Efervescencia electoral estadounidense repercutirá en México
Revista Siempre!
febrero 16, 2020 | Por Mireille Roccatti
El proceso electoral en los Estados Unidos que podría terminar con la reelección del republicano Trump o el regreso de los demócratas al poder ha iniciado con gran fuerza y comienza a polarizar a la sociedad estadounidense.
El preámbulo se caracterizó por el escándalo de las revelaciones del juego sucio del millonario instalado en la Casa Blanca, acostumbrado a ganar a cualquier costo y ayuno de principios éticos y morales. Su comportamiento le costó ser sujeto de un Impechment en el cual la Cámara de Representantes de mayoría demócrata, lo encontró culpable de abusar del poder presidencial y, posteriormente la Cámara de Senadores lo absolvió, reconociendo su conducta impropia, pero que ésta no era suficiente para destituirlo del cargo.
En razón de lo anterior, pese a que Donald Trump, en esencia no es un republicano de cepa, ni es totalmente aceptado por los miembros del partido y su burocracia, será sin duda su candidato para reelegirse en el cargo. Y en estos momentos, la mayoría de los analistas políticos de ese país, están convencidos que lograra reelegirse.
Por su parte los demócratas están inmersos en sus elecciones internas con características “sui generis” en que con base en los resultados de sus primarias, se eligen delegados en los estados para llegar a una Convención Nacional en la cual eligen con el voto de éstos el abanderado del partido.
Hasta ahora los resultados parecen favorecer al millonario Bernie Sanders, un liberal que por sus posicionamientos es casi considerado como “izquierdista” o “socialista”, sin que sea ni uno, ni lo otro, solo digamos que dentro del conservadurismo predominante en la sociedad norteamericana es: un progresista.
La sorpresa en estas primarias realizadas en Iowa y News Hampshire, fueron la cuestionada caída del sistema informática en Iowa que le dio una vez conocidos los resultados una ajustada victoria a Pete Buttigieg, mismo que ha emergido como prospecto para pelear la nominación contra Sanders, y de quien se dice cuenta con el apoyo de la nomenklatura demócrata y el respaldo financiero de muchos millonarios, que dicen sentirse temerosos si gana el “social demócrata” Sanders.
El gran perdedor tanto de los debates como de estas dos primeras elecciones ha sido Joe Biden, quien como Vice Presidente en el mandato de Obama, logró ser conocido en toda la nación y se le tiene como hombre prudente y mesurado, además que por mucho tiempo fue favorito para ser el nominado demócrata en innumerables sondeos de opinión.
Es un lugar común en México, afirmar que si bien los demócratas son más amigos nuestros, no va mejor con los gobiernos republicanos. La verdad es que ambos defienden sus intereses, que no son los mismos que los nuestros. Actualmente, hemos sufrido las amenazas y los amagos del inquilino de la Casa Blanca.
La dinámica del proceso electoral de nuestro vecino del norte, pronto repercutirá en México, primero por las expresiones en los debates entre los precandidatos demócratas que buscan el apoyo de los latinos, en especial de los México americano y paradójicamente al mismo tiempo de quienes atacan a los mexicanos para buscar los votos de los blancos xenófobos.
Y cuando finalmente se decida quien enfrentará a Trump, sin duda México será rehén del proceso electoral estadounidense, tema del cual deberemos volver a ocuparnos.
Fuente
febrero 16, 2020 | Por Mireille Roccatti
El proceso electoral en los Estados Unidos que podría terminar con la reelección del republicano Trump o el regreso de los demócratas al poder ha iniciado con gran fuerza y comienza a polarizar a la sociedad estadounidense.
El preámbulo se caracterizó por el escándalo de las revelaciones del juego sucio del millonario instalado en la Casa Blanca, acostumbrado a ganar a cualquier costo y ayuno de principios éticos y morales. Su comportamiento le costó ser sujeto de un Impechment en el cual la Cámara de Representantes de mayoría demócrata, lo encontró culpable de abusar del poder presidencial y, posteriormente la Cámara de Senadores lo absolvió, reconociendo su conducta impropia, pero que ésta no era suficiente para destituirlo del cargo.
En razón de lo anterior, pese a que Donald Trump, en esencia no es un republicano de cepa, ni es totalmente aceptado por los miembros del partido y su burocracia, será sin duda su candidato para reelegirse en el cargo. Y en estos momentos, la mayoría de los analistas políticos de ese país, están convencidos que lograra reelegirse.
Por su parte los demócratas están inmersos en sus elecciones internas con características “sui generis” en que con base en los resultados de sus primarias, se eligen delegados en los estados para llegar a una Convención Nacional en la cual eligen con el voto de éstos el abanderado del partido.
Hasta ahora los resultados parecen favorecer al millonario Bernie Sanders, un liberal que por sus posicionamientos es casi considerado como “izquierdista” o “socialista”, sin que sea ni uno, ni lo otro, solo digamos que dentro del conservadurismo predominante en la sociedad norteamericana es: un progresista.
La sorpresa en estas primarias realizadas en Iowa y News Hampshire, fueron la cuestionada caída del sistema informática en Iowa que le dio una vez conocidos los resultados una ajustada victoria a Pete Buttigieg, mismo que ha emergido como prospecto para pelear la nominación contra Sanders, y de quien se dice cuenta con el apoyo de la nomenklatura demócrata y el respaldo financiero de muchos millonarios, que dicen sentirse temerosos si gana el “social demócrata” Sanders.
El gran perdedor tanto de los debates como de estas dos primeras elecciones ha sido Joe Biden, quien como Vice Presidente en el mandato de Obama, logró ser conocido en toda la nación y se le tiene como hombre prudente y mesurado, además que por mucho tiempo fue favorito para ser el nominado demócrata en innumerables sondeos de opinión.
Es un lugar común en México, afirmar que si bien los demócratas son más amigos nuestros, no va mejor con los gobiernos republicanos. La verdad es que ambos defienden sus intereses, que no son los mismos que los nuestros. Actualmente, hemos sufrido las amenazas y los amagos del inquilino de la Casa Blanca.
La dinámica del proceso electoral de nuestro vecino del norte, pronto repercutirá en México, primero por las expresiones en los debates entre los precandidatos demócratas que buscan el apoyo de los latinos, en especial de los México americano y paradójicamente al mismo tiempo de quienes atacan a los mexicanos para buscar los votos de los blancos xenófobos.
Y cuando finalmente se decida quien enfrentará a Trump, sin duda México será rehén del proceso electoral estadounidense, tema del cual deberemos volver a ocuparnos.
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