Tras fallar la Corte, La Jornada puede ir a instancias internacionales: Miguel Concha
Fernando Camacho Servín
Periódico La Jornada
Viernes 25 de noviembre de 2011, p. 11
El rechazo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) a otorgar el amparo solicitado por La Jornada en contra de la sentencia que absolvió de la acusación de daño moral a la revista Letras Libres es un ataque al ejercicio responsable de la libertad de expresión y normaliza la calumnia en el trabajo periodístico, advirtieron activistas de derechos humanos.
Miguel Concha, director del Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria y articulista de este diario, señaló que el fallo promovido por el ministro Arturo Zaldívar representa una "tragedia" para el ejercicio responsable de la libertad de expresión en México, porque a partir de ahora se puede acusar sin fundamentos ni pruebas, sin que ninguna persona o medio informativo pueda alegar que ha sufrido daño moral.
“El derecho a la libertad de expresión tiene como uno de sus límites no afectar a terceros ni poner en riesgo a los directivos y trabajadores de un medio. Me llama la atención que la SCJN ni siquiera consideró el derecho humano de réplica, ni obliga a Letras Libres a proporcionar la aclaración que le solicitó La Jornada. No es una resolución imparcial ni está hecha con los fundamentos del derecho.”
En concordancia con lo que señalaron otros articulistas de esta casa editorial, Concha alertó que "nos encontramos en una situación en la que se quiere hacer pasar la libertad de expresión como libertad para calumniar, y el ejercicio del derecho responsable a la libertad de expresión como un delito contra la seguridad del Estado, y eso es muy grave".
No obstante, llamó a que los medios de comunicación independientes sigan ejerciendo su trabajo de forma crítica y responsable, a pesar de resoluciones “lamentables, aberrantes y hasta contradictorias.
"Eso no nos debe amedrentar; incluso hay instancias internacionales a las que se podría recurrir. Es cosa de que el periódico vea sus oportunidades."
El director del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, Abel Barrera, consideró que mediante ese fallo se busca justificar una agresión contra un diario "comprometido con las causas más profundas de la sociedad, lo que lleva a ciertos sectores conservadores a denigrarlo y tratar de colocarlo fuera de la legalidad".
Al resolver la disputa en el sentido en que lo hizo, subrayó, la SCJN descontextualiza el problema central, que es el peligro de que ahora cualquier persona o medio informativo pueda difamar a otro sin que tenga la necesidad de comprobar sus dichos.
"Es lamentable minimizar los ataques a un medio escudándose en la libertad de expresión. Hay ahí una interpretación mal hecha para seguir justificando posturas conservadoras que buscan colocar fuera de la legalidad a periódicos con un compromiso fuerte con la sociedad."
Se trata, agregó Barrera, de una "tendencia muy peligrosa en estos tiempos de intolerancia, sobre todo tratando de desacreditar visiones legítimas y bien cimentadas en la lucha por la justicia. Se trata de mantener el control de los medios y esconder una postura fascista que señala a algunas voces como peligros para la libertad o la democracia".
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Periódico La Jornada
Viernes 25 de noviembre de 2011, p. 11
El rechazo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) a otorgar el amparo solicitado por La Jornada en contra de la sentencia que absolvió de la acusación de daño moral a la revista Letras Libres es un ataque al ejercicio responsable de la libertad de expresión y normaliza la calumnia en el trabajo periodístico, advirtieron activistas de derechos humanos.
Miguel Concha, director del Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria y articulista de este diario, señaló que el fallo promovido por el ministro Arturo Zaldívar representa una "tragedia" para el ejercicio responsable de la libertad de expresión en México, porque a partir de ahora se puede acusar sin fundamentos ni pruebas, sin que ninguna persona o medio informativo pueda alegar que ha sufrido daño moral.
“El derecho a la libertad de expresión tiene como uno de sus límites no afectar a terceros ni poner en riesgo a los directivos y trabajadores de un medio. Me llama la atención que la SCJN ni siquiera consideró el derecho humano de réplica, ni obliga a Letras Libres a proporcionar la aclaración que le solicitó La Jornada. No es una resolución imparcial ni está hecha con los fundamentos del derecho.”
En concordancia con lo que señalaron otros articulistas de esta casa editorial, Concha alertó que "nos encontramos en una situación en la que se quiere hacer pasar la libertad de expresión como libertad para calumniar, y el ejercicio del derecho responsable a la libertad de expresión como un delito contra la seguridad del Estado, y eso es muy grave".
No obstante, llamó a que los medios de comunicación independientes sigan ejerciendo su trabajo de forma crítica y responsable, a pesar de resoluciones “lamentables, aberrantes y hasta contradictorias.
"Eso no nos debe amedrentar; incluso hay instancias internacionales a las que se podría recurrir. Es cosa de que el periódico vea sus oportunidades."
El director del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, Abel Barrera, consideró que mediante ese fallo se busca justificar una agresión contra un diario "comprometido con las causas más profundas de la sociedad, lo que lleva a ciertos sectores conservadores a denigrarlo y tratar de colocarlo fuera de la legalidad".
Al resolver la disputa en el sentido en que lo hizo, subrayó, la SCJN descontextualiza el problema central, que es el peligro de que ahora cualquier persona o medio informativo pueda difamar a otro sin que tenga la necesidad de comprobar sus dichos.
"Es lamentable minimizar los ataques a un medio escudándose en la libertad de expresión. Hay ahí una interpretación mal hecha para seguir justificando posturas conservadoras que buscan colocar fuera de la legalidad a periódicos con un compromiso fuerte con la sociedad."
Se trata, agregó Barrera, de una "tendencia muy peligrosa en estos tiempos de intolerancia, sobre todo tratando de desacreditar visiones legítimas y bien cimentadas en la lucha por la justicia. Se trata de mantener el control de los medios y esconder una postura fascista que señala a algunas voces como peligros para la libertad o la democracia".
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