Chávez no pudo expropiar en 2004 por respeto a la democracia (burguesa) que es una trampa
Chávez no pudo expropiar en 2004 por respeto a la democracia (burguesa) que es una trampa
Pedro Echeverría V.
1. Siempre es lo mismo en todos los países, con la
rara excepción de Cuba, de Rusia y de China donde pudieron asumir el
poder los trabajadores; digo “pudieron” porque no lo asumieron, dado que
una fuerte burocracia “legal” de partido “dirigente”, lo impidió. Esas
legalidades burguesas –muy clavadas en la mente- nos hacen actuar
subordinados a una serie de “legalidades” que la burguesía nos ha metido
en la cabeza por lo menos durante 400 años. Hugo Chávez después de ser
derrocado mediante un golpe de Estado en 2002, regresar al poder a los
dos días con apoyo del pueblo, y haber resistido la acometida petrolera,
estuvo en condiciones óptimas de fusilar, o por lo menos, encarcelar a
los golpistas e iniciar un proceso profundamente revolucionario. No lo
hizo por blandengue y ahora se está pagando todo.
2. ¿Qué es ser “blandengue”? Tiene que ver con miedo o
cobardía. Es no entender que el imperialismo y los empresarios
burgueses –en un caso parecido- hubiesen asesinado al pueblo sin
contemplaciones, tal como lo han hecho siempre; mantener un pensamiento
ingenuo, humanitario-cristiano frente a los enemigos; tener esperanzas
en que el imperialismo no intervendría y que el mundo apoyaría al
gobierno perdonavidas y pacifista. No comprender que la lucha de clases,
que se impone por los explotadores, es a muerte. ¿O pensó Chávez acaso
que los ricos que tienen el poder en algún momento estarían dispuestos a
compartirlo con los pobres y miserables? No he estudiado lo que pasó en
Nicaragua, pero podría ser interesante: ¿Por qué de revolución armada
sandinista se transformó en socialdemocracia burguesa?
3. En Rusia (1917), China (1949) y en Cuba (1959)
donde sí se registraron revoluciones armadas y toma violenta del poder,
éstas fueron al inicio radicales y se expropiaron a los poderosos
explotadores del país y extranjeros; fueron las únicas posibilidades de
que la política cambiara de raíz. Pero ahí estaban los yanquis
–victoriosos de la Primera y Segunda Guerra, impulsores de las Naciones
Unidas, así como poseedores de la bomba atómica y de una gran industria
armamentista- que amenazaron a los gobiernos de Lenin, Mao y Castro por
si continuaban extendiendo su revolución. Se toparon con el dueño del
mundo. Ello llevó a cambiar planes de “revolución mundial” para que
poco a poco se transformase en una burocracia en “espera”.
4. La izquierda de Chávez-Maduro requiere de mucho
apoyo y solidaridad ante la terrible amenaza de otro golpe de Estado.
Sin embargo no hay que esperar mucho de otros países, menos de los
atados al imperio, tal como México, Colombia o de Centroamérica. Lo más
importante en este momento es obligar a Maduro y al PSUV a actuar de
manera radical impulsando al pueblo –ese que por millones acudió al
sepelio de Hugo Chávez- a seguirlos. Se podría decir que esta es la
última oportunidad de Venezuela y América Latina para liberarse aunque
fuera un poco del dominio yanqui. Si Venezuela es derrotada y los EEUU
dominan totalmente la zona, retrocederíamos mucho.
5. Pero, ¿cuál solidaridad internacional contra el
golpismo del imperio contra Venezuela? El analista chileno Andrés
Figueroa ha escrito: “De esa solidaridad elemental se han excluido los
gobiernos alineados en el Tratado de Libre Comercio y de nítidos
objetivos geopolíticos en beneficio del Estado corporativo
norteamericano: la Alianza del Pacífico, compuesto por ahora por México,
Colombia, Perú y Chile. Añade: En el último país, la hace poco electa
por un 25% de personas habilitadas para sufragar, la Presidenta
Bachelet, pronta a asumir en menos de un mes, siguiendo la política pro
imperialista del ex presidente Lagos Escobar (quien fue el primero en
reconocer a los golpistas fracasados de 2002 contra Hugo Chávez) ha
guardado un silencio obsecuente en apoyo a las acciones emprendidas
contra el pueblo y el Ejecutivo venezolano”.
6. Contra el gobierno de Maduro los yanquis están
repitiendo la experiencia que impulsaron en Irak, Irán, Kosovo, Libia,
Siria, Ucrania y otros países creándoles fuertes oposiciones
mercenarias, muy bien armadas, para confrontar a sus gobiernos. ¿Está
pasando acaso hoy lo mismo en Bolivia, Argentina y Brasil donde los
yanquis tienen clavadas las manos creando y manipulando a sectores
derechistas de la población? Los gobiernos de Morales, Kitchner y
Rouseff, deben estar muy atentos en las estrategias desestabilizadoras
del imperio. No pueden comportarse como ingenuos o blandengues ante los
asesinos del mundo.
7. Poseo la esperanza en que después de la experiencia
del gobierno heroico, pero blandengue de Chávez (muy respetuoso de la
democracia burguesa que nos han metido hasta los huesos), el presidente
Maduro, el PSUV y la izquierda radical venezolana –junto a su pueblo-
sean capaces de resistir a la derecha y al imperio e impongan –así:
imponga sin contemplaciones- un gobierno fuerte contra la clase
empresarial que se ha valido de todos los medios para manipular a parte
del pueblo. Se sabe que los medios de información del mundo –al servicio
del gobierno de los EEUU- lanzarán sus gritos como llenas a los cuatro
vientos, pero un trabajo directo con el pueblo seguro contribuirá a
despertar la conciencia en muchos países. (23/II/14)
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