que con el tiempo se desplazó más al ámbito de lo inmoral y perdió espacio dentro de lo legal. De ahí que, paulatinamente, en todos los estados federados alemanes la práctica quedara prohibida.
Para el próspero estado de Bavaria, el momento de legislar al respecto llegó en el año 2000. El parlamento regional prohibió entonces la contratación de familiares directos o en primer grado, considerándose dentro de éstos sólo hijos, padres y cónyuges, no así hermanos.
Hoy se sabe que justo antes de que la nueva ley entrara en funciones, un nutrido grupo de parlamentarios y ministros locales se beneficiaron de la cláusula que establecía que los contratos que fueran cerrados dentro del año 2000 tendrían un periodo de gracia.
Esto es, la excepción que rompe la regla. Y vaya excepción: desde la prohibición, 79 diputados siguieron empleando a padres, hijos y/o cónyuges. Todavía hasta el año pasado 17 parlamentarios, todos de la CSU, tenían a sus familiares directos en nómina.
Junto con el de Georg Winter, destaca el caso del jefe del grupo parlamentario de la CSU, Georg Schmid, quien durante 23 años empleó a su esposa como secretaria y asistente por un salario promedio de cinco mil 500 euros mensuales, algo así como 93 mil pesos al mes.
Las denuncias, rumores y presiones sobre el nepotismo en Bavaria obligaron a la presidenta del parlamento, Bárbara Stamm, a hacer pública la lista con los nombres el pasado 3 mayo.
Así se supo también, por ejemplo, que la ministra de justicia del gobierno bávaro, Beate Merk, contrató a su hermana; el ministro de Cultura, Ludwig Spaenle, a su esposa, al igual que otros cuatro ministros del CSU que también emplearon como asistentes a sus cónyuges: el ministro de Agricultura Helmut Brunner, el secretario de estado de cultura Bernd Sibler, el secretario del interior Gerhard Eck, y el secretario de estado de finanzas, Franz Pschierer.
Del escándalo también forma parte el dimitido jefe del grupo parlamentario socialcristiano, Georg Schmid, que contrató a su esposa como asistente y secretaria con un salario de 5 mil 500 euros mensuales.
Cobro de facturas Las facturas por los excesos ya comenzaron a cobrarse y tanto Georg Winter, presidente de la comisión de presupuesto del parlamento regional como Georg Schmid, presentaron la semana pasada sus respectivas dimisiones a los cargos que ostentaban.
También en la oposición, desde el SPD, se intentan enmendar los errores. El secretario general del partido en Bavaria y parlamentario Harald Güller, quien en 2009 empleó a su hijastro durante dos meses por un sueldo de 7 mil 400 euros (125 mil pesos), dejó su cargo dentro del partido y reembolsó el dinero pagado a su familiar.
En la lista dada a conocer por la presidenta del parlamento no aparecen, sin embargo, los nombres de aquellos diputados que han contratado a hermanos y familiares en segundo, tercer y cuarto grados.
El escándalo desatado en Bavaria generó que la ONG Transparencia Internacional en Alemana emitiera severas críticas a las prácticas de los políticos alemanes y en un comunicado de prensa consideró que hacer pública la lista no es suficiente.
“Los parlamentarios bávaros han abusado del poder confiado para su beneficio propio. Me molesta que no se explique de forma consecuente y que tampoco se asuman las consecuencias necesarias al respecto”, aseguró la presidenta de Transparencia Internacional Edda Müller.
La organización exigió que también se haga del conocimiento público a quienes brindan empleo a costa del erario alemán a familiares de segundo a cuarto grado y denunció que en el estado de Brandemburgo también se siga ejerciendo esta práctica poco sana. Y no será sino hasta septiembre, en plenas elecciones generales, cuando se conozcan las consecuencias reales de este escándalo que podría representar para la canciller Merkel una piedra molesta en el camino rumbo a su reelección.
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