EZLN y CNI-CIG rechazan “consultas ciudadanas” y megaproyectos
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CONTRALÍNEA
Autor:
Alba Olea
Los pueblos
integrantes del Congreso Nacional Indígena (CNI), el Concejo Indígena de
Gobierno (CIG) y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN)
rechazaron las políticas de despojo y las consultas “ciudadanas,
populares, e incluso las que se organicen bajo el amparo del Convenio
169 de la OIT [Organización Internacional del Trabajo]”, en ejercicio de
sus derechos de autonomía y territoriales.
Como resultado de la Tercera Asamblea
Nacional del CNI y el CIG, las organizaciones denunciaron en un
comunicado que las consultas que el Instituto Nacional de los Pueblos
Indígenas organiza sobre el Plan Nacional de Desarrollo 2018-2024, el
Tren Maya y el Corredor Transístmico “son una simulación para su
convalidación”.
Asimismo, acusaron que el gobierno
federal, al realizar sus consultas, “busca la indiferencia y a ella se
dirige para preguntarle si está o no de acuerdo en la destrucción a la
que viste de ‘progreso’”, y denunciaron que el nuevo gobierno profundiza
el neoliberalismo y la integración al imperialismo de Estados Unidos.
Con respecto del al asesinato de Samir
Flores Soberanes –opositor al Proyecto Integral Morelos e integrante del
Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua de Morelos, Puebla y
Tlaxcala–, consideraron que los ofrecimientos del presidente Andrés
Manuel López Obrador sentaron las bases de su asesinato: “a Samir lo
mató el régimen neoliberal; no sabemos si el gobierno, si los
empresarios, si sus cárteles delincuenciales, o, si los tres juntos”.
El CNI-CIG y el EZLN se pronunciaron en
contra del Proyecto Integral Morelos que afecta comunidades de Morelos,
Puebla y Tlaxcala; en contra el Tren Maya que atravesará comunidades
indígenas de Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo; en
contra el Tren Transístmico que afectará a los pueblos del Istmo de
Tehuantepec; en contra de la guerra abierta contra la comunidad indígena
de Santa María Ostula, Michoacán; en contra el Proyecto hidroeléctrico
Coyolapa-Atzala y la explotación minera en la Sierra Negra de Puebla,
entre otros megaproyectos.
También reafirmaron la exigencia de
libertad de Fidencio Aldama Pérez, del pueblo yaqui de Loma de Bácum,
Sonora, y de Pedro Sánchez Berriozábal, Rómulo Arias Mireles y Teófilo
Pérez González, de San Pedro Tlanixco, Estado de México.
Por considerarlo del interés de los lectores, Contralínea
publica de manera íntegra el comunicado, el cual también puede leerse
en enlacezapatista.ezln.org, donde se publicó originalmente:
¡SAMIR VIVE, LA LUCHA SIGUE!
PRONUNCIAMIENTO DE LA TERCERA ASAMBLEA NACIONAL DEL CONGRESO NACIONAL INDÍGENA, EL CONCEJO INDÍGENA DE GOBIERNO Y EL EZLN.
A los pueblos del mundo
A las organizaciones y colectivos en resistencia y rebeldía
A las redes de resistencia y rebeldía
A la sexta nacional e internacional
A los medios de comunicación
A casi 100 años del asesinato del
general Emiliano Zapata, estando reunidos los pueblos ayuuk, binizza,
chinanteco, chol, chontal, guarijío, maya, mayo, mazahua, mazateco,
mixteco, nahua, nayeri, otomí, popoluca, purépecha, raramuri, tepehuano,
tlapaneco, tojolabal, totonaco, tzeltal, tsotsil, wixárika, yaqui,
zoque y quichua (Ecuador) para celebrar la Tercera Asamblea Nacional del
Congreso Nacional Indígena y el Concejo Indígena de Gobierno, nos
encontramos en el dolor y la rabia ante la guerra en contra de nuestros
pueblos, ante el asesinato del compañero Samir, muerto por defender a la
tierra y a su pueblo. Desde nuestra asamblea nacional enviamos un
abrazo solidario y combativo a su familia y a la comunidad de Amilcingo,
Morelos. Les enviamos un abrazo solidario del CNI-CIG y el EZLN, donde
el compañero siempre será una vela encendida.
A Samir lo mató el régimen
neoliberal; no sabemos si el gobierno, si los empresarios, si sus
cárteles delincuenciales, o, si los tres juntos. Los ofrecimientos
hechos por AMLO, no a los de abajo, sino a los dueños del dinero y del
poder, las veladas amenazas en contra de quienes defendemos la vida,
sentaron las bases del artero asesinato. Es, en el caso del nuevo
titular del ejecutivo federal, la promesa de entregar a los grandes
empresarios y a las cúpulas militares lo que no han podido quitarnos el
capitalismo neoliberal y sus malos gobiernos que entran y salen. Ofrece a
los empresarios poner a su disposición la tierra con la supuesta nueva
Ley de Desarrollo Agrario, para terminar de desmantelar la propiedad y
organización colectivas, llamando “desarrollo” al robo descarado y a la
destrucción, amenazando militarmente a nuestros pueblos con su Guardia
Nacional y reconfigurando nuestro país.
Lo que arriba llaman
“transformaciones” para nuestros pueblos siempre han significado que
nosotros ponemos los muertos en función de los intereses de las
oligarquías y de los que tienen el poder, que son cada vez más poquitos y
grandes, que no dejan de vivir de la opresión, explotación, y
destrucción por los mismos de siempre.
La llamada “Cuarta Transformación”
sigue el mismo camino de sus 3 predecesoras, aunque con más brutalidad y
cinismo si posible fuera.
En la guerra de Independencia fueron
los explotadores locales, hijos de los invasores europeos, quienes
tomaron el poder y se repartieron nuestras tierras, tratando de
invisibilizar la existencia de nuestros pueblos sobre la base del
discurso liberal que hasta el día de hoy es el discurso del Poder.
En la Reforma nuestras tierras
comunales, sagradas para nosotros, fueron proscritas para entregarlas a
los mismos saqueadores, las leyes de Reforma y las posteriores leyes de
baldíos y colonización propiciaron el crecimiento de las grandes
haciendas bajo el régimen porfiriano.
Durante la Revolución Mexicana,
mientras arriba se repartieron el poder político, abajo con nuestra
sangre defendimos y regamos la tierra. Mientras Madero y Carranza
traicionaban y asesinaban a Zapata, nuestros pueblos exigían una radical
y profunda transformación social y agraria que nunca llegó.
Así, en cada “transformación” se
acrecentaron y recrudecieronla explotación, el despojo, la
discriminación y el desprecio contra nuestros pueblos.
No tenemos duda que esta nueva etapa
de gobierno profundiza el neoliberalismo y la integración forzada de
nuestro país a la órbita imperial de Estados Unidos, pues, se ha
comprometido fielmente a dar continuidad a las políticas macroeconómicas
de los anteriores gobiernos, estableciendo una austeridad y
restricciones fiscales que no se veían desde el gobierno de Miguel de la
Madrid; garantizando la autonomía del Banco de México, el respeto a las
inversiones extranjeras y el impulso del libre comercio. Va contra
nosotros y nuestros territorios, va por el exterminio de nuestros
pueblos en cada rincón, y para ello tiende una guerra que sufrimos hoy
con luto y coraje. Nos vemos en esta asamblea general y en el conjunto
de nuestros dolores vemos que es una guerra hecha de muchas guerras
funcionando de forma integral, como si fuera una sola.
Es hoy Francisco I. Madero, quien
traicionó a Zapata, el mayor inspirador del discurso del nuevo ejecutivo
federal, admirador del desarrollismo liberal y neoliberal que está
exterminando a nuestros pueblos.
En realidad, la autodenominada
“Cuarta Transformación” inició con Miguel de la Madrid Hurtado, se
profundizó con Carlos Salinas de Gortari, siguió su guerra de conquista
con Ernesto Zedillo Ponce de León, Vicente Fox Quezada, Felipe Calderón
Hinojosa y Enrique Peña Nieto; y ahora continúa con el proyecto
transexenal de Andrés Manuel López Obrador y el Partido Movimiento de
Regeneración Nacional. Para los pueblos originarios el único “cambio
verdadero” es el aumento de las mentiras, los engaños, las
persecuciones, las amenazas, los encarcelamientos, el despojo, los
asesinatos, las burlas y desprecios, la explotación humana y la
destrucción de la naturaleza; en suma: el aniquilamiento de la vida
colectiva que somos.
Eso que necesitan quienes orquestan
la destrucción del mundo lo tenemos los pueblos, y lo vamos a defender
de su transformación capitalista con nuestra resistencia y rebeldía,
aunque, como lo estamos viendo, nos enfrentemos a la trama militar de
dominación y represión que tiene al capital como estandarte, que lo
mismo recurre a cuerpos policiacos, militares, grupos de choque,
carteles de la droga y paramilitares.
El mal gobierno federal se para
sobre los estragos dejados por décadas de neoliberalismo, profundizando
el desprecio y el racismo para poder despojar a los pueblos originarios.
Busca la indiferencia y a ella se dirige para preguntarle si está o no
de acuerdo en la destrucción a la que viste de “progreso”. O sea, sus
supuestas consultas no son más que la cosecha del odio y el miedo
dejados por el capitalismo neoliberal. Esa cosecha es llamada
“democracia”.
Ante todos los proyectos encaminados
al despojo y la destrucción de nuestros territorios y culturas,
manifestamos que las consultas ciudadanas, populares, e incluso las que
se organicen bajo el amparo del Convenio 169 de la OIT, tienen como fin
convalidar dichos megaproyectos y revestirlos de una falsa legitimidad.
Denunciamos que las consultas que el Instituto Nacional de Pueblos
Indígenas organiza actualmente en torno al Plan Nacional de Desarrollo
2018-2024, el Tren Maya o el Corredor Transísmico son una simulación
para su convalidación. Nuestros pueblos, en ejercicio de sus derechos
fundamentales de autonomía y territoriales dicen NO a las políticas y a
los megaproyectos de despojo, muerte y destrucción, así como a las
consultas que organizan los malos gobiernos para obtener el
consentimiento de nuestros pueblos a dichas políticas y a dichos
megaproyectos.
El gobierno neoliberal que encabeza
Andrés Manuel López Obrador tiene su vista puesta en nuestros pueblos y
territorios, donde, con el Instituto Nacional de Pueblos Indígenas, se
tiende una red de cooptación y desorganización, que abre el camino a una
guerra que tiene nombre industrial, hecha de proyectos y violencias,
que, junto con las otras guerras y redes de guerra, expanden una oscura
telaraña de muerte en los pueblos originarios del país.
El Proyecto Integral Morelos, por
ejemplo, consta de 2 termoeléctricas, gasoductos y acueductos que buscan
despojar de la tierra, agua, seguridad, salud, identidad y vida
campesina a los pueblos indígenas nahuas del volcán Popocatépetl de los
estados de Morelos, Puebla y Tlaxcala. La fuerza del Estado y de las
empresas Elecnor, Enagas, Abengoa, Bonatti, CFE, Nissan, Burlington,
Saint Gobain, Continental, Bridgestone y muchas más, ha impuesto este
proyecto por medio de la violencia pública estatal, federal y el
ejército, infundiendo terror en los pueblos a través de la tortura, la
amenaza, el encarcelamiento, persecución judicial, cierre de radios
comunitarias, y ahora el asesinato de nuestro hermano Samir Flores
Soberanes.
Los neoliberales, primero con los
delincuentes Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto y ahora con Andrés
Manuel López Obrador, buscan acabar con la resistencia de los pueblos
que con razón y derecho decimos NO al Proyecto Integral Morelos. Sin
embargo, el racismo sembrado por el desprecio capitalista, la
desinformación y la desmemoria, vuelven a criminalizarnos. AMLO dijo, en
2014 y 2018, que estaría con los pueblos contra la termoeléctrica en
Huexca. Hoy nos llama radicales de izquierda y conservadores señalando
que es el dinero invertido en el proyecto la mayor razón para no parar
la muerte que anuncia, sin importar el dolor y la rabia de nuestros
pueblos.
Hoy, mañosamente se le nombra
“democracia” a la mentira a la que llaman “consulta”, hecha en un marco
de violencia, desinformación y desprestigio, sin importar siquiera el
riesgo que el Gasoducto Morelos implica en zona de peligro del volcán
sagrado del Popocatépetl, sin importar que acaben con el agua de riego
de los ejidos de Ayala y contaminen el Río Cuautla. O sea, la vida no
vale cuando se habla del gran capital.
En los pueblos mayas de los estados
de Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo, los sitios
sagrados se están arrebatando a las comunidades para acrecentar las
ganancias de empresas turísticas trasnacionales; haciendo una guerra en
la que el mismo tren que transportará los frutos de la agroindustria
transgénica, llevará la carne de las mega granjas porcícolas que
destruyen las aguas sagradas de los cenotes; el mismo que servirá para
conectar a las zonas económicas especiales de Puerto Progreso y Campeche
en la península, donde además imponen parques eólicos. Así mismo en los
territorios indígenas de Tabasco y Chiapas, donde, además, esta guerra
se hace red con los grupos represivos militares y paramilitares.
Después, se hace una sola guerra con los megaproyectos desplegados en el
territorio de los pueblos originarios del Istmo de Tehuantepec.
Mientras orquestan la transformación
capitalista contra los pueblos mayas, la tierra está siendo robada a
los pueblos, comprada por unos cuantos pesos y destruida por la
explotación y contaminación transgénica en toda la región, fuertemente
afectada por los agroquímicos.
En los pueblos originarios que
habitan el Istmo de Tehuantepec, el mal gobierno capitalista anuncia la
imposición del proyecto codiciado por los grandes capitales
internacionales para el tránsito de sus mercancías y el saqueo de los
bienes naturales y culturales del sur – sureste donde habitamos un gran
número de pueblos originarios y las principales selvas, bosques, ríos y
la mayor zona de biodiversidad del país.
El mal gobierno capitalista usa las
formas de imposición de los gobiernos anteriores para imponer este mega
proyecto de muerte que pretende reactivar los puertos de Salina Cruz y
Coatzacoalcos interconectándolos por un tren de carga de alta velocidad
para el transporte de mercancías de los grandes capitales que controlan
el mundo. Es un neo porfirismo “transformado” con el ropaje de
“progresista”.
Pretende convertir el Istmo en un
muro de contención de la migración centroamericana y nacional a Estados
Unidos, contratando a los migrantes con empleos precarios y mal pagados
mediante la instalación de industrias maquiladoras, fábricas
automotrices, la explotación forestal, megaproyectos energéticos, como
los corredores eólicas, hidroeléctricos, así como la explotación de
hidrocarburos mediante métodos convencionales y fracking, de explotación
minera y de transporte de mercancías en toda la franja transístmica.
Este proyecto no es en beneficio de
los pueblos, ni del país, ni transportará nuestros productos locales,
sino que se trata de la entrega de nuestros territorios y nuestra vida
al capitalismo internacional, liderado por Estados Unidos, de donde
surgen redes de guerras para las que no hay muros ni contenciones.
La versión “Cuarta Transformación”
del muro de Trump, no es sino una multiplicación de muros construidos
desde la frontera con Guatemala y Belice hasta el Istmo mexicano. Estas
murallas se edifican con los materiales producto de la destrucción de la
naturaleza y de los pueblos originarios, y su “pegamento” es el
despojo, la explotación, el desprecio y la represión.
En el centro del país, la expansión
salvaje de la Ciudad de México está acompañada de desarrollos
industriales y especulación agraria e inmobiliaria, que está llevando a
la destrucción y despojo de una amplia zona. Con los trabajos en Texcoco
por el NAICM fueron destruidos más de 100 cerros para extraer
materiales con los que pretendieron matar al lago, provocando la
afectación de las fuentes de agua de toda la región. Como alternativa
del nuevo gobierno, el aeropuerto en la base militar de Santa Lucía,
está acompañado del mismo despojo a los pueblos de los alrededores, a
los que pretenden sumergir en la desgracia que nos aqueja por el gran
capital.
Con preocupación observamos, por un
lado, que la empresa PINFRA continúa las obras de la autopista México
Tuxpan-Peñón Texcoco, en los terrenos del ejido de Nexquipayac, mientras
que varias empresas pretenden continuar diversas obras del NAICM en
Texcoco y actualmente realizan trabajos que no están debidamente
explicados; por otro lado, el gobierno federal promete a los militares
la administración y ganancias del nuevo aeropuerto en Santa Lucía. Son
las cuotas a cambio de proteger el poder del gran capital en contra de
nosotros los pueblos que nos organizamos para detener la guerra en cada
rincón del país, apostando siempre por la vida. Es por ello que el CNI-
CIG, seguirá luchando por la cancelación del proyecto del NAICM ya sea
que pretendieran continuarlo en Texcoco o en Santa Lucía, como es la
decisión del ejecutivo federal.
En dicho sentido y en ejercicio de
nuestros derechos territoriales y autonomía decimos que estos
megaproyectos se toparán de frente con la voluntad de nuestros pueblos.
El mal gobierno capitalista de López
Obrador agudiza la guerra contra las mujeres de nuestro país, pues, con
su apoyo redoblado a los poderosos, lleva al aumento de feminicidios,
trata de mujeres, tortura y explotación. Por eso nosotras y nosotros del
Congreso Nacional Indígena y el Concejo Indígena de Gobierno y del
EZLN, pensamos que si nos organizamos las mujeres que luchamos en
nuestros pueblos del campo y la ciudad, minaremos, hasta que se caiga,
esa guerra del capital.
Abajo, en todas las geografías que
somos los pueblos originarios, seguimos sembrando la autonomía,
construimos y desplegamos el poder de abajo en lo que también son redes
de redes, pero de resistencia y rebeldía, que son también los espejos no
solo de los pueblos que somos el CNI – CIG y el EZLN, sino muchos otros
y otras que siembran la esperanza y de las que es espejo ésta, nuestra
tercera asamblea nacional.
En consecuencia, desde aquí,
denunciamos la guerra abierta en contra de la digna lucha de la
comunidad indígena nahua de Santa María Ostula, Michoacán, utilizando la
fuerza represiva del mal gobierno en sus tres niveles, así como a los
grupos de la delincuencia organizada, misma que es desplegada también
por todo el territorio del país como herramienta de muerte en contra de
nuestros pueblos y como justificación para la militarización y la
creación de la Guardia Nacional.
Nos pronunciamos por el respeto
pleno a la autonomía del ejido Tila, en el estado de Chiapas y
condenamos las amenazas de despojo y represión hechas por el comisariado
ejidal espurio con el apoyo de los malos gobiernos para la conformación
de grupos de choque en contra de nuestros compañeros que han dado
ejemplo de dignidad y organización.
Asimismo, por acuerdo de nuestra
asamblea nacional, seguimos exigiendo la presentación con vida de
nuestro compañero Sergio Rivera Hernández quien fué desaparecido desde
el pasado 23 de agosto de 2018 por su lucha en contra de la minera
Autlán en la Sierra Negra de Puebla. Exigimos la cancelación del
proyecto hidroeléctrico Coyolapa-Atzala y de la explotación minera en la
Sierra Negra.
Exigimos la presentación con vida de los 43 estudiantes de Ayotzinapa y justicia para los compañeros asesinados.
Exigimos la cancelación de las
concesiones mineras en todo el territorio nacional, que implican la
destrucción en el estado de Oaxaca, Sierra Sur, en el territorio chontal
por parte de la empresa Salamera, en la región de los Chimalapas, donde
la misma empresa canadiense pretende actualmente ampliar sus
concesiones, en el desierto de Wirikuta, San Luis Potosí y en todo el
país.
Hacemos un llamado para redoblar
esfuerzos por la libertad de nuestro compañero Fidencio Aldama Pérez,
del pueblo yaqui de Loma de Bácum, Sonora; y de nuestros compañeros
Pedro Sánchez Berriozábal, Rómulo Arias Mireles y Teófilo Pérez González
de la comunidad nahua de San Pedro Tlanixco, en el Estado de México,
así como de todos los presos políticos de México.
Exigimos que cesen el hostigamiento y
las amenazas en contra de nuestros hermanos y hermanas de la comunidad
de Amilcingo, Morelos, desde donde brilla la luz que es nuestro hermano
Samir, por parte de los tres niveles del mal gobierno que quieren
imponer a toda costa el Proyecto Integral Morelos.
Exigimos la cancelación del
proyectado parque eólico conocido como Gunaa Sicarú, de la empresa
francesa EDF, en más de 4 mil hectáreas pertenecientes a los terrenos
comunales de la comunidad binnizá de Unión Hidalgo y rechazamos la
consulta que el gobierno pretende realizar para obtener el
“consentimiento” a la misma. Asimismo exigimos la cancelación inmediata
de los estudios de prosprección que realizan los espeleólogos
pertenecientes al PESH (Espeleológico Sistema Huautla) en cuevas y
cavernas del pueblo mazateco de Huautla sin autorización del mismo.
Llamamos a los pueblos originarios, a
las redes y organizaciones que han apoyado al CIG-CNI, así como a los
colectivos y organizaciones de trabajadores, de estudiantes, de mujeres,
de campesinos y de jóvenes que luchan contra el capitalismo neoliberal,
a crecer nuestras resistencias y rebeldías y a participar en la
Asamblea Nacional entre los pueblos del Congreso Nacional Indígena y las
organizaciones, redes y colectivos que en México y el mundo luchan y se
organizan; así mismo al acto con motivo del centenario del asesinato
del General Emiliano Zapata Salazar, los días 9 y 10 de abril del
presente año en el estado de Morelos, donde diremos con claridad
nuevamente:
¡SAMIR VIVE, VIVE, LA LUCHA SIGUE, SIGUE!
Atentamente
Desde la Tercera Asamblea Nacional del Congreso Nacional Indígena y el Concejo Indígena de Gobierno.
A marzo de 2019
Por la Reconstitución Integral de Nuestros Pueblos
Nunca Más Un México Sin Nosotros
Congreso Nacional Indígena
Concejo Indígena de Gobierno
Ejército Zapatista de Liberación Nacional
Alba OleaFuente
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