Testigo acusa al presidente de Iberdrola por espionaje
Ex ejecutivo de la eléctrica solicita protección ante el temor a represalias
Martes 8 de febrero de 2022, p. 19
Madrid. José Antonio del Olmo fue durante muchos años el
director de Administración y Control de Iberdrola. Ahora, además de
estar jubilado, es considerado como el testigo clave
de la
investigación judicial abierta contra la multinacional eléctrica
española y su cúpula directiva, con su presidente Ignacio Sánchez Galán,
por los delitos de espionaje, cohecho activo, falsedad en documento
mercantil y atentado contra la intimidad. En una carta remitida al juez
instructor, Manuel García Castellón, Del Olmo ratifica su testimonio en
el que responsabiliza de los delitos a sus antiguos jefes, al tiempo que
solicita protección ante el temor a represalias.
Sánchez Galán y la cúpula directiva de Iberdrola tienen abiertos varios frentes judiciales en España. Uno de ellos, quizá el más grave por los delitos imputados, es el que se refiere precisamente al espionaje, vigilancia y amenazas que habrían realizado a través de un ex comisario de policía, José Manuel Villarejo, para saber los movimientos de los empresarios de la competencia, pero también para conocer datos de la vida privada de políticos, periodistas y activistas del medio ambiente.
La justicia española, al menos en las diligencias realizadas hasta ahora y gracias a la recopilación de documentos y pruebas (muchas de ellas aportadas por el propio ex comisario Villarejo), ya estableció el vínculo entre la trama de espionaje y el que fuera director de Seguridad Corporativo de la multinacional hasta el estallido del escándalo, Antonio Asenjo.
El valor del testimonio de Del Olmo es precisamente para depurar
responsabilidades más allá de Asenjo, quien fue apartado de sus
responsabilidad y ya no forma parte del grupo. Es decir, para subir en
el escalafón de la cadena de mando hasta llegar a su actual presidente,
Sánchez Galán. De hecho, en el escrito enviado por Del Olmo al juez
instructor se advierte que él mismo denunció las operaciones anómalas
en la contratación del ex comisario, al tiempo que detalla la estructura de mando de la compañía energética.
Del Olmo, quien también denunció sentirse acosado
por
Iberdrola, expone que desde 2002 se plantearon modificaciones en la
estructura del grupo con motivo de la salida a bolsa de la filial de
renovables, la compra de Scottish Power (SPW), la adquisición de la
estadunidense Energy East (actual Avangrid), la toma de control de
Elektro en Brasil y la creación de una división en México. “Esto derivó
en problemas operativos, por lo que desde la presidencia se puso en
marcha, a principios de 2010, el proyecto de Corporación Única que
afectaba a todo el grupo.
El responsable de todas las funciones corporativas era el
presidente Ignacio Sánchez Galán. De esta forma todos los contratos,
asesorías, etcétera, a llevar a cabo por una función corporativa en una
sociedad del grupo, se aprobaban en un comité operativo, y después se
firmaban los contratos correspondientes a través de la empresa del grupo
correspondiente. En el caso de Seguridad Corporativa, los presupuestos
anuales, los contratos a realizar, las asesorías a contratar, eran
responsabilidad de Antonio Asenjo, en todas las empresas del grupo,
siempre bajo supervisión del presidente (Galán), que presidía el comité
operativo
, explicó Del Olmo.
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