Empleado de Bimbo en huelga de hambre; reclama indemnización por despido injustificado
Redacción Emet - apro
Xalapa, Ver.-René Fausto Martínez Curiel, empleado de la bodega Bimbo ubicada en el municipio de Río Blanco, en el corredor industrial Córdoba-Orizaba, se encuentra en huelga de hambre desde el pasado lunes 18, en protesta por despido injustificado y atropellos laborales cometidos por la empresa y el sindicato.
Al cumplir un ayuno de 72 horas, confiesa vía telefónica que se encuentra “débil”.
Cuenta que ha pasado frío y hambre, que ha padecido fiebre y otras
molestias propias de la falta de alimento. Por si fuera poco, refiere
que la tarde del miércoles 20, personal de seguridad de Bimbo intentó
desalojarlo por la fuerza.
Inicialmente, la empresa sólo le ofreció 10 mil pesos de indemnización, pero cuando la prensa local dio cuenta de que su despido fue injustificado la oferta subió a 100 mil.
Martínez Curiel señala que hoy está “solo contra el mundo”, ya que en la agencia de Bimbo Río Blanco los directivos le dieron la espalda, al igual que su sindicato de Veracruz, pues el líder Daniel Huerta, pretextó que en nada podía apoyarlo.
A escala nacional, el líder del Sindicato de Panaderos y Harineros, Felipe Barrientos, le ofreció apoyo en un principio, pero al tercer día del ayuno –miércoles 20– reculó y recomendó a Martínez Curiel aceptar la liquidación.
“En un principio vi el apoyo y luego siempre no; quiero pensar que hubo presiones de Bimbo México, o no lo sé, a lo mejor vieron una amenaza de que más empleados se sublevaran”, explica Martínez Curiel vía telefónica.
Alrededor de su templete de protesta reposa su esposa María Julia Pérez, y desde el auricular se escuchan los murmullos de sus hijos; el empleado de bodega de Bimbo detalla que tiene tres retoños, uno de 4 años, otro de 14 y el mayor de 18.
“Por ellos, por mis hijos, llevaré la huelga hasta las últimas consecuencias. O me dan una indemnización justa (exige 500 mil pesos), o me reinstalan en mi puesto de trabajo”, advierte.
Relata que llevaba siete años y cuatro meses de trabajar en la agencia Bimbo de Río Blanco y, de acuerdo con su gremio sindical, al cumplir ocho años debería recibir una gratificación denominada “ayuda mutualista” por 90 mil pesos.
Esa cantidad onerosa pudo haber sido el motivo de despido de Martínez Curiel y haber despertado la avaricia del gerente y líder sindical, “porque de buenas a primeras empezó el hostigamiento laboral, los malos tratos, y de ahí el despido injustificado”, explica el entrevistado.
Mientras se realiza la charla, un médico de Protección Civil Municipal le realiza un chequeo: “Si fallezco, los responsables serán mis jefes Marco Antonio Romero Garduño y Edwin Omar Gil Bandala”, advierte.
Como colofón, Rene Fausto recrimina a Bimbo que dónde quedaron los valores que siempre resalta la empresa a sus nuevos empleados:
“Ver siempre al otro como persona, nunca como un instrumento” y “buscar que nuestro personal se desarrolle y realice plenamente”, repite el ideario de la poderosa panificadora.
Xalapa, Ver.-René Fausto Martínez Curiel, empleado de la bodega Bimbo ubicada en el municipio de Río Blanco, en el corredor industrial Córdoba-Orizaba, se encuentra en huelga de hambre desde el pasado lunes 18, en protesta por despido injustificado y atropellos laborales cometidos por la empresa y el sindicato.
Al cumplir un ayuno de 72 horas, confiesa vía telefónica que se encuentra “débil”.
Cuenta que ha pasado frío y hambre, que ha padecido fiebre y otras
molestias propias de la falta de alimento. Por si fuera poco, refiere
que la tarde del miércoles 20, personal de seguridad de Bimbo intentó
desalojarlo por la fuerza.Inicialmente, la empresa sólo le ofreció 10 mil pesos de indemnización, pero cuando la prensa local dio cuenta de que su despido fue injustificado la oferta subió a 100 mil.
Martínez Curiel señala que hoy está “solo contra el mundo”, ya que en la agencia de Bimbo Río Blanco los directivos le dieron la espalda, al igual que su sindicato de Veracruz, pues el líder Daniel Huerta, pretextó que en nada podía apoyarlo.
A escala nacional, el líder del Sindicato de Panaderos y Harineros, Felipe Barrientos, le ofreció apoyo en un principio, pero al tercer día del ayuno –miércoles 20– reculó y recomendó a Martínez Curiel aceptar la liquidación.
“En un principio vi el apoyo y luego siempre no; quiero pensar que hubo presiones de Bimbo México, o no lo sé, a lo mejor vieron una amenaza de que más empleados se sublevaran”, explica Martínez Curiel vía telefónica.
Alrededor de su templete de protesta reposa su esposa María Julia Pérez, y desde el auricular se escuchan los murmullos de sus hijos; el empleado de bodega de Bimbo detalla que tiene tres retoños, uno de 4 años, otro de 14 y el mayor de 18.
“Por ellos, por mis hijos, llevaré la huelga hasta las últimas consecuencias. O me dan una indemnización justa (exige 500 mil pesos), o me reinstalan en mi puesto de trabajo”, advierte.
Relata que llevaba siete años y cuatro meses de trabajar en la agencia Bimbo de Río Blanco y, de acuerdo con su gremio sindical, al cumplir ocho años debería recibir una gratificación denominada “ayuda mutualista” por 90 mil pesos.
Esa cantidad onerosa pudo haber sido el motivo de despido de Martínez Curiel y haber despertado la avaricia del gerente y líder sindical, “porque de buenas a primeras empezó el hostigamiento laboral, los malos tratos, y de ahí el despido injustificado”, explica el entrevistado.
Mientras se realiza la charla, un médico de Protección Civil Municipal le realiza un chequeo: “Si fallezco, los responsables serán mis jefes Marco Antonio Romero Garduño y Edwin Omar Gil Bandala”, advierte.
Como colofón, Rene Fausto recrimina a Bimbo que dónde quedaron los valores que siempre resalta la empresa a sus nuevos empleados:
“Ver siempre al otro como persona, nunca como un instrumento” y “buscar que nuestro personal se desarrolle y realice plenamente”, repite el ideario de la poderosa panificadora.
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