Trasnacionales llenan de plástico mares mexicanos
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Autor:
Érika Ramírez @erika_contra
Coca Cola, Pepsi, Starbucks, McDonald’s, Procter and Gamble, Unilever y Nestlé son –según la ambientalista Greenpeace– las principales contaminantes en el mundo por la emisión de plásticos. Los residuos que van a parar a los océanos matan a más de 100 mil mamíferos marinos, cada año. México es uno de los principales afectados, y el país carece de políticas para la reducción de estos desechos
México ocupa el lugar 12 como consumidor
de plástico a nivel mundial y carece de políticas públicas efectivas
para disminuir esta situación, que afecta el medio ambiente, océanos y
especies marinas. Entre las principales empresas trasnacionales
generadoras de desechos se encuentran Coca Cola, Pepsi, Starbucks,
McDonald’s, Procter and Gamble, Unilever y Nestlé, identifica Miguel
Rivas Soto, coordinador de la campaña de Océanos de Greenpeace México.
En el contexto de la campaña para
disminuir la polución plástica, que lleva la organización ambientalista
en conjunto con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Rivas Soto
indica que se calcula que más de 8 mil toneladas de plástico van a dar a
los océanos anualmente, lo que significa verter un camión de basura por
minuto.
La generación de estos contaminantes,
añade, afecta a más de 44 por ciento de las especies de aves, 90 por
ciento de las aves playeras (es decir, que habitan en la costa y han
consumido plástico); en tanto que 100 mil mamíferos marinos mueren al
año por consumo de plástico.
Estas siete compañías, comenta Rivas
Soto, deben disminuir su huella de plástico; transparentar e informar a
los consumidores cuánto están usando en México, datos de los que
actualmente no hay información y, por supuesto, “deben buscar nuevas
formas de entregarnos sus productos”, dice.
El impacto de las trasnacionales
En el contexto de la campaña que lleva a
cabo la organización ambientalista internacional, destaca la producción
de plásticos a nivel mundial, cifras de las que no hay referencia a
nivel nacional.
Entre ellas, Coca-Cola, la compañía de
bebidas más grande del mundo, produce casi un cuarto de las botellas de
plástico del mundo cada año; es decir 128 mil millones, de 480 mil
millones, según datos registrados hasta 2016.
McDonald’s, la cadena de restaurantes de
comida rápida más grande del mundo, opera más de 37 mil locales en más
de un centenar de países, atiende a 69 millones de personas cada día, y
trabaja casi exclusivamente con contenedores de un solo uso.
“Starbucks sirve 4 mil millones de vasos
de papel revestidos de plástico por año. En 2008, Starbucks dijo que
serviría una taza de papel 100 por ciento reciclable y aumentaría el
papel reutilizable al 25 por ciento para 2015 en Estados Unidos y
Canadá. Hasta la fecha, tampoco lo ha hecho”, menciona la campaña.
Nestlé, resultó ser la marca número 1
identificada en la auditoría de Break Free From Plastics, un movimiento
global que promueve la libre de contaminación plástica, a través de 1
mil 60 grupos alrededor del mundo.
Pepsi, indica Greenpeace, ofrece
productos a más de 200 países y territorios, incluidos Pepsi-Cola,
Lay’s, Tropicana, 7up y Quaker, que generan envases plásticos.
Procter and Gamble ofrece productos en
varios segmentos que incluyen belleza, aseo personal, cuidado de la
salud, telas, cuidado en el hogar, y cuidado del bebé, la mujer y la
familia, que también generan desechos que van a parar a los océanos.
Unilever cuenta con más de 400 marcas en
alimentos y bebidas, productos para el hogar y cuidado personal. Las
marcas incluyen: Dove, Sunsilk, Knorr, que entregan sus productos con
envolturas plásticas.
Una de las principales problemáticas que
observa el coordinador de la campaña de Océanos de Greenpeace México es
el consumo de plásticos mediante la compra de bebidas embotelladas.
Asegura que México se ha convertido en uno de los principales
consumidores de estos envases en el planeta.
Rivas Soto indica que el problema va más
allá de la adquisición de envases, ya que estudios internacionales han
demostrado que en el contenido de los productos no sólo hay líquidos,
sino que además existen “fibras plásticas, bastante pequeñas, que no
necesariamente son vistas a ojo desnudo pero que en realidad estamos
consumiendo; es decir, ese plástico que supuestamente hace el agua más
pura, más higiénica, en realidad lleva una gran cantidad de fibras
plásticas que consumimos”.
Esto, comenta, muestra un problema de
fondo relacionado con la falta de acceso al agua potable en México, “y
por lo tanto la evasión de la autoridad por una responsabilidad que
tiene en los servicios sanitarios. Esta falsa idea de que el agua al
estar sellada está nueva, está descontaminada, no es cierto”, comenta.
La problemática del plástico no es sólo
de las personas, hay dos actores importantes, que son “bastante
responsables”, analiza el ambientalista de Greenpeace México: el Estado y
las empresas. El gobierno debe instrumentar la política pública que
regule este tipo de basura, en su gestión, postconsumo, y también regule
su producción a nivel empresarial. Para ello, debe hacer una
legislación.
“En México no existe una ley que
responsabilice al productor por lo que emite; esto quiere decir que
nadie se hace responsable de las 9 mil millones de botellas Pet
[polietileno tereftalato] que se producen en México al año. Entonces,
van a terminar en un basurero, ocupan rellenos sanitarios, a
incinerarlas, liberando los tóxicos al ambiente, lo cual es una muy mala
idea, o van a terminar en los ríos, en los cuerpos de agua, en el mar”,
señala.
La última parte de la triada es el
productor mismo, dice, pues tiene que entregarnos los productos de otra
forma porque hoy el consumidor no tiene alternativas. “Si se busca una
forma de consumir agua, sin que esta venga en plástico es prácticamente
imposible: no hay dispensadores, que al igual que como recargas tu
celular puedas recargar tu botella. Lo desechable no existe, no se
desecha, no desaparece como tal”, enfatiza el coordinador de la campaña
de Océanos de Greenpeace México.
Tiempos electorales
El medio ambiente ha sido ajeno a las
propuestas de campaña de los candidatos presidenciales, así como los que
pretenden gobernar la capital del país. Jorge Tadeo Vargas, biólogo y
coordinador del Laboratorio de Investigación en Desarrollo Comunitario y
Sustentabilidad, comenta que en México no hay políticas ambientales
para la reducción de contaminantes.
“Una política de reducción de
contaminación no existe; al contrario, hay un fomento hacia todo este
modelo de producción extractivo, privatizador y altamente contaminante”,
dice.
Para el especialista, lo que se hace
actualmente está enfocado a la remediación, pero no hay una política de
reducción. “De haberla, tendrían que estar buscando incluso cómo tratar
de remediar todos los problemas que está ocasionando la industria
minera, por ejemplo, y no se está haciendo nada en ese sentido; al
contrario, cada vez más concesiones otorgadas.
Lo mismo pasa con el tema de residuos,
comenta, no hay una política de reducción; al contrario, hay un fomento a
la producción, para que estos terminen en rellenos sanitarios, que son
muy buen negocio para los municipios y la iniciativa privada, o que
termine en los hornos cementeros”, arguye.
En el tema de la generación de
plásticos, comenta Tadeo Vargas, se proyecta que para 2025 existan el
doble de estos productos. “Hay que tener en cuenta que los productores
de plástico están relacionados con las grandes petroleras como Shell y
Exxon.
“Si no se está pensando en una medida
estructural, de fondo, en la que la producción del plástico se acabe
desde el primer piso, cualquier iniciativa que se haga hacia abajo no
puede tener la fuerza y el eco necesario para que se deje de usar. A los
gobiernos les tocaría hacer incidencia hacia el primer piso, para
terminar con el plástico, medidas que no estoy viendo por ningún lado”,
comenta.
—¿Existe una propuesta de política ambiental en alguno de los candidatos que buscan la presidencia de la República?
—No, ninguno de los candidatos tiene
ninguna propuesta ambiental fuerte, que vaya a atacar los problemas
socioambientales desde la raíz. Lo que vemos es que todos los candidatos
siguen promoviendo este modelo de desarrollo extractivo, contaminante y
que sus propuestas están muy alejadas de buscar verdaderas soluciones a
los problemas socioambientales que tenemos en México.
Ninguno de ellos está hablando de
minería ni de residuos. Ninguno está hablando de la privatización
constante que se está dando del agua, ni de estos temas de la producción
de monocultivos en los bosques; al contrario, hablan de este desarrollo
económico sin límites, basado en un modelo de producción extractivo y
medio ambientalmente irresponsable.
Especies amenazadas por el plástico
El ambientalista Miguel Rivas, coordinador de la campaña de Océanos de Greenpeace México, indica que hay siete especies amenazadas por la contaminación plástica:
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Ballenas y delfines: Los mamíferos más grandes del planeta tienden a consumir grandes cantidades de alimento, y como hoy los océanos tienen grandes cantidades de plástico la relación es casi obvia. Las bocanadas de las ballenas no filtran qué entra y qué no a sus estómagos y así estos se llenan de este producto fabricado por los humanos.
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Tortugas marinas: Todas las especies de tortuga marina están amenazadas por la extinción. Lamentablemente su predilección por comer medusas las vuelve muy vulnerables a consumir bolsas. Un estudio publicado en la revista Endangered Species Research reveló que el 91 por ciento de las tortugas halladas en las playas del Atlántico, Pacífico, Índico, Caribe y Mediterráneo estaban muertas al haber quedado atrapadas en las redes abandonadas y en diversidad de plásticos.
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Aves marinas: Las aves no tienen dientes y gran parte de la trituración de los alimentos ocurre al interior del estómago gracias a piedras que las aves consumen con este propósito. Actualmente, lo que más encuentran en las playas, además de piedras, son pedazos de plásticos los cuales son muy atractivos e inevitables de comer. Se calcula que el 90 por ciento de las aves playeras han consumido plástico en su vida y que más de 1 millón de ellas mueren al año por esta causa.
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Peces: Una gran cantidad de peces comen plásticos. Muchos de ellos incluso son consumidos por nosotros. Un reciente estudio de Proceedings of the Royal Society muestra cómo las anchovetas –Engraulis mordax– confunden el plástico con su alimento por las sustancias tóxicas que derivan de la descomposición de ese material.
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Lobos marinos: Muchos de estos pinípedos, que incluyen también a elefantes marinos, leones marinos, morsas, entre otros, se ven afectados por la contaminación plástica. Sufren heridas o mueren de asfixia al quedar atrapados en redes de pesca abandonadas, las cuales están hechas mayoritariamente de plásticos.
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Corales: por alguna razón, todavía inexplicable, algunos microplásticos (de menos de 5 milímetros) son atractivos para los corales. En un estudio publicado en Marine Pollution Bulletin los investigadores descubrieron que los aditivos químicos que tienen ciertos plásticos podrían estar siendo ingeridos por los corales. Estos trozos de plástico persisten, incluso, después de 24 horas en estos organismos, pueden causarles daño por los químicos que son liberados dentro de ellos y en su entorno, afectando a las colonias de pólipos en los corales.
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El zooplancton: Este conjunto de pequeños animalitos que forman el zooplacton contiene pequeñas medusas, crustáceos, gusanos marinos, así como huevos y larvas de muchas especies más. Son la base de la cadena alimenticia y también consumen el plástico. El problema es que al ser consumidos por ellos, estos llegan a todos los rincones de las cadenas alimenticias bioacumulando en organismos superiores este contaminante.
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