En México están condenados a empleos precarios JÓVENES CON TRABAJO MAL PAGADO
Participación de Patricia Pozos Rivera, Doctora en Economía,
Profesora de la Facultad de Economía, de la Escuela Nacional de Trabajo Social y
Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, todas de la UNAM,
Integrante del Centro de Análisis de Coyuntura Económica, Polítca y Social-UNAM
y de la Sociead de Economía Política y Pensamiento Crítico de América Latina, SEPLA.
• Introducción
Me interesa compartir con ustedes una
reflexión en relación a la importancia de los jóvenes en México y en el
Mundo, la cual se despliega en varios niveles, como lo político, lo
laboral, lo cultural, la reproducción misma de la sociedad,
posicionándolos en un sector clave en el que debemos colocar la mirada
como sociedad.
Me gustaría platicarles un poco, sobre
cifras, por qué son tan importantes, sobre lo difícil que es estudiar
este grupo social, y por otro lado enfocarnos en lo político y lo
económico.
En lo político por lo importante que ha sido
su participación en la transformación de nuestra sociedad, lo que
implican en esta jornada electoral histórica y en lo económico sobre
cómo es su incorporación al mercado laboral y sus condiciones en ese
ámbito.
• La importancia de los Jóvenes a nivel mundial.
Las Naciones Unidas celebraron por primera
vez en 1985 el Año Internacional de la Juventud y diez años después se
aprobó el Programa de Acción Mundial para mejorar la situación de los
jóvenes a escala mundial; en 2007, este programa fue ampliado y se
establecieron líneas prioritarias para resolver problemáticas como
empleo, pobreza, educación, salud y otros temas, pues ya se les
consideraba como una población vulnerable.
La crisis que se desató en 2007, también dejó
ver que uno de los grupos sociales más afectados fueron los jóvenes,
quienes sufrieron las más altas tasas de desempleo, según datos de la
Organización Internacional del Trabajo (OIT), entre 2008 y 2009 se
observó la más alta tasa de desempleo juvenil. Para 2009 se registraron
81 millones de jóvenes sin empleo en el mundo, la mayor cifra en la
historia.
En México, 30.6 millones eran jóvenes de
entre 15 y 24 años en el año 2015, según el más reciente censo del
Instituto Nacional de Estadistica, Geografía e Informática (INEGI),
lamentablemente, no se han generado las condiciones para que dicha
fuerza de trabajo sea un factor de desarrollo para el país, como lo
marcó el Banco Mundial al catalogar a los jóvenes como “bono
demográfico”.
Por el contrario, la población mexicana entre
15 y 24 años participa con 40% del flujo de mexicanos que se incorporan
al mercado laboral estadounidense [CONAPO, 2010: 23]. Para el año 2010
habían salido del país más de cinco millones de jóvenes, el equivalente a
36.41% de la población entre 15 y 29 años.
Según
el Fondo de Población de la Naciones Unidas, habían en el mundo 1,800
millones de jóvenes entre 10 y 24 años, en 2014, lo que equivalía a casi
el 25% de la población mundial, es importante decir que nunca antes en
la historia, el planeta tuvo tantos jóvenes, y según las proyecciones de
población, hacia el 2050 ya no vamos a tener tantos, bajará a un 15% de
la población mundial.
• La dificultad de estudiar a los jóvenes
Cuando uno habla de jóvenes es difícil
mencionar una edad en la que todos estén de acuerdo, en mis trabajos de
investigación defino como jóvenes a la población de 15 a 29 años, pero
dentro de este rango de edad, se pueden hacer sub grupos, por ejemplo de
15 a 18 se les puede llamar adolescentes, de 19 hasta los 24 como
jóvenes, luego viene de 25 a 29 años como adultos jóvenes.
Algunos países señalan los 24 años como
término del período de juventud, y esto es asociado a una etapa de
consolidación, de desapego o de emancipación del núcleo familiar, y en
algunos países, la población de 24 años ya es autónoma, más en países
desarrollados. En otros como México dicha emancipación se ha retardado y
por lo tanto se ha elevado la edad para caracterizar a los jóvenes.
También mencionar que lo que llamamos jóvenes
es algo muy nuevo, hablando de la historia humana, pues se empieza a
pensar en dicha población como jóvenes cuando se les considera población
en edad de formación para el mercado laboral y eso sucede a
consecuencia de de la Revolución Industrial, cuando el desarrollo
tecnológico, implica pensar en una población trabajadora calificada, y
los jóvenes son los que se incorporan a las escuelas para calificar su
fuerza de trabajo. Claro que no hay que pensar que la educación solo
sirve para formar trabajadores, ya que es un proceso mucho más complejo.
Culturalmente, hay muchas formas de ver esa transición de
cuando se es niño a cuando se es adulto, en comunidades urbanas se suele
retardar más dicha etapa de juventud que en zonas rurales. • Los jóvenes en el ámbito laboral
¿Por qué son tan atractivos los jóvenes?
Si bien la población laboral siempre ha sido joven, actualmente estamos observando que en algunos trabajos, y en fenómenos como la migración, se incorporan cada vez en edades más tempranas.
Los jóvenes que logran incorporarse al mercado laboral son más susceptibles a trabajar más horas, en empleos informales e inseguros, caracterizados por bajos salarios y sin prestaciones sociales.
En contraparte, son los trabajadores más
vigorosos, los que físicamente tienen la posibilidad de soportar
jornadas extenuantes, pueden trabajar sin asistir al médico si tienen
alguna enfermedad leve y pueden adaptarse a diversas actividades, lo que
los hace atractivos en los trabajos donde buscan a trabajadores multitask o flexibles.
Esta combinación, por un lado, fuerza de
trabajo vulnerable y por otra altamente productiva, hace de los jóvenes
mano de obra muy atractiva en los mercados laborales de las economías.
Como sabemos, la economía capitalista
responde a ciclos económicos, algunas veces estamos en expansión y otras
en recesión, es por ello que en momentos de crisis es necesario
reestructurar los procesos productivos. Desde los años 70 venimos en una
reestructuración que ha permitido al gran capital seguir
reproduciéndonse a costa de trasladarle los costos de la crisis a la
Fuerza de Trabajo.
El resultado de la reestructuración
productiva se observa en trabajos más flexibilizados, que tienden a
precarizar los empleos, son ahorradores de fuerza de trabajo, debido a
la automatización, la necesidad de menores saberes para realizar una
gran cantidad de los trabajos, teniendo como resultado la demanda de
grandes cantidades de trabajadores jóvenes, con una formación técnica,
quienes son los que mejor se adaptan a los nuevos procesos productivos,
en modelos de desarrollo maquilador.
Un papel importante lo juega la reforma
laboral, ya que además ha encaminado la reestrucutración a contratar
trabajadores con menores derechos.
Es importante decir que la reforma laboral ha
despojado a los trabajadores de una gran cantidad de derechos que las
organizaciones sindicales habían ganado a principios del siglo XX, y que
las nuevas generaciones de trabajadores, que nacieron ya en el contexto
del TLCAN, (jóvenes de 24 años o menos) ya no tienen idea de lo que es
la estabilidad laboral, tener derecho a una pensión, derecho a
vacaciones, derecho a la seguridad social, a servicio médico, etc.
Según el Instituto Mexicano de la Juventud,
en México en el 2014, 7 de cada 10 jóvenes presentan carencia de acceso a
la seguridad social y 3 de cada 10 carencían de acceso a servicios de
salud.
Si bien no es nuevo que el capitalismo eche
mano de toda la población para garantizar su fuerza de trabajo barata
(incluyendo niños, mujeres y adultos mayores) en este momento histórico
los jóvenes son muy necesarios, no sólo por el número que respresentan a
nivel mundial, sino también porque los jóvenes son los que mejor se
adaptan a los procesos donde se incorpora la innovación tecnológica, así
como en los que todavía no es rentable incorporarla,
por ejemplo el trabajo en la pisca de frutas y hortalizas, tanto en
México como en Estados Unidos.
La población juvenil se ve afectada por dos
grandes problemas, por un lado, si son incorporados al mercado laboral
son altamente explotados, pero también son los más afectados por el
desempleo y por su exclusión del sistema educativo en el nivel medio y
superior.
un estudio que publica la Asociación Mexicana
de Instituciones de Seguros (AMIS), l as personas nacidas en 1985 o
después, tienen 41.1 por ciento de probabilidad de vivir en condición de
pobreza como adulto mayor. Además, este segmento de la población vivirá
al menos hasta los 82 u 84 años de edad por el aumento en la esperanza
de vida; es decir, después de cumplir 65 años y pensionarse, deberá
asumir gastos por los siguientes 17 o 19 años.
La AMIS expuso que una proporción elevada de
este segmento se conformará por quienes la mayor parte de su vida
laboral se han desempeñado en el sector informal, y que tal vez nunca o
muy tiempo cotizaron al sistema de seguridad social. Estamos generando
una población que cuando sea adulta mayor futura será muy vulnerable, y
destinada a vivir en pobreza.
• Lo político
Las y los jóvenes pueden ser altamente peligrosos para el estatus quo
del actual sistema económico y político, por su capacidad de generar
grandes cambios sociales, como lo demostró el movimiento estudiantil de
1968. A 50 años, no hay duda de que influyó en el escenario político,
social y cultural de México y otros países, por ello es fundamental
recordarlo y que las nuevas generaciones tengan la información de las
demandas de entonces.
El pasado 19 de septiembre las y los jóvenes
en horas se organizaron, y salieron a las calles para ayudar a la
población que fue damnificada por el sismo, cuando a ocho meses, el
gobierno no nos ha dado explicaciones sobre los recursos para la
reconstrucción y una gran cantidad de damnificados siguen sin tener
certeza de la reconstrucción.
Ahora, estamos en un momento político que nos
obliga a reflexionar en los grandes problemas de México, y los jóvenes
son un punto estratégico.
Como sociedad debemos brindarles una atención total, no
asistencialista y los candidatos actuales no deben verlos sólo como
votos. Según información del INE al 2 de marzo de este año, el 29.35% de la lista nominal está conformada por jóvenes entre 15 y 29 años, de ellos aproximadamente el 17% votará por primera vez, estamos hablando de un poco más de 15 millones.
Como sociedad debemos generar condiciones para que los jóvenes puedan participar en la transformación social, no solo en la elección, sino más allá de ella, garantizarles espacios en el sistema educativo, no criminalizarlos, y hay que trascender su precariedad laboral.
Fuente
Comentarios