"¡Fuera Dilma!", se escucha de nuevo en Brasil

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En Sao Paulo se manifestaron ayer unas 275 mil personas contra la corrupción, de acuerdo con cifras de la policía, aunque organizadores hablaban informalmente de entre 600 mil y más de un millónFoto Ap
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Las marchas para exigir la salida de la presidenta Dilma Rousseff se llevaron a cabo en un centenar de ciudades del país. La imagen es en Río de Janeiro, donde autoridades hablan de la participación de unos 15 mil manifestantesFoto Reuters
 
 
Afp, Dpa, Pl y Reuters
 
Periódico La Jornada
Lunes 13 de abril de 2015, p. 22
Sao Paulo.
Fuera Dilma, fuera el PT (Partido de los Trabajadores) y gobierno de corruptos, fueron algunas de las consignas más gritadas por más de 580 mil brasileños que se manifestaron este domingo en las calles de Sao Paulo, Brasilia, Río de Janeiro y decenas de ciudades más, para exigir la destitución y juicio política contra la mandataria Dilma Rousseff.
Según la policía y algunos organizadores, unos 580 mil ciudadanos marcharon en más de 100 ciudades en 18 de los 27 estados de Brasil, en repudio a la corrupción en la estatal Petroleo Brasileiro (Petrobras) y contra la política de ajuste fiscal y recortes presupuestarios del gobierno con miras a reactivar la industria y otros servicios, que ha generado malestar en la población.
En Sao Paulo, donde ocurrió la mayor movilización el pasado 15 de marzo, había este domingo por la tarde unas 275 mil personas, de acuerdo con la policía. Los organizadores no habían dado estimaciones al cierre de esta edición, pero hablaban informalmente de entre 600 mil y 1.2 millones de manifestantes. En Brasilia se mencionó que habría unos 25 mil y en Río de Janeiro la cifra rondaba los 15 mil.
El mes pasado, en todo el país, la policía calculó más de 1.7 millones de manifestantes (de los cuales un millón salieron sólo en Sao Paulo), cifra bastante superior a la de este domingo.
“Queremos abrir un lugar a la indignación del pueblo brasileño. Nuestro objetivo es que Dilma salga del poder mediante un proceso dentro de la ley. Puede ser su renuncia o un impeachment (juicio político), pero que se vaya. Fue elegida en octubre, pero ahora el pueblo quiere su salida”, sostuvo Janaina Lima, portavoz del movimiento Vem Pra Rua (Ven a la calle), en la protesta paulista.
Lucimar Penteado, sicóloga de 57 años, explicó que protesta contra la corrupción, contra el caso de Petrobras. Yo no voté por ella (Dilma Rousseff), tampoco quiero que sea destituida, pero sí protesto para que el gobierno mejore, indicó
Por el caso de corrupción en Petrobras son investigados 13 senadores, 22 diputados, dos gobernadores, el tesorero del PT y ex funcionarios. Fueron malversados unos 4 mil millones de dólares en la última década. Rousseff, del PT, tiene la popularidad casi por el piso y enfrenta dificultades en los frentes político y económico, con una inflación del 8.13 por ciento.
Como en la anterior protesta, muchos manifestantes de todo el país vistieron la camiseta amarilla y verde de la selección brasileña y reclaman el juicio político a la presidenta que comenzó su segundo mandato hace poco más de tres meses. La segunda jornada de protestas presentó una original mezcla de política, carnaval y coreografías propias de fanáticos de futbol.
Hay grupos de extrema derecha que exigen una intervención militar, tal como ocurrió en las protestas del 15 de marzo. Se trata de una marcada minoría, pero presente en muchos de los actos, que reivindicó una vez más el regreso de las fuerzas armadas al poder, con frases como SOS Fuerzas Armadas o intervención militar ya.
Un sondeo de Datafolha mostró el sábado que 63 por ciento de los más de 2 mil 800 consultados está a favor de abrir un juicio político contra la presidenta por el caso Petrobras, aunque también 64 por ciento cree que Rousseff no sería apartada de su cargo por ese caso.
Los expertos jurídicos aseguran que no hay elementos que permitan la destitución de Rousseff y ningún partido político ha impulsado esa vía.
La insatisfacción con el gobierno de Rousseff también quedó en evidencia en el sondeo del sábado, que reveló que el índice de aprobación de su gestión se mantiene desde marzo pasado en un ínfimo 13 por ciento, mientras los que la reprueban llegan a 63 por ciento.
Los actos fueron convocados por los mismos grupos que lo hicieron el mes pasado, los cuales se definen como apartidarios: el Movimiento Brasil Libre (MBL), Revoltados Online (Indignados OnlineO y Vem Pra Rua (VPR, Ven a la Calle).
Los tres grupos defienden la renuncia o destitución inmediata de la presidenta, a la que tildan de haber estafado durante la campaña electoral al no haber admitido que promovería el ajuste fiscal que, de hecho, está implementando su equipo, y de tener vínculos estrechos, al igual que el PT, con el millonario caso de corrupción en Petrobras.
Las protestas son apoyadas además por los partidos opositores como el Partido de la Social Democracia Brasileña, cuyo presidente, el senador Aécio Neves, disputó con Rousseff la segunda vuelta de la elección presidencial y perdió por estrecho margen.

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