Sobrestimada, contabilidad del uso de energía

La intensidad del consumo se elevó 52 por ciento en el sector de la construcción, resalta
Susana González G.
 
Periódico La Jornada
Lunes 10 de septiembre de 2018, p. 25
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y la Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía de México (Conuee) advirtieron que aunque el uso de electricidad se incrementó en el sector industrial, eso puede estar sobrestimado en la contabilidad nacional porque muchos de los consumos corresponden a grandes comercios y servicios.
La industria aporta casi la tercera parte del producto interno bruto (PIB) de México y, al mismo tiempo, representa casi un tercio del consumo energético del país en los pasados 20 años. En 1995, el gas natural y la electricidad representaban 60.9 por ciento del consumo de energía en la industria nacional y para 2015 llegó a 71.4 por ciento del total porque muchas empresas sustituyeron el combustóleo por otras fuentes de energía, como gas natural, coque de petróleo y bagazo.
Desde 1995 hasta 2015, último año considerado en el estudio, hubo un crecimiento constante en el valor agregado de las actividades industriales, pero paralelamente disminuyó 15.6 por ciento la intensidad energética, referida a cuánta se requiere para generar una unidad del PIB, es decir, expresa la relación general entre la utilización de energía y el desarrollo económico, al pasar de 9.5 a 8.1 toneladas de petróleo crudo consumidas para obtener un millón de pesos a precios de 2008 (tep/mmp [2008]).
Por sectores, la intensidad energética en la industria de la construcción aumentó en 52.4 por ciento en el periodo mencionado, también aumentaron en 20 puntos las industrias cementera y del vidrio. En cambio, las fábricas de hierro y acero, celulosa y papel, química, minería, automotriz, alimentos, bebidas y tabaco redujeron el uso de energía.
La minería la bajó casi a la mitad y la industria manufacturera la redujo 21.6 por ciento en este siglo, precisa el estudio.
La industria nacional comenzó una transformación y una fuerte vinculación al sector manufacturero de Estados Unidos a partir de la entrada en vigor en 1994 del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN)... Las actividades secundarias son muy sensibles a los efectos de la economía estadunidense, por ello el consumo de la energía de la industria mexicana puede afectarse de manera considerable por recesiones o crisis, cambios en la cotización de dólar, precios de las materias primas, precios y disponibilidad de combustibles, volumen de exportaciones, por mencionar algunos factores, advirtieron la Cepal y Conuee.
Por esa vinculación, detallaron, hay dos tipos de industrias en México que se mueven a diferentes velocidades, una de rápido crecimiento con multinacionales competitivas a escala mundial y plantas de fabricación de última generación con constante aumento en los niveles de productividad y, del otro lado, las industrias con empresas pequeñas con lento crecimiento y una productividad que cae o apenas subsiste año con año.


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