Piden sindicatos franceses a Hollande apoyar a trabajadores en reforma laboral

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El presidente de Francia, Francois Hollande (derecha), este miércoles durante una reunión con el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy (izquierda), en el Palacio del Eliseo en ParísFoto Reuters
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Periódico La Jornada
Jueves 6 de septiembre de 2012, p. 24
París, 5 de septiembre. Los sindicatos franceses exigien al presidente Francois Hollande que los respalde a ellos, no a los empleadores, en cruciales negociaciones sobre una reforma laboral, lo que prepara el escenario para una confrontación potencialmente perjudicial con pocas probabilidades de una rápida solución.
Hollande acudió a los líderes empresariales en busca de sugerencias sobre cómo hacer que las firmas francesas sean más competitivas, luego de pasar meses desde su elección en mayo atrayendo a los sindicatos con medidas como un alza del salario mínimo y un plan de creación de empleo financiado por el Estado.
Pero las soluciones del mundo empresarial –dolorosas reformas para bajar los costos salariales y aliviar las restricciones a la contratación y el despido– han agriado las relaciones de los sindicatos con el presidente socialista.
“Ante el empeoramiento de la crisis, el gobierno tendrá que admitir que éstos son enfoques contradictorios –los de los empleadores y los nuestros– y deberá tomar una decisión”, sostuvo Bernard Thibault, jefe de la agrupación sindical CGT.
Las tensiones entre los dos bandos se están acrecentando de cara a las negociaciones, que podrían empezar a partir de octubre, y dos sindicatos de línea dura amenazan con boicotear el diálogo. El gobierno va a tener que explicar las cosas claramente, sostuvo esta semana Jean-Claude Mailly, jefe del sindicato FO. ¿Se está moviendo para satisfacer las demandas de los empleadores, que siempre están pidiendo más, o va a dar pasos a favor de los trabajadores, inquirió.
Una semana antes de que el gobierno distribuya un documento para definir las próximas negociaciones sobre el mercado laboral, Mailly advirtió que se retirará del proceso si la palabra flexibilidad aparece en la agenda.
Todo es posible, señaló. Si los conflictos tienen que surgir, surgirán. Nosotros ya hemos hecho suficientes advertencias, expresó. Thibault, del CGT, consideró que Francia no debería seguir a España e Italia en aprobar reformas porque el empeoramiento de la tasa de desempleo había demostrado que no dan resultado. Ambos países han buscado reducir los privilegios de los sindicatos y flexibilizar sus mercados laborales.
Hasta el momento Francia ha evitado tomar esas medidas. Pero ante el estancamiento de la economía y con un índice de desempleo en máximos de 13 años, Hollande se está quedando rápidamente sin argumentos para demostrar que la segunda economía de la zona euro merece tener costos de endeudamiento excepcionalmente bajos.

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