G-8: Que las trasnacionales paguen impuestos

Globalifóbicos protestan contra la presencia del G-8 en Irlanda. Foto: AP
Globalifóbicos protestan contra la presencia del G-8 en Irlanda.
Foto: AP
 
LONDRES (apro).- Del 17 al 18 de junio los gobernantes de los países del G-8 —el Grupo de los Ocho países más poderosos del planeta (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón, Reino Unido y Rusia)— se reunirán en la localidad norirlandesa de Lough Erne, frente a los lagos de Fermanagh, para buscar soluciones a los crecientes desafíos globales.
En medio de crecientes protestas anticapitalistas en todo Gran Bretaña, por las cuales ya fueron detenidas más de un centenar de personas, los dirigentes del G-8 tienen prevista una agenda muy apretada de temas que van desde la lucha contra la evasión fiscal, los controles a paraísos fiscales y la situación de violencia en Siria hasta la respuesta global a problemas como la demencia o la desnutrición infantil.
Reino Unido es presidente rotativo del G-8, y su primer ministro, David Cameron, buscará enfocar la cita en temas de desarrollo para economías más abiertas, mayor transparencia gubernamental y la participación ciudadana.
Su lema elegido para esta cita fue el que llamó de las tres “T”: trade (comercio), tax (impuestos) y transparency (Transparencia).
En la cumbre de Irlanda del Norte, a la que asistirán, entre otros, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama; el presidente ruso, Vladimir Putin; la canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro italiano, Gianni Letta, se tratarán los siguientes temas:
1.- Transparencia impositiva. En los últimos meses se ha puesto atención a los asuntos impositivos de grandes corporaciones multinacionales como Google, Amazon, Starbucks, Apple y McDonald’s, muchas de ellas acusadas de haber evadido impuestos por cientos de millones de dólares en los países donde operan, especialmente en la República de Irlanda y el Reino Unido.
Aunque el tema causó un escándalo en el plano internacional, cada una de las organizaciones acusadas sostuvo que no violó ley alguna.
Los gobernantes mundiales sostienen que el problema radica en que el sistema impositivo internacional es anticuado y no está en línea con las prácticas de negocio actuales, como tampoco con lo que piensa la opinión pública.
El G-8 indicó que está determinado a introducir una serie de regulaciones de transparencia impositiva, nuevos estándares globales para el intercambio de información entre las autoridades impositivas y mejores controles globales del fisco.
De todos modos, ello sólo se podrá lograr si existe un consenso unánime entre todos los miembros del grupo. En caso contrario, aquellos países que introduzcan legislaciones impositivas más estrictas perderán negocios y oportunidades comerciales frente a aquellas naciones que no lo hagan. Los analistas y expertos sostienen que la cumbre en Irlanda del Norte será el primer paso en un largo proceso que podría llevar varios años hasta implementarse en su totalidad, principalmente por las presiones de las mismas multinacionales y sus intereses económicos.
Respecto de los paraísos fiscales, Cameron tratará de hallar un consenso con los territorios británicos de ultramar, incluidos aquellos de Bermudas, Jersey y las Islas Vírgenes británicas, para erradicar la evasión fiscal e impositiva. El mandatario y los ministros de diez territorios británicos de ultramar buscarán firmar un acuerdo que permita compartir información bancaria en esos distritos.
Cameron espera que los paraísos fiscales británicos firmen una convención de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) sobre asuntos fiscales, la cual busca poner fin a la evasión impositiva.
Varios territorios británicos de ultramar habían acordado un intercambio automático de información bancaria con algunas economías occidentales, aunque no tan amplia como prescribe la convención.
En mayo pasado, Cameron le había escrito una carta a esos territorios, en la que indicó que el G-8 quiere “tirar las paredes del secreto corporativo” para que se sepa quién es realmente dueño y controla las empresas.
La misiva —que pedía acciones concretas en temas fiscales e impositivos— fue enviada a las autoridades de Bermudas, las Islas Vírgenes británicas, las Islas Caimán, Gibraltar, Anguila, Montserrat, las Turcas y Caicos, la isla de Jersey, Guernsey y la Isla de Man.
Muchos de esos territorios expresaron enojo con el gobierno británico por haberlos calificado como paraísos fiscales, y dijeron temer que sus economías puedan verse ahora amenazadas al dejar de ser competitivas.
Según el organismo no gubernamental ActionAid, uno de cada dos dólares de grandes compañías de inversión en países en desarrollo opera a través de algún paraíso fiscal.
La ONG también destacó que 98 de las empresas multinacionales que cotizan en el índice FTSE-100 de la Bolsa de Londres cuenta con compañías en paraísos fiscales.
Melanie Ward, jefa de campañas de ActionAid UK, declaró que es “muy posible” lograr un acuerdo durante la reunión del G-8 para erradicar la evasión fiscal “que funcione en el interés de los países ricos y pobres”.
“El Primer Ministro ha dicho que lo logrará, pero la cuestión es si tendrá las agallas para conseguirlo. El primer examen está en el patio trasero del Reino Unido: tratar de poner fin a la evasión fiscal e impositiva en diez de los territorios británicos de ultramar”, agregó.
Brendan Cox, portavoz de la campaña If, una coalición de 200 grupos que pide al G-8 el fin de los paraísos fiscales, sostuvo que Cameron “debe cumplir con sus promesas. Al poner la casa en orden (en Gran Bretaña), tendrá la oportunidad de lograr un objetivo más amplio en la cumbre”, subrayó.
Cameron y su secretario del Tesoro, George Osborne, aún no se han puesto de acuerdo acerca de cuán lejos deberían ir las medidas acordadas por los gobernantes del G-8 para que se facilite conocer quiénes son los verdaderos dueños de compañías y bienes, frente a una creciente oposición de países como Estados Unidos y Canadá.
Osborne también enfrenta oposición por parte del sector de negocios en cuanto a imponer regulaciones excesivas a compañías para que reporten sus ganancias en un sistema país por país.
2.- Acuerdos de Libre Comercio entre Estados Unidos y la Unión Europea. El G-8 intentará establecer acuerdos de libre comercio entra la UE y Estados Unidos, para reducir los derechos de importación en ambas partes.
El gobierno británico ha indicado que si se crea una zona de libre comercio como está planeado, significaría al menos 10 mil millones de libras esterlinas (unos 15 mil 700 millones de dólares) adicionales a la economía de Gran Bretaña.
3.- Mayores vínculos comerciales dentro de África. En un intento por imitar las florecientes economías del sudeste de Asia, el G-8 busca facilitar mayores vínculos comerciales entre países africanos, principalmente entre las naciones en desarrollo de ese continente.
El G-8 prometió analizar formas para ayudar a los países africanos a reducir la enorme cantidad de burocracia que paraliza el crecimiento económico en esa región.
4.- Mayor transparencia financiera. Durante la cumbre se buscará hallar posiciones comunes para facilitar estándares globales comunes que permitan que compañías de extracción de recursos (como la minería) reporten todos sus pagos a los gobiernos y que esos gobiernos reporten esas ganancias a sus pueblos.
El objetivo de la iniciativa es incentivar la auto-inversión en países ricos en recursos naturales e igualar las condiciones para los negocios.
5.- Respuesta global a la demencia. El Grupo de los Ocho identificó la demencia como el principal peso a los sistemas de salud de todo el mundo. Como resultado, la cumbre se enfocará en explorar oportunidades para facilitar una mayor colaboración internacional al respecto y financiar más investigaciones científicas.
6.- La situación en Somalia y Siria. La reconstrucción de Somalia, tras años de sangrientos conflictos, será uno de los temas centrales de la cumbre. Si bien algunas de las zonas más afectadas de Somalia salieron de la clasificación de zona de hambruna en febrero de 2012, aún se mantienen en niveles de emergencia —ubicándose en la fase 4 de 5 en el sistema utilizado para clasificar a la inseguridad alimentaria— y alrededor de 2.3 millones de somalíes se encuentran aún en crisis.
El G-8 también considerará respuestas comunes al conflicto armado en Siria, a pesar de serios desacuerdos entre varios miembros del grupo (principalmente de Rusia) acerca de cómo lograr la paz en ese país.
7.- Lidiar con los efectos de conflictos. Los gobernantes de la reunión tienen previsto analizar formas de prevenir la violencia sexual durante conflictos bélicos, una de las prioridades solicitadas por Gran Bretaña a través de un plan que elaboró el canciller inglés, William Hague.
También se incluirán en ese punto negociaciones contra la proliferación y entrega de armas de destrucción masiva, con vistas a que el G-8 prometa eliminar todas las armas nucleares, al tiempo de mantener la seguridad internacional.
La cita en Irlanda del Norte ocurre en medio de protestas anticapitalistas planeadas en todo el Reino Unido. En ese sentido, Scotland Yard lanzó un amplio operativo policial contra manifestantes opositores a la cumbre del G-8, ante el temor de desmanes y disturbios en el centro de Londres por el llamado “Carnaval contra el Capitalismo”.
Detrás de las manifestaciones principales está el grupo StopG8, que prometió atacar al menos un centenar de “blancos capitalistas”, incluidos bancos, hoteles, negocios y sedes de servicios financieros en el céntrico barrio londinense de Westminster, como también la sede del centro comercial Fortnum & Mason y el Palacio de Buckingham.
También llamó a protestar fuera de bancos como Citi y Barclays, y de las embajadas de Arabia Saudita y Estados Unidos.
Los activistas prometieron atacar “100 direcciones del poder y la tiranía”.
Uno de los activistas, identificado como Silvester, declaró a Apro: “La humanidad va hacia su extinción. Estamos enfrentando la mayor crisis conocida hasta ahora. (…) Nosotros nos oponemos a los gobiernos y las corporaciones, y el G-8 es emblemático de todo eso”, agregó.
Debido a los temores de disturbios en Londres y Belfast, Scotland Yard pidió a sedes de fondos de inversión, bancos y otros establecimientos financieros que tomen precauciones.
El “Carnaval contra el Capitalismo” es parte de una semana de protestas organizadas en varias ciudades de Gran Bretaña, antes y durante la cumbre del G-8 en Lough Erne.
Belfast, que se encuentra muy cerca de Lough Erne, quedará virtualmente sitiada para la cumbre, con miles de policías desplegados dentro y fuera la ciudad, como también helicópteros que sobrevolarán la zona de la reunión.
La policía británica advirtió que empleará “mano dura” con los que violen la ley.
En abril de 2009, miles de manifestantes se enfrentaron con la Policía en las calles de Londres durante la cumbre del G-20 en la capital, que terminó con la muerte del vendedor de periódicos Ian Tomlinson, tras ser golpeado por agentes armados.
Y en 2005 miles de personas fueron arrestadas durante choques con la Policía en Escocia, en la última cumbre del G-8 realizada en el Reino Unido.
El Ministerio del Interior británico emitió el pasado 11 de junio un comunicado desde su sede en Londres, en el que indicó que las “protestas pacíficas” son parte vital de una sociedad democrática “siempre que se realicen dentro de la ley”.
“El derecho a la protesta pacífica no se extiende a comportamientos violentos o amenazadores y la Policía cuenta con poderes para lidiar con semejantes actos”, destacó.

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