Huelga por reforma laboral paraliza principales ciudades de Brasil
Periódico La Jornada
viernes, 28 abr 2017 08:17
viernes, 28 abr 2017 08:17
Sao Paulo/Brasilia.
Una huelga general convocada contra el programa de reformas del
gobierno de Michel Temer paralizó hoy en gran parte las principales
ciudades de Brasil.
En Sao Paulo, el corazón económico del
gigante sudamericano, cientos de trabajadores y sindicalistas bloquearon
las principales arterias y dejaron prácticamente sin transporte público
a la ciudad.
La metrópoli estaba por la mañana sin autobuses, metro ni tren.
Varios manifestantes prendieron fuego a
neumáticos para bloquear las vías de acceso a la ciudad de 12 millones
de habitantes, centro también del movimiento sindicalista brasileño.
Los trabajadores también anunciaron
paralizaciones en los aeropuertos paulistas, entre ellos el de
Guarulhos, el más grande de Sudamérica.
La terminal operaba aún por la mañana.
El paro también afectó a Brasilia, que se
quedó sin transporte público desde la mañana. Los manifestantes
bloquearon también con fuego y barricadas las calles de la capital del
país.
En Río de Janeiro, grupos de huelguistas
intentaron bloquear el aeropuerto Santos Dumont, el segundo de la
ciudad, y se enfrentaron a golpe con otros trabajadores dentro de la
terminal, según mostraron imágenes del canal Globo.
El paro se extendió por todo el país, con
protestas y paralizaciones del transporte público en Salvador y Natal
(noreste), Belo Horizonte (sureste), Porto Alegre (sur) y Manaos
(norte), entre otras ciudades.
A la huelga general, la primera en 21 años,
se unieron los principales sindicatos del país. Las protestas se dirigen
sobre todo contra las reformas del sistema de pensiones y de la
legislación laboral, dos de los ajustes más importantes planeados por el
Ejecutivo conservador de Temer para este año.
"Vamos a hacer la mayor huelga general de la
historia de Brasil", anunció el jueves el presidente de la Central
Única de Trabajadores (CUT), Vagner Freitas, justo un día después de que
la Cámara baja aprobara la reforma de trabajo, que reducirá costos
laborales y mermará el poder de los sindicatos.
El Senado debe aprobar aún la reforma.
La última huelga general en Brasil tuvo
lugar en 1996 durante el gobierno de Fernando Henrique Cardoso, entonces
en protesta por el alto desempleo y los bajos salarios.
Brasil está sumido desde hace tiempo en una
grave crisis económica, que causó una contracción del Producto Interno
Bruto (PIB) por encima del tres por ciento durante dos años
consecutivos.
Desde que llegó al poder en 2016, Temer
impulsa un duro programa de ajustes para intentar reactivar la economía.
El país sudamericano espera salir este año de la recesión con un
crecimiento mínimo de 0.2 por ciento.
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