Doctrina y programa político-económico del utilitarismo de Jeremy Bentham
I. Los
movimientos populistas que radicalizan la democracia directa para limar
el filo elitista de la democracia representativa que se olvida del
pueblo en cuanto toma el poder, son atraídos con propuestas para atender
a los trabajadores de todas las actividades. De entre los populismos
está el utilitarismo, doctrina y programas que puso en circulación el
pensador Jeremy Bentham (1748-1832). Inglés, se convirtió en divulgador
universal, ya que incluso John Stuart Mill (1806-1873) reflexionó sobre
el utilitarismo, la libertad política, moderar el gobierno de las
mayorías para dar acceso a las minorías, etcétera. Lo útil es un
concepto de la economía y Bentham con ello buscó los fines del bienestar
(que no muy lejos generó el Estado de Bienestar). La utilidad es usada
como sinónimo de bienestar y así es como Bentham lo introdujo en su
doctrina moral-ética favorable a la democracia. Y ahora que los
populismos están a la vista en las luchas políticas –de izquierda y
derecha– para atender a sus respectivas clientelas electorales, este
libro de Manuel Escamilla Castillo (RBA, Coleccionables), es buena ayuda
para ilustrarnos sobre el programa político utilitarista donde, directa
o indirectamente, abrevan los políticos del populismo democrático de
izquierda.
II.
Para Bentham era necesario impulsar reformas radicales en democracia,
completando la representativa o indirecta con la directa, calificada de
populista. Escoger a los mejores hombres y mujeres para lograr un
gobierno constitucional con responsabilidad de quienes detentan los
cargos; publicitando sus actos y estableciendo sus obligaciones y
facultades para impedir el abuso del poder. Reducir la presión fiscal.
Combatir la corrupción. Fomentar una prensa para ventilar los puntos de
vista de la opinión pública. Ejercer el buen gobierno democrático
abierto a la crítica. Implantar la seguridad social. Promover igualdad y
progreso con reformas y cambios. Mantener los fines del liberalismo
político por medio de leyes como sus medios. Implantar un “radicalismo
democrático” y con su “teoría utilitarista, o sea el mayor beneficio
social, como principio supremo de la moralidad”, resolver los problemas
de la pobreza. Asistió al brillante estallido de la Ilustración (lector
de Kant y Rousseau). Y promovió la democracia constitucional (atento a
los logros de la Revolución estadunidense y francesa) que se vertebró
sobre los principios del imperio de la ley, la división de poderes
(estudioso de Montesquieu) y el respeto a los derechos del hombre y del
ciudadano.
III. Reformó el derecho penal para
racionalizar el sistema carcelario, eliminando la tortura como castigo y
estableciendo pruebas para acusar. En su libro: Código constitucional para uso de todas las naciones y gobiernos que profesen opiniones liberales,
pide usar la democracia para controlar a los gobernantes. Y fijó en el
contrato social la relación sociedad-gobernantes. La novela: Casa Desolada
de Charles Dickens, retrata los vicios que Bentham se propuso
desterrar. “La seguridad no solo influye sobre el disfrute de la
libertad en el ámbito político de la democracia, para eliminar la
violencia”. Si hay todo un programa político-democrático, económico de
justicia distributiva y bienestar social y de establecerlos como fines
del derecho positivo escrito con un sentido ético-moral y cristiano,
entonces nada como darse a la lectura y estudio de las obras de Jeremy
Bentham, particularmente: Principios Rectores de un Código Constitucional para cualquier Estado. Código Constitucional para uso de todas las Naciones y Gobiernos que profesen opiniones de liberalismo político. Gestión a favor de los pobres. Plan para reforma parlamentaria. Una introducción a los principios de la moral y la legislación. Tratados de legislación civil y penal.
Donde se pronuncia por limitar la corrupción de los gobernantes e
intereses corporativos; y como bien dice Manuel Escamilla: “Esta
conclusión se trasplantó después a la teoría de la democracia que hizo
el jurista y pensador austríaco Hans Kelsen”. Pues si el objetivo de los
gobernantes debe ser el bienestar común, también lo es la máxima
felicidad de los ciudadanos.
Ficha bibliográfica:
Autor: Jeremy Bentham
Título: Bentham
Editorial: RBA, Coleccionables, 2015 (con traducción de Manuel Escamilla Castillo)
Álvaro Cepeda Neri
Comentarios