La virtud del voto útil - Editorial Revista EMET
El voto útil tiene la gran virtud de la efectividad, y si se vota en contra del PRI y a favor de candidato que puede evitar su regreso dígase AMLO, se puede compensar con un voto diferenciado
Editorial
A casi una semana de terminar el proceso electoral, el escenario que vislumbramos es el inminente final de fotografía. La razón de esta tesis es que Andrés Manuel López Obrador va adelante en las preferencias electorales, pero el PRI rescatará todas sus prácticas ilícitas para imponer a Peña Nieto como presidente de México. De ahí que los ciudadanos mexicanos tendremos la responsabilidad de cuidar al máximo la elección.
Como ya lo hemos analizado, la estrategia del PRI a través de Televisa y las principales casas encuestadoras, posicionaron la idea de que el primer lugar es de Peña Nieto y el segundo lugar es un empate técnico entre Andrés Manuel y Vázquez Mota. De hecho, la estrategia de Peña al no asistir al debate convocado por el movimiento estudiantil Yo Soy 132, fue precisamente con la intención de que hubiera una igualdad de números entre estos actores; pues al no tener definido el segundo lugar, no podría surgir el voto útil.
No obstante, la realidad indica que Vázquez Mota está en un lejano tercer lugar y la disputa se centra por tanto entre AMLO y EPN. De esta manera la pertinencia del voto útil es necesaria en tanto que sólo así se podrán frenar las pillerías del PRI corrupto. A menor margen de maniobra, menor posibilidad de cometer un fraude.
El termómetro social señala que hay muchos ciudadanos que no quieren al PRI de regreso, pero tampoco les simpatiza AMLO y saben que su voto al PAN no tendrá utilidad en cuanto a que Vázquez Mota no tiene posibilidades de triunfo; por ello, el llamado que hacemos desde esta casa editorial es una invitación a la reflexión –sobretodo a esos electores indecisos– a que pongan en balanza si prefieren el regreso del PRI o experimentar un cambio.
El voto útil tiene la gran virtud de la efectividad, y si se vota en contra del PRI y a favor de candidato que puede evitar su regreso –dígase AMLO–, se puede compensar con un voto diferenciado. Es decir, si un panista o apartidista vota para presidente por AMLO, puede también repartir sus votos para senador, diputados y cargos públicos de su localidad, entre otros partidos.
Ya utilizamos el voto útil en el año 2000, pese a que muchos dicen que ganó Vicente Fox, la realidad histórica nos dice que lo que sucedió fue que perdió el PRI. Se castigó de manera ejemplar a un partido que había ostentado el poder por casi setenta años y que nos había dejado en la miseria. Hoy el llamado voto útil es más necesario que nunca; pues estaríamos en el camino de consolidar nuestra incipiente democracia dando el verdadero valor al sufragio e impidiendo el regreso de un partido corrupto y autoritario.
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