En Argentina, la pobreza tiene rostro
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Autor:
Prensa Latina
Buenos Aires,
Argentina. En Buenos Aires la pobreza tiene rostro de niños, de
ancianos, de familias que convirtieron las calles en hogar y el cielo en
su techo, imposibilitadas de pagar el alto costo de la vida.
En la intersección de la populosa
avenida Corrientes y la calle Reconquista, desde hace más de 1 mes una
acera es casi intransitable. Allí, una familia conformó su propia casa
entre cartones, sábanas viejas y colchones.
Es de mañana, mientras algunos pasan
vestidos de cuello y corbata inmutables y otros bajan la mirada “para no
ver lo que duele”, en esa pequeña esquina hay una casa de campaña. Se
avistan unos niños de entre unos 3 y 6 años a la intemperie, al lado, en
colchones rotos y sucios sus padres, y más cerca otras tres personas.
Esta reportera quiere retratar el
momento, pero no se atreve, porque duele y tomar una fotografía a un
niño en esas condiciones lastima más.
Muy cerca, en Alem, donde finaliza
Corrientes y empieza el llamado Bajo de la ciudad, las imágenes de altos
edificios de poderosas empresas contrastan con la de otra familia
viviendo en la acera, a unos pasos de una empresa de autos de lujo.
Ya es mediodía, los niños tienen algo de
desayuno regalado por quien sabe qué transeúnte y juegan con viejos
discos compactos; los acompañan dos señoras y un hombre.
Como ésta, se repite en varias partes de
Buenos Aires una postal de la pobreza, la indigencia, cuyos números se
han elevado en los últimos meses en medio de un país en recesión, donde
muchos han perdido sus trabajos por el cierre de fábricas; donde pagar
las expensas, la electricidad y el gas, por citar ejemplos, es cada vez
más difícil.
El presidente Mauricio Macri, en su
cuarto y último año de mandato y camino a la reelección, prometió en su
campaña llegar a la pobreza cero, dos palabras repetidas una y otra vez
durante este período de gestión. Pero los números no arrojan resultados
halagüeños.
El propio presidente ha reconocido, como
lo hizo en septiembre de 2018, que esto “refleja la turbulencia de los
últimos meses” y que el objetivo de su gobierno va a ser siempre reducir
la pobreza.
“Los cambios profundos requieren
paciencia. Muchos van a pensar pero yo estoy peor que hace unos años o
todo me cuesta más. Y algunos me van a recordar que el año pasado, aquí,
dije que lo peor ya pasó. Y tienen razón”, dijo Macri en la apertura
del nuevo periodo de sesiones ordinarias del Congreso.
En su intervención, el mandatario se
mostró convencido de que hoy la nación transita por el camino correcto y
destacó que “lo que estamos logrando los argentinos es enorme, porque
estamos haciendo crujir estructuras viejas y oxidadas”.
Lo cierto es que las imágenes de
familias enteras viviendo en las aceras son cada vez recurrentes; las
ves en las estaciones de subte, en las afueras de los restaurantes y
otros sitios.
Según un revelamiento del pasado año
difundido por la Universidad Católica Argentina (UCA) la pobreza alcanzó
al 33.6 por ciento de la población urbana durante el tercer trimestre
del pasado año con un salto de 5.4 puntos en un año, dejando un saldo
total de 13.6 millones de personas en esa situación.
De acuerdo con la medición del
Observatorio de la Deuda Social de la UCA, la cifra alcanzó su valor más
elevado desde 2010 por varios factores, entre ellos el deterioro
socioeconómico asociado a la crisis cambiaria y financiera junto con el
ajuste.
Las cifras señalaban en esa fecha a 16
mil 500 nuevas personas en condición de indigencia y en total 2.47
millones con ingresos inferiores al valor de la canasta básica de
alimentos.
Pasaron ya casi seis meses de esa medición. Enero y febrero de 2019 golpeó con más tarifazos
a los servicios, con inflación, con 1 dólar que ha llegado a rozar los
42 pesos y con alzas de todo tipo, sobre todo en la canasta básica
alimentaria.
Más allá de los números, este flagelo es
una realidad palpable en Buenos Aires, donde cada vez hay más personas
durmiendo en colchones, buscando un techo para pasar la noche.
¡Es que no les gusta trabajar, quieren
vivir de los planes sociales!, afirma a Prensa Latina un señor al
referirse al tema. Pero también hay otra mirada distinta, la de una
mujer de unos 35 años despedida, recién divorciada y con una niña
adolescente, que quiere trabajar, que lucha día a día por el sustento de
su hogar y sale en defensa de esos rostros, los invisibles de siempre.
Nadie le da trabajo a alguien en esas
condiciones, con niños pequeños en las calles, cuando aparece lo más que
pueden hacer, dice, es changa, algo así como un empleo
temporal cuyo pago no alcanza para todos los gastos en un país donde el
salario se ha devaluado por la subida del dólar.
Otra imagen salta a la vista. Es el
inicio del curso escolar y en las afueras de una escuela privada, los
niños llegan con impecables uniformes; a un lado de la entrada, dos
colchones más, en uno de ellos, un adolescente de unos 15 años duerme.
Según cifras de la Dirección General de Estadísticas y Censos de la Ciudad, de las que se hace eco la página El Grito del Sur, en los últimos 3 años se duplicó la cantidad de indigentes.
Si en el último trimestre de 2015 había
100 mil personas bajo la línea de indigencia, en el último trimestre del
año pasado se contabilizaron 198 mil, 98 por ciento más.
Al igual que a nivel de país, en la
capital el gobierno implementa una serie de programas y servicios para
la asistencia primaria a personas y familias en situación de calle y
riesgo además de los planes sociales, pero este es un solo paliativo
para tantos en esta situación.
Las marchas por la declaración de la
emergencia alimentaria nacional han sido muchas y hace pocas semanas
hubo una mayor, extensiva a todo el país y con epicentro en la capital
bajo el lema “Tierra, techo y trabajo”, en la que varias organizaciones
urgieron al gobierno un aumento del salario social y las sanciones de
leyes que beneficien a los sectores populares.
Muchos especialistas consideran que este
será un año aún más complejo –ya se siente el efecto– mientras desde el
Ejecutivo aseguran que trabajan para combatir este flagelo.
Maylín Vidal/Prensa LatinaFuente
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