El sobrendeudamiento amenaza al sistema financiero mexicano

Roberto González Amador
 
Periódico La Jornada
Miércoles 12 de marzo de 2014, p. 24
 
 
Las autoridades financieras advirtieron este martes de un riesgo a la estabilidad del sistema financiero, derivado del incremento en las deudas de personas que obtienen créditos en los que el acreedor tiene certeza de pago, como los concedidos por los organismos públicos de vivienda, y al mismo tiempo reciben préstamos de instituciones bancarias, lo que puede derivar en un problema de sobrendeudamiento.
La advertencia fue hecha por las autoridades en un momento en que la cartera vencida en los préstamos que otorga la banca para el consumo de personas y familias –tarjetas de crédito, préstamos de nómina y personales– se situó en 34 mil 95 millones de pesos en enero pasado, el monto más alto en cuatro años y medio, de acuerdo con datos del Banco de México (BdeM).
Al mismo tiempo, las autoridades financieras consideraron que la normalización de la política monetaria en Estados Unidos, consistente en reducir las inyecciones de liquidez a su sistema financiero para estimular la economía después de la recesión de 2009, generó el riesgo de una reversión de los flujos de capital que en los últimos cinco años han entrado a niveles récord al mercado financiero mexicano.
Este martes se realizó la decimoquinta sesión ordinaria del Consejo de Estabilidad del Sistema Financiero (CESF), instancia en la que participan las principales autoridades del sector y que fue formado después de la recesión de 2009.
Los miembros del CESF analizaron los riesgos derivados de los productos de crédito que se ofrecen en el sistema financiero, cuyas características otorgan certidumbre de crédito al acreedor –como los préstamos del Infonavit o el Fovissste–, pero generan externalidades que terminan afectando al sistema en su conjunto, de acuerdo con un comunicado emitido por el órgano colegiado después de su reunión, que fue presidida por Luis Videgaray Caso, secretario de Hacienda, y a la que asistió también Agustín Carstens, gobernador del Banco de México.
Instancias como los organismos públicos de vivienda otorgan préstamos a trabajadores del sector privado y público, sin consultar previamente los burós de crédito que contienen el historial de pago de los usuarios del financiamiento. Así, una persona podría recibir un crédito para vivienda, que sería descontado por el acreedor directamente de la nómina, por lo que la certeza de pago es casi total, pero a la vez tener préstamos bancarios y por tanto correr el riesgo de sobrendeudarse.
En efecto, estos productos de crédito, al aumentar la certidumbre de cobro individual, pueden propiciar descuidos en los procesos de originación, así como en la evaluación de la calidad crediticia de las contrapartes, provocando sobreendeudamiento de los acreditados (receptores del préstamo) y una subestimación de los riesgos en que incurren los acreedores, indicó el comunicado.
A finales del año pasado, el Banco de México, en su publicación anual Reporte sobre el sistema financiero, advirtió sobre el riesgo que representan este tipo de préstamos.
Si bien se puede concluir que los intermediarios financieros, a nivel individual, han mantenido políticas prudentes de otorgamiento de crédito, a nivel del sistema existen algunos aspectos a los que es necesario dar un seguimiento estrecho para evitar que se constituyan en amenazas para la estabilidad financiera. Entre ellos, el informe mencionó los productos de crédito cuyas estructuras permiten mejorar la certeza de cobro de algunos acreedores en detrimento del resto.
Otorgantes de créditos deberían consultar a los burós
Definidos por el banco central como productos estructurados de crédito, este tipo de préstamos pueden representar una amenaza para el sistema financiero, debido a que el aumento en la certeza de pago a ciertos pasivos puede propiciar un mayor endeudamiento, menciona el documento.
Por ejemplo, abundó, los créditos que contienen una fuente de pago o garantías de mayor calidad crediticia que la derivada del comportamiento de pago de los usuarios de préstamos, pueden propiciar que los acreedores otorguen créditos sin tomar en cuenta la posibilidad de no ser la única fuente de financiamiento para el acreditado. Es decir, que tenga más de un préstamo por pagar con su salario.
“La mayor certeza en el cobro los puede llevar a otorgar préstamos al deudor, más allá de su capacidad real de pago, en detrimento en primer lugar de las carteras de crédito del resto de los intermediarios. Un ejemplo de esta situación lo representa el Infonavit, que a pesar de ser el otorgante de crédito a los hogares más importante del sistema financiero, no proporciona información a los burós de crédito y tampoco los suele consultar.
Los créditos otorgados por el Infonavit podrían afectar el desempeño del resto de la cartera de crédito a los hogares, debido a que el instituto de vivienda goza de una mayor certidumbre de cobro que el resto de los acreedores, toda vez que los pagos se deducen directamente de la nómina de los trabajadores. Esta situación debe enfrentarse a través de obligar a todos los otorgantes de crédito a reportar información a un buró y a consultarlo, indica el informe.
Después de publicado el reporte del banco central, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores informó, en diciembre pasado, que trabaja en reglas para que los organismos públicos de vivienda consulten los burós de crédito –donde se refleja el historial de cumplimiento o incumplimiento de pago de las personas– antes de otorgar los préstamos.
La volatilidad externa
En la reunión de este martes, el CESF también abordó los riesgos externos que enfrenta el sistema financiero mexicano. El principal que identificó fue el relacionado con el cambio de sentido de la política monetaria en Estados Unidos, consistente en la decisión del banco central de aquel país de reducir el ritmo al que inyecta liquidez al sistema financiero, una práctica con la que se pretendió estimular la economía después de la recesión y que ha derivado en tasas de interés de referencia históricamente bajas.
La reducción de las tasas de interés en Estados Unidos y los países avanzados de Europa provocó que creciera el flujo de capitales hacia los sistemas financieros de naciones en desarrollo o emergentes, donde las tasas de interés son varias veces mayores, y por tanto el premio a los inversionistas más atractivo.
Durante los años posteriores a la aplicación de la política monetaria expansiva en los países avanzados, la inversión extranjera en valores emitidos por el sector público mexicano en el mercado financiero local se multiplicó por siete, al pasar de 19 mil 851 millones de dólares a finales de 2008 a 140 mil 282 millones de dólares en diciembre pasado, de acuerdo con datos del banco central.
Los miembros del consejo concluyeron que, hacia adelante, uno de los principales riesgos para la economía nacional y su sistema financiero se deriva del proceso de normalización de la política monetaria por parte de la Reserva Federal (banco central de Estados Unidos) iniciado en enero de 2014. Este proceso podría generar una reversión de los flujos de capital que durante los últimos años han ingresado a las economías emergentes, incluyendo la mexicana, dice el comunicado del CESF.

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