Crece "rebelión de maestros" en Oklahoma, Kentucky y Arizona
Profesores de Kentucky rodearon ayer el Congreso estatal, en la ciudad
de Frankfort, en protesta por cambios en los planes de pensiones,
recortes al presupuesto de educación e incremento salarialFoto Ap
David Brooks
Corresponsal
Periódico La Jornada
Martes 3 de abril de 2018, p. 22
Martes 3 de abril de 2018, p. 22
Nueva York.
Decenas de miles de maestros y personal de apoyo escolar abandonaron las aulas en Oklahoma y Kentucky coreando alto a la guerra contra la educación pública, en una acción sin precedente en décadas recientes, mientras sus colegas en otros estados contemplan sumarse a lo que algunos bautizan como
la rebelión de los maestros.
Grupos de docentes se congregaron frente a sus escuelas en Oklahoma esta mañana, pero en lugar de ingresar para iniciar el día de clases, marcharon de todas partes del estado para dirigirse al capitolio estatal; según algunos informes, más de 200 distritos escolares de un total de 500 fueron cerrados por la acción. Estudiantes y familias se sumaron en apoyo de sus maestros y sus exigencias que no se limitaban a su remuneración –entre las más bajas de todo el país–, sino en revertir las severas reducciones del gasto público en educación a lo largo de la década anterior.
Los recortes en Oklahoma y otros estados han dejado escuelas en el país más rico del mundo sin suficientes libros de texto y otros materiales, con instalaciones en deterioro peligroso, y estudiantes y maestros tiritando en los inviernos por falta de calefacción. Varios distritos escolares se han visto obligados a reducir la jornada a sólo cuatro días a la semana por falta de recursos, resultado de una reducción de casi 30 por ciento en el presupuesto de educación en los pasados 10 años.
En Oklahoma, el índice salarial de los maestros ocupa el penúltimo lugar de los 50 estados. Eso, para muchos, implica que han tenido que tomar un empleo secundario para sostener a sus familias, trabajando como meseros en restaurantes de cadena, en supermercados o como choferes de Uber, entre otros. Algunos han tenido que recurrir a programas de asistencia alimentaria o a caridades para atender necesidades básicas de sus familias y han llegado incluso a donar sangre por dinero.
El paro en Oklahoma fue acompañado de otro en Kentucky, con miles de maestros en el capitolio de ese estado coreando:
ya bastay
no cederemos, obligando al cierre de todas las escuelas públicas de la entidad. Esto, después de que decenas de planteles en 28 distritos escolares tuvieron que cerrar el vienes, cuando miles de maestros se declararon
enfermosy se congregaron en el capitolio estatal para protestar por cambios en los planes de pensiones.
En Arizona se han repetido las manifestaciones de maestros en
semanas recientes y se está evaluando estallar una huelga contra las
reducciones en el presupuesto de educación estatal y en busca de un
incremento de 20 por ciento al salario.
Maestros en Wisconsin, Pensylvania y Nueva Jersey también están considerando emprender acciones parecidas.
Los docentes señalan que la huelga triunfante de nueve días de sus colegas en West Virginia el mes pasado con exigencias parecidas ayudaron a su decisión de emprender acciones como la de ayer, detonadas por el hartazgo e ira ante las políticas estatales contra la educación pública (en Estados Unidos, la educación pública es financiada y regulada por el gobierno estatal).
Estos estados son gobernados por republicanos, y estas nuevas movilizaciones podrían tener implicaciones para las próximas elecciones intermedias en noviembre a nivel federal, al renacer parte del movimiento sindical en esta coyuntura política.
Más aún, estas acciones sindicales son en muchos casos ilegales según las leyes estatales, y aún más notable, no son autorizadas por el propio liderazgo sindical, sino resultado de organización y coordinación entre las bases que se comunican a través de las redes sociales. Algunos expertos dicen que si esto sigue creciendo, se convertirá en una ola de huelgas no autorizadas sin precedente desde tiempos de la Gran Depresión.
El fin de semana, el senador Bernie Sanders publicó un tuit: “empezó en West Virginia. Continuó en Oklahoma y ahora se está ampliando a Arizona. Maestros están exigiendo respeto por la educación y los educadores. Se están alzando, luchando y logran avances reales. Viene el cambio.
Fuente
Maestros en Wisconsin, Pensylvania y Nueva Jersey también están considerando emprender acciones parecidas.
Los docentes señalan que la huelga triunfante de nueve días de sus colegas en West Virginia el mes pasado con exigencias parecidas ayudaron a su decisión de emprender acciones como la de ayer, detonadas por el hartazgo e ira ante las políticas estatales contra la educación pública (en Estados Unidos, la educación pública es financiada y regulada por el gobierno estatal).
Estos estados son gobernados por republicanos, y estas nuevas movilizaciones podrían tener implicaciones para las próximas elecciones intermedias en noviembre a nivel federal, al renacer parte del movimiento sindical en esta coyuntura política.
Más aún, estas acciones sindicales son en muchos casos ilegales según las leyes estatales, y aún más notable, no son autorizadas por el propio liderazgo sindical, sino resultado de organización y coordinación entre las bases que se comunican a través de las redes sociales. Algunos expertos dicen que si esto sigue creciendo, se convertirá en una ola de huelgas no autorizadas sin precedente desde tiempos de la Gran Depresión.
El fin de semana, el senador Bernie Sanders publicó un tuit: “empezó en West Virginia. Continuó en Oklahoma y ahora se está ampliando a Arizona. Maestros están exigiendo respeto por la educación y los educadores. Se están alzando, luchando y logran avances reales. Viene el cambio.
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