La represión política en México

Lusifer (zapateando)

Los controles jurídicos de los poderosos han convertido al derecho social en derecho penal. En el ámbito de los movimientos populares se conoce bien lo que significa la judicialización de los conflictos sociales, esto es, llevar a terrenos de procesos jurídicos las problemáticas que dan sentido al descontento social principalmente de los pobres.

Como ni la estructura capitalista ni los personajes lacayos de ella (senadores, diputados, jueces, gobernadores, etc.) permiten que haya una respuesta favorable a las peticiones o demandas de la gente, lo que resta como posibilidad es la represión política que echa mano del imponente y complejo aparato judicial para hacerlo cumplir su principal tarea que no es la impartición de justicia, sino la de dar escarmiento a quien se atreve a molestar el sueño de los dueños del país.

El caso del Frente Popular para de Defensa de la Tierra de la comunidad de Atenco en el Estado de México es el garbanzo de a libra que muestra de manera contundente cómo los poderosos manejan la cadena de mando desde la cúspide (presidente) hasta lo más bajo (policía antimotines), pasando por ministerios públicos, jueces y personal encarado de las prisiones a donde fueron a parar decenas de personas, cuya única acción fue organizarse legalmente para defenderse legítimamente de los poderosos.

Estos últimos, con todo su dinero y poder, han usado a sus empleados, los del gobierno, para convertir aquella acción de defensa en un crimen que merece, dicen los que hacen las reglas, todo el peso de la ley. Así, la cárcel (y todo el sufrimiento que ello significa para los que están dentro y los que se quedan afuera) se convirtió en el destino de mucha gente.

Las condenas no tienen precedente. Ignacio del Valle fue sentenciado a 112 años por algo que los mismos jueces han desechado como delito, que es el “secuestro equiparado”. Pero las cárceles son el reflejo de la sociedad que les ha dado vida: unos cuantos controlan, designan y disponen de la vida de los más. Unos cuantos viven viendo cómo van muriendo los más.

El estado capitalista requiere de oxígeno para vivir. La represión política, la cárcel, el sistema judicial, los políticos, la policía, los militares, etc. representan ese vital elemento que garantiza la sobrevivencia de la bestia.

Fuente

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
oigan acabo de ver la pagina de la jornada y dice que asesinaron al encargado del planton en reforma, como ven informen de lo sucedido, estos cabrones se están pasando y nadie dice nada por favor ya hay que actuar a madrazos se ve todo.