México SA - A dos años de la urgencia de la Bicentenario

Carlos Fernández-Vega
Hace unos dos años, el 8 de mayo de 2008, la secretaria de Energía, Georgina Kessel, intentaba convencer a su auditorio (los participantes en un foro energético” que se desarrollaba en el Senado de la República) sobre la urgencia que tenía el país de contar con una nueva refinería, y lo explicó así: “para satisfacer la creciente demanda interna se requerirá construir una nueva refinería cada tres o cuatro años, durante las próximas dos décadas, además de concluir la reconfiguración de las refinerías existentes. Importamos cuatro de cada diez litros de la gasolina que consumimos, y de no hacer nada en el crecimiento de la demanda, muy pronto la mitad de nuestro consumo de gasolina será cubierta con importación. Bajo este esquema estamos trasladando empleos, inversiones e impuestos al extranjero en vez de generarlos en México; no hemos aprovechado que la industria de la refinación mundial se ha mantenido en la parte alta del ciclo, con rendimientos superiores a 20 por ciento”.

En el mismo foro a la señora Kessel le hizo segunda Jesús Reyes Heroles (junior), a la sazón director general de Petróleos Mexicanos: “en materia de refinación el rezago tecnológico de Pemex se refiere a las limitaciones de la infraestructura actual, y al acelerado crecimiento de la demanda. Las características actuales de los crudos mexicanos han creado nuevos desafíos para las refinerías, debido a que fueron diseñadas para procesar crudos distintos a los actuales. El crecimiento del consumo de gasolinas a tasas superiores a la economía y muy superiores al comportamiento histórico, ha generado un desbalance entre la oferta interna y la demanda. Estas dos manifestaciones requieren, a corto plazo, fortalecer la infraestructura existente de almacenamiento y distribución de Pemex-Refinación, así como adicionar capacidad de transporte al sistema para hacer frente a las cuantiosas importaciones de combustibles que se requerirán en el futuro inmediato… Con el propósito de abatir la importación de gasolinas, se requiere construir capacidad adicional a un ritmo suficiente para cubrir 310 mil barriles diarios adquiridos en el exterior en 2007, y una expansión del orden de 40 mil barriles-día, entre otras inversiones”.

Con los datos divulgados por ambos funcionarios se pretendía no sólo dar cuerpo al anuncio que casi dos meses atrás (18 de marzo de 2008) hizo público el inquilino de Los Pinos (la construcción de la Bicentenario), sino sustentar la urgencia mexicana de contar con cuando menos una nueva refinería tras casi tres décadas de atraso en este renglón, y actualizar tecnológica y operativamente a la empresa más importante del país. En consecuencia, se esperaba una reacción inmediata para reducir lo más rápido posible la dependencia externa de petrolíferos y alcanzar en la paraestatal, de la misma forma, esos objetivos.

Pues bien, a dos años de distancia de aquel foro y aquellas urgencias, la citada dependencia se ha incrementado, los objetivos planteados no han trascendido el discurso, el golpeteo a los consumidores se mantiene vía aumento de precios de los combustibles, y la refinería Bicentenario permanece perdida en el éter, al igual que la prometida generación de empleo por esta magna obra y la derrama económica para uno de los estados más pobres de la República.
Contrario a lo que sucede en otros países con gobiernos medianamente civilizados (primero el dinero y después el anuncio sobre la construcción de una obra del Estado), en México se cacarea el huevo sin siquiera tener gallina, y en este contexto parece que 12 mil millones de dólares (costo estimado de la Bicentenario) resultaron demasiados para soportar el discurso del inquilino de Los Pinos, por mucho que desde el inicio (si algún día en realidad lo hizo) del sexenio foxista se mencionara una cifra similar para –según se dijo en aquel entonces– “poner las cosas en orden en materia de refinación”.

Con lo que se obtuvo por exportaciones petroleras en tiempos del ranchero de las ideas cortas y la lengua larga, a estas alturas México fácilmente contaría con un par de nuevas refinerías, cuando menos, pero fue tal el despilfarro de esas petrodivisas que el país cada día importa más productos refinados. A Fox se le ocurrió la brillante idea de construir una refinería “que atienda las necesidades”, pero no las de México. Se construiría, anunció, pero en “algún país” de América Central, en el marco del Plan Puebla-Panamá, que en realidad estaba al servicio de las trasnacionales petroleras, no de los gobiernos regionales, ni mucho menos en beneficio de los centroamericanos. Pero como el anuncio lo hizo Vicente, en anuncio se quedó.

Ya con Calderón, y tras tres largas décadas sin construir una refinería, se anuncia, en el discurso, la construcción de la Bicentenario, pero en lugar de dar el banderazo de inicio de la obra, el gobierno se hunde cada día más en un mar de pretextos para mantener congelado el proyecto. ¿Dónde quedaron las urgencias y advertencias que dos años atrás hiciera la señora Kessel sobre la creciente demanda interna? En este renglón México ya perdió dos años, sólo con el actual inquilino de Los Pinos, porque sus cuatro antecesores tampoco dieron golpe. Tanta “angustia” en el discurso oficial por la creciente cuan onerosa importación de gasolina y otros petrolíferos, y resulta que en 31 años el gobierno federal (en sus últimas cinco presentaciones sexenales) no ha construido una sola refinería en la República (de hecho cerró una, la de Azcapotzalco, en 1991, por ser altamente contaminante; sin reponerla la convirtió, o pretendió hacerlo, en “parque ecológico”).

En el balance, a estas alturas México cuenta con seis refinerías en operación (Cadereyta, Salamanca, Tula, Minatitlán, Salina Cruz y Madero), con una capacidad conjunta de un millón 284 mil barriles diarios (2007). La de mayor potencial (295 mil barriles diarios) es la de Salina Cruz, y la de menor, Madero (105 mil). Y como cereza, lo siguiente: de diciembre de 2002 a igual mes de 2007 la elaboración de petrolíferos en las refinerías existentes en territorio nacional apenas se incrementó uno por ciento (aunque desde que Calderón se instaló en Los Pinos ha caído en 0.8 por ciento), mientras la importación de estos productos creció, en igual periodo, 135 por ciento.

Las rebanadas del pastel

Pero qué más da: con la Bicentenario, ¿cuál es la prisa?… Y los ratones nacionales ya no se cubrieron de gloria; de panzazo tendrán su cuarto partido, que en realidad pinta para partida.

cfvmexico_sa@hotmail.com • mexicosa@infinitum.com.mx
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Comentarios

Anónimo ha dicho que…
ES YA UNA MENTIRA A LOS EJIDATARIOS QUE LES COMPRARON SUSU TIERRAS YA SE LAS ESTAN REGRESANDO TENGAMOS CUIDADO TODOS LOS MEXICANO TODO ESTO ES UN PLAN Y ESTAMOS CAYENDO EN ESTE PLAN DE CALDERON POR PRIVATIZAR

ESTE PENDEJO ES MAS LISTO QUE EL SALINAS PAERO ESTAMOS A TIEMPO , EN TULA YA SABEMOS QUE ESTO YA ES UN ENGAÑO
Anónimo ha dicho que…
Es muy normal que gobiernos neoliberales soporten su administración en el deterioro del patrimonio nacional, retardando toda acción necesaria para el buen funcionamiento de los activos de la nación, para después, chatarrizada, se pueda vender a los zopilotes privados a precios de ganga. Esto es lo que han hecho con Luz y Fuerza del Centro, con las plantas generadoras de CFE que se han detenido para posibilitar la compra a particulares, con el Seguro Social y su falta de medicamentos y recursos para atender a sus derecho habientes, y con otras tantas dependencias que aún quedan en manos del Estado. Aparentemente se toman acciones "urgentes" (sólo en el discurso), cuando su verdadera intención es no hacer nada para que los activos se pudran y puedan participar (los tecnócratas dicen: "salvar" al Estado, ineficiente por naturaleza)en actividades altamente rentables, cuyas utilidades, en vez de fluir hacia la satisfacción de las necesidades del pueblo, vayan a parar a los bolsillos de los grandes magnates...
Anónimo ha dicho que…
HOLA SOY DELFÍN: ¡HAY FE-CAL FE-CAL! ¡DISCURSOS Y MÁS DISCURSOS! RESULTADO: ¡PURAS MENTIRAS! ¡PURA INEFICIENCIA! ¡SIGUES CAYENDO AL PANTANO DE LODO PODRIDO! ¡YÁ NI LOS PROPIOS PANISTAS TE QUIEREN! ¡TE ESTÁ CAYENDO EL PESO DE TUS PROPIAS MENTIRAS! ¡DECEPCIONASTE AL PUEBLO DE TULA HIDALGO CON TU POMPOSO DISCURSO DE LA NUEVA REFINERÍA! Y ASÍ VAS A IR CAYENDO HASTA QUE EL PUEBLO DE MÉXICO TE IGNORE ¡POR MENTIROSO Y TRAIDOR!.
Anónimo ha dicho que…
HOLA PARA DELFIN:CON TODO RESPETO, ME GUSTAN TUS COMENTARIOS, PERO ESTE NO TANTO NO BASTA CON QUE EL PUEBLO LO IGNORE, ESO SERIA LO MINIMO QUE SE MERECE ESTE ESPURIO DE SER HUMANO SE TIENE QUE HACER JUSTICIA ANTES DE QUE SE ACABE SU SEXENIO ESTO TRAIDORES QUE ME DAN ASCO DE SOLO MENCIONARLOS NO NPUEDEN IRSE IMPUNES DE TODO ESTE MAL QUE LE ESTAN HACIENDO AL PUEBLO ESTO QUE HACEN Y QUE DICEN ES SOLO UNA BURLA NOS TRATAN DE IGNORANTES, DEJADOS Y DE ESO NOSOTROS TENEMOS LA CULPA POR SER UN PUEBLO DE AGACHONES PARA QUE MEXICO CAMBIE Y SEA EL MEXICO QUE DEBERIA SER NECESITAMOS CAMBIAR NOSOTROS COMO MEXICANOS Y NO PERMITIR QUE ESTA GENTE NOS HAGA ESTAS INJUSTICIAS PERO EN FIN COMO DICES DELFIN PRONTO LLEGARA EN QUE A NOSOTROS COMO PUEBLO NOS TOQUE COBRAR UNA A UNA TODAS SUS MARRANADAS