Pemex agudiza la caída de su producción en refinerías

El economista 
 
A las afectaciones por efectos naturales en los centros de refinación se suman paros por mantenimiento; urge acelerar la estrategia de alianzas con privados para frenar la caída, opina analista.
Karol García
Sep 18, 2017 |
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334,000 barriles diarios es a lo que equivale la caída acumulada en la producción de petrolíferos en las refinerías de Pemex.

A pesar de que Petróleos Mexicanos (Pemex) ha iniciado el proceso de asociaciones para el negocio de refinación en operaciones como el suministro de insumos, hace falta acelerar y expandir la estrategia hacia actividades como el mantenimiento integral de las refinerías, ya que los paros no programados provocan caídas en las producción, que, sumados a incidentes fuera de las manos de la estatal, como eventos climáticos, han provocado el nivel más bajo de elaboración de combustibles en más de dos décadas.
Entre enero y julio del 2017, Pemex reporta una caída de 26.7% respecto del periodo comparable de hace cinco años, que son 334,000 barriles diarios menos de combustibles elaborados en sus seis refinerías. Desde el año pasado, rompió el piso del millón de barriles elaborados, con un promedio anual de 977,000 barriles diarios. La última vez que estuvo por debajo de esta marca fue en 1993.
En el promedio de enero a julio de este año, lleva apenas 918,000 barriles de petrolíferos por día, lo que implica una caída de 14% o 160,000 barriles diarios, en comparación con el mismo lapso del año pasado, así como una profundización del bache por el que pasa el sector, pues en el 2015 en el mismo periodo también hubo una caída, pero de 3.9 por ciento.
Arturo Carranza, analista del sector energético del Instituto Nacional de Administración Pública, explicó que la producción se reduce por paros no programados en las operaciones, lo cual se explica por incidentes no previstos porque el calendario de mantenimientos no se ha seguido gracias a los recortes presupuestales.
“Se requieren inversiones en este rubro, una ruta para lograrlo son las asociaciones, que ya comenzaron, pero no sólo en lo que tiene que ver con insumos como el hidrógeno, sino en esquemas más integrales como la operación y mantenimiento completo de las plantas”, dijo a El Economista.

Incidentes, a la orden

En Cadereyta, Nuevo León, el miércoles de la semana pasada se registraron distintos reportes de una explosión, a lo que Pemex respondió que durante labores de mantenimiento se generó una nube de polvo inerte. Este centro es el que opera con mayor eficiencia dentro del sistema nacional de refinación y es el más avanzado, por lo que extraña que se sume a los otros incidentes que sufre Pemex.
Salina Cruz, en Oaxaca, era hasta inicios de este año el centro de mayor proceso, pero hoy se encuentra detenido y arrancará operaciones hasta mediados de octubre, según el director de Transformación Industrial, Carlos Murrieta, luego de que el sismo de 8.2 grados del jueves 7 de septiembre afectó sus instalaciones eléctricas. Salina Cruz ya pasó por un paro de 15 días este año, luego de una inundación y posterior incendio en junio, y desde entonces sus reportes de producción bajaron a más de la mitad y luego a sólo 1% de lo que producía en enero de este año.
Y, en Madero, Tamaulipas, la Unión Nacional de Técnicos y Profesionistas Petroleros manifestó preocupación ante el paro total de las plantas de proceso anunciada en días pasados. La medida, se dijo, es para dar mantenimiento mayor a las plantas que conforman la refinería. El paro abarcará el periodo de agosto a diciembre del 2017.
“El paro total de la refinería para dar mantenimiento es inédito, ya que lo normal es parar una sección de las plantas, ponerlas en operación y parar la otra sección para mantenimiento. Esto nos parece sospechoso”, aseguraron.
kgarcia@eleconomista.com.mx



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