Rodríguez Zapatero, "consciente" de las consecuencias de su plan de ajuste
Armando G. Tejeda
Corresponsal
Periódico La Jornada
Martes 22 de noviembre de 2011, p. 23
José Luis Rodríguez Zapatero, presidente saliente del gobierno español, al llegar ayer a la rueda de prensa que ofreció en MadridFoto Reuters
Madrid, 21 de noviembre. El socialista José Luis Rodríguez Zapatero, presidente saliente del gobierno de España, asumió hoy la derrota de las elecciones celebradas ayer en las que barrió la derecha. Sostuvo que era "consciente" de las consecuencias al llevar a cabo el plan de ajuste de los últimos dos años, en el que se cercenaron importantes políticas sociales, se congelaron las pensiones y se redujo el sueldo de funcionarios.
Un día después de la histórica derrota del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Rodríguez Zapatero declaró, tras una reunión con la cúpula del partido, que el país afronta desafíos que no se habían presentado desde el retorno de la democracia en 1976. "Es una situación singular y excepcional, que ha obligado a tomar decisiones difíciles, y yo dije que sería cueste lo que cueste porque las consideraba imprescindibles para la estabilidad y garantía de España".
Tras señalar que "acudíamos a estas elecciones con el viento en contra", Rodríguez Zapatero indicó que asume "con preocupación" el resultado de los comicios en los que la derecha arrasó para conquistar 186 escaños contra 110 de los socialistas. Subrayó que "lo que importa es que España mantenga su solvencia, que garantice la estabilidad financiera, su capacidad de financiación y se abra un horizonte de recuperación, que es lo que ansían los ciudadanos".
El político socialista manifestó no sentirse maltratado ni por su partido ni por la ciudadaía. "Sólo tengo motivos de agradecimiento a mis compañeros y a los ciudadanos que por dos veces me han llevado a la presidencia del gobierno."
Por lo pronto, se convocó a un congreso ordinario en el PSOE para febrero próximo, en el que se pretende iniciar la refundación de una formación política que en los últimos cuatro años en el gobierno asumió con disciplina todas las recomendaciones de los llamadas "mercados" y las agencias de calificación de riesgo para luchar contra la crisis, y dejó de herencia la tasa de desempleo más alta de la historia, con cinco millones de personas, lo que representa 21.4 por ciento de la población activa.
Desde el lado de los ganadores, el favorito para ocupar la cartera de Economía, Miguel Arias Cañeras, proclamó que "los mercados no esperan a que se constituyan las cámaras y se nombren ministros", al reclamar que se adelante el traspaso de poderes "pasando por encima de los requisitos legales".
Mariano Rajoy, el triunfador de los comicios generales celebrados este domingo, mantuvo una agenda intensa, sobre todo con los responsables de la economía del país y con los principales dirigentes políticos europeos, con los que estaría coordinando las acciones inmediatas para defender la estabilidad del país frente a la ofensiva de "los mercados".
El conservador PP logró ayer un triunfo histórico, con el mejor resultado desde la restauración de la democracia tras la dictadura fascista de Francisco Franco, al obtener 186 escaños, superando por amplio margen los 175 que otorgan la mayoría absoluta. La derecha española controlará prácticamente todas las instituciones del país, ya que además gobierna en 13 de las 17 comunidades autónomas y en las dos terceras partes de las capitales de las 50 provincias españolas. Nunca en la democracia española un partido político había acumulado tanto poder, ni siquiera el PSOE en 1982, cuando el entonces presidente Felipe González obtuvo 202 diputados en el Parlamento.
Rajoy es un gallego de larga trayectoria en la vida política, de profesión notario y muy vinculado a los sectores más conservadores durante la administración de José Maria Aznar, del que fue ministro de Educación, de Interior, vicepresidente y sucesor como máximo líder de la derecha española. Rajoy perdió en dos ocasiones las elecciones frente al presidente saliente, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero.
Rajoy, quien recibió felicitaciones de líderes de todo el mundo, mantuvo hoy una agenda privada y ya como futuro presidente de gobierno inició los contactos con la administración saliente para agilizar al máximo el traspaso de poder que, si se respeta la Constitución, deberían efectuar las Cortes el próximo 13 de diciembre. De ahí se convoca al primer pleno, el de la investidura del nuevo gobierno. Pero la inestabilidad financiera y los vaivenes económicos provocados por "los mercados" fueron los argumentos del PP para reclamar una aceleración del proceso, que la ley sólo permite en casos "extraordinarios".
En el País Vasco, donde la gran noticia fueron los siete escaños que conquistó la coalición abertzale (nacionalista) Amaiur, habló el vocero Iñaki Antigüedad, quien le recordó al futuro mandatario español que “a partir de ahora depende de su gestión canalizar la crisis territorial y la izquierda abertzale seguirá trabajando por un cambio de marco jurídico-político y por caminar hacia un cambio de modelo socioeconómico”.
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Martes 22 de noviembre de 2011, p. 23
José Luis Rodríguez Zapatero, presidente saliente del gobierno español, al llegar ayer a la rueda de prensa que ofreció en MadridFoto Reuters
Madrid, 21 de noviembre. El socialista José Luis Rodríguez Zapatero, presidente saliente del gobierno de España, asumió hoy la derrota de las elecciones celebradas ayer en las que barrió la derecha. Sostuvo que era "consciente" de las consecuencias al llevar a cabo el plan de ajuste de los últimos dos años, en el que se cercenaron importantes políticas sociales, se congelaron las pensiones y se redujo el sueldo de funcionarios.
Un día después de la histórica derrota del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Rodríguez Zapatero declaró, tras una reunión con la cúpula del partido, que el país afronta desafíos que no se habían presentado desde el retorno de la democracia en 1976. "Es una situación singular y excepcional, que ha obligado a tomar decisiones difíciles, y yo dije que sería cueste lo que cueste porque las consideraba imprescindibles para la estabilidad y garantía de España".
Tras señalar que "acudíamos a estas elecciones con el viento en contra", Rodríguez Zapatero indicó que asume "con preocupación" el resultado de los comicios en los que la derecha arrasó para conquistar 186 escaños contra 110 de los socialistas. Subrayó que "lo que importa es que España mantenga su solvencia, que garantice la estabilidad financiera, su capacidad de financiación y se abra un horizonte de recuperación, que es lo que ansían los ciudadanos".
El político socialista manifestó no sentirse maltratado ni por su partido ni por la ciudadaía. "Sólo tengo motivos de agradecimiento a mis compañeros y a los ciudadanos que por dos veces me han llevado a la presidencia del gobierno."
Por lo pronto, se convocó a un congreso ordinario en el PSOE para febrero próximo, en el que se pretende iniciar la refundación de una formación política que en los últimos cuatro años en el gobierno asumió con disciplina todas las recomendaciones de los llamadas "mercados" y las agencias de calificación de riesgo para luchar contra la crisis, y dejó de herencia la tasa de desempleo más alta de la historia, con cinco millones de personas, lo que representa 21.4 por ciento de la población activa.
Desde el lado de los ganadores, el favorito para ocupar la cartera de Economía, Miguel Arias Cañeras, proclamó que "los mercados no esperan a que se constituyan las cámaras y se nombren ministros", al reclamar que se adelante el traspaso de poderes "pasando por encima de los requisitos legales".
Mariano Rajoy, el triunfador de los comicios generales celebrados este domingo, mantuvo una agenda intensa, sobre todo con los responsables de la economía del país y con los principales dirigentes políticos europeos, con los que estaría coordinando las acciones inmediatas para defender la estabilidad del país frente a la ofensiva de "los mercados".
El conservador PP logró ayer un triunfo histórico, con el mejor resultado desde la restauración de la democracia tras la dictadura fascista de Francisco Franco, al obtener 186 escaños, superando por amplio margen los 175 que otorgan la mayoría absoluta. La derecha española controlará prácticamente todas las instituciones del país, ya que además gobierna en 13 de las 17 comunidades autónomas y en las dos terceras partes de las capitales de las 50 provincias españolas. Nunca en la democracia española un partido político había acumulado tanto poder, ni siquiera el PSOE en 1982, cuando el entonces presidente Felipe González obtuvo 202 diputados en el Parlamento.
Rajoy es un gallego de larga trayectoria en la vida política, de profesión notario y muy vinculado a los sectores más conservadores durante la administración de José Maria Aznar, del que fue ministro de Educación, de Interior, vicepresidente y sucesor como máximo líder de la derecha española. Rajoy perdió en dos ocasiones las elecciones frente al presidente saliente, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero.
Rajoy, quien recibió felicitaciones de líderes de todo el mundo, mantuvo hoy una agenda privada y ya como futuro presidente de gobierno inició los contactos con la administración saliente para agilizar al máximo el traspaso de poder que, si se respeta la Constitución, deberían efectuar las Cortes el próximo 13 de diciembre. De ahí se convoca al primer pleno, el de la investidura del nuevo gobierno. Pero la inestabilidad financiera y los vaivenes económicos provocados por "los mercados" fueron los argumentos del PP para reclamar una aceleración del proceso, que la ley sólo permite en casos "extraordinarios".
En el País Vasco, donde la gran noticia fueron los siete escaños que conquistó la coalición abertzale (nacionalista) Amaiur, habló el vocero Iñaki Antigüedad, quien le recordó al futuro mandatario español que “a partir de ahora depende de su gestión canalizar la crisis territorial y la izquierda abertzale seguirá trabajando por un cambio de marco jurídico-político y por caminar hacia un cambio de modelo socioeconómico”.
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