Multitudinaria marcha en Buenos Aires; exigen "trabajo digno y salario justo"

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Centrales obreras, organizaciones sociales, pequeños y medianos empresarios, así como partidos de izquierda marcharon ayer del centro de Buenos Aires a Plaza de Mayo contra las medidas económicas del presidente Mauricio Macri, el aumento de la pobreza y el retroceso en materia de derechos humanos, entre otras cuestionesFoto Xinhua
Stella Calloni
Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 23 de agosto de 2017, p. 26
Buenos Aires.
El dirigente Carlos Schmid, uno de los tres integrantes del triunvirato de la Confederación General del Trabajo (CGT) de Argentina, anunció este martes ante una multitudinaria manifestación en Plaza de Mayo que el próximo 25 de septiembre se convocará al Comité Confederado para decidir un plan de lucha que incluya un paro general, contra las políticas del gobierno del presidente Mauricio Macri.
Schmid fue el único orador en el acto principal después de que nutridas marchas de distintos sectores sindicales, movimientos sociales y otros que apoyaron la convocatoria de la CGT y comenzaron a marchar desde la mañana tomando las calles de todo el centro de la ciudad a Plaza de Mayo donde a las tres de la tarde se realizó el acto central.
No sólo hubo demandas laborales, contra la extensión de la pobreza, las regresivas medidas económicas sino en derechos humanos y política internacional como el tema de Venezuela.
En medio de luchas internas en la CGT por diferencias entre algunos dirigentes, que en un momento hicieron peligrar la marcha, y con incidentes previos por enfrentamiento entre grupos del sindicato de Camioneros, Schmid señaló que los trabajadores no venían a levantar la bandera de ninguna candidatura, no estamos detrás de ninguna conspiración, venimos con una demanda central trabajo digno y salario justo.
Advirtió ante la multitud, donde se veían diferentes banderas ya que también concurrieron las dos Centrales de Trabajadores Argentinos (CTA), que el motivo central de la marcha fue poner en escena la agenda social, reclamando el control de precios sobre alimentos y medicamentos, entre otras demandas contra la intervención de sindicatos, en rechazo a cualquier reforma laboral o jubilatoria, en defensa del modelo sindical y el decreto inmediato sobre la emergencia social alimentaria.
También rechazó cualquier intervención militar en la región como la intención anunciada por Estados Unidos en Venezuela y se solidarizó con el pueblo de Cataluña por los atentados del jueves pasado.
Asimismo reclamó enérgicamente la aparición con vida de Santiago Maldonado, detenido por la gendarmería de Esquel Chubut en el marco de una brutal represión contra un grupo de mapuches, que vieron como se llevaban al joven solidario que los acompañaba.
Criticó la demora de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, en el esclarecimiento de la desaparición de Maldonado e irónicamente dijo ella, tan ejecutiva en desalojar obreros de las fábricas.
También sostuvo que somos concientes de que representamos a un sector de la sociedad, el sector que representa la creación de la riqueza, y no nos alcanza sólo con votar, recordando que la gobernante alianza Cambiemos acusa al sindicalismo de atentar contra las empresas, de ser un freno para las inversiones y que representamos el atraso.
En este punto reivindicó la transformación profunda que impulsó el peronismo en el siglo pasado y señaló que si no hubiera habido tantas interrupciones militares seguramente no estaríamos en esta situación.
Pusieron una nota especial en la manifestación las agrupaciones sociales y piqueteras, pequeños y medianos empresarios y partidos de izquierda, estimándose en más de 300 mil manifestantes.
Estuvieron los representantes de los grandes gremios. Algunos dirigentes destacaron la importancia de la unidad en la diversidad en esta protesta donde se puso un eje muy fuerte sobre la tragedia del desempleo y los anuncios de los aumentos que se vienen.
Estamos frente a un Estado ausente, que se olvidó de proteger a quienes se levantan a las tres de la mañana para ir a trabajar, señalaron, al recordar que el trabajo es un derecho, y que el desempleo explica el fracaso de cualquier plan económico.
Siguen los despidos
La petrolera Tecpetrol avanzó en su programa de despido de personal y además bajo amenaza ya que la compañía dejó entrar dos camiones cargados de gendarmes al yacimiento. Los trabajadores están en conciliación obligatoria. A los compañeros que hoy les tocaba trabajar desde hace algunas horas lo hacen al lado de gendarmes con itacas y palos, dijo a un medio sureño  el titular del Sindicato de Petroleros Privados de Chubut, Marcos Gallardo.
Denunció que es una maniobra para intimidar cualquier reclamo de los trabajadores una vez que terminen las audiencias en el Ministerio de Trabajo y que la firma del Grupo Techint ya tiene decidido enviar 260 telegramas de despido. Las amenazas son directas ya que les advierten que aunque hagan los paros que hagan se las tendrán que ver con la policía”.
Los trabajadores denunciaron que hace dos se firmó en el Ministerio de Trabajo una agenda que permite la flexibilización de las condiciones de trabajo. Se supone que mantendrían los puestos de trabajo actuales. Pero ahora quiere sacarse de encima empleados aprovechando la agenda. Los empleados de Tecpetrol habían realizado una toma pacífica a comienzo de agosto pasado antes de la conciliación obligatoria y gendarmería y policía de Chubut los atacaron hiriendo a un operario. La situación en el sur es la misma que se vive en todo el país.
Lo más grave es que el gobierno envía gendarmes y policías a cada lugar donde se va a cerrar una empresa o fábrica, para enfrentar a los despedidos. Estas situaciones tienden a agravarse porque el gobierno anuncia y prepara reformas similares a las de Brasil.
 
 
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