Miles de maestros toman de nuevo las calles de Monterrey

Miles de maestros tomaron otra vez las calles de Monterrey y, además de volver a paralizar el primer cuadro de la ciudad, anunciaron un paro de labores el próximo viernes, es decir 15 días antes de que concluya el calendario escolar.
Los alrededor de 5 mil profesores desafiaron por segunda vez la petición del gobernador, Jaime Rodríguez, quien el martes les solicitó “no convertir Nuevo León en una Ciudad de México” y realizar sus protestas sin bloquear el tránsito vehicular.
Desde las 18:00 horas, los integrantes de los diferentes grupos que conforman el movimiento que no tiene una cabeza visible, convocaron a reunirse en la Explanada de los Héroes, frente al palacio de Gobierno. Después de una hora y media de asamblea decidieron llevar a cabo el paro de labores el próximo viernes 1 de julio y repudiar la reforma educativa, además de solidarizarse con los maestros de Oaxaca y, a nivel local, exigir a la secretaria estatal de Educación que les permita decidir ellos mismos su cambio de adscripción, es decir de escuela de trabajo.
Al finalizar la concentración, los mentores decidieron marchar por la avenida Zaragoza hasta la avenida Constitución y después se dividieron en tres grupos, uno tomó la avenida Juárez y otro la Cuauhtémoc, en pleno centro de la ciudad, mientras que otro utilizó la avenida Morones Prieto.
Al grito de “solución, solución, o paramos Nuevo León”, los maestros aseguraron que no negociarán la derogación de la reforma educativa y cerca de las 21:00 horas decidieron regresar a la Explanada de los Héroes.
En esta ocasión no hubo enfrentamiento con los elementos de Fuerza Civil, como el miércoles pasado. El secretario estatal de Seguridad, Cuauhtémoc Antúnez, señaló que 300 policías de Fuerza Civil acudieron a establecer cordones de seguridad sin armas de fuego.
Los agentes de vialidad del municipio de Monterrey establecieron desviaciones desde el inicio de la marcha, por lo que alrededor de los manifestantes no hubo conductores molestos como la semana pasada, pero los embotellamientos se dieron en las calles y avenidas aledañas al primer cuadro.
La Jornada

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