Comisión bipartita redactará un "preacuerdo" en el IPN

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Los estudiantes mostraron una lámina del presupuesto de gasto que utiliza el IPN durante la tercera mesa de diálogo con autoridades que tuvo lugar en el auditorio Alejo Peralta, en ZacatencoFoto Cristina Rodríguez
Emir Olivares Alonso
 
Periódico La Jornada
Martes 11 de noviembre de 2014, p. 32
En la tercera sesión del diálogo público entre estudiantes del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y representantes del gobierno federal se aprobó la creación de una comisión bipartita para la redacción de un preacuerdo en el que se expresen las coincidencias de las partes en nueve de los 11 puntos que se analizan en las mesas de negociación a fin de resolver el conflicto que desde hace más de seis semanas se mantiene en la casa de estudios.
Estos puntos podrían ser tramitados y resueltos en una nueva reunión del pleno, el próximo viernes, siempre y cuando la base estudiantil los discuta y apruebe en asambleas locales. Además, los comisionados de la Asamblea General Politécnica (AGP) demandaron que en esa sesión ya esté presente la persona que asumirá la dirección del IPN.
En un ejercicio de ambas representaciones para medir fuerzas quedaron pendientes de discusión dos de los puntos centrales: designación por parte del Ejecutivo federal del director de ese instituto –tal como asienta su ley orgánica– y fecha para el regreso a clases, tema que ha sido el interés principal de los enviados gubernamentales.
Ayer, después de la una de la tarde, dio inicio la tercera mesa de diálogo en el auditorio Alejo Peralta de la Unidad Profesional Zacatenco, la cual tuvo una duración de siete horas.
Los jóvenes abrieron la discusión con la lectura de un posicionamiento político referente a la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa y demandaron su presentación con vida. El documento retoma la frase ya me cansé que expresó el titular de la Procuraduría General de la República, Jesús Murillo Karam, para asentar el hastío de los estudiantes de la situación actual del país:
“... Ya me cansé de ver cómo el Estado se vale de los métodos más sangrientos del crimen organizado para desaparecer estudiantes que reivindican justicia; de ver cómo se aprueban reformas que sólo benefician a un puñado de empresarios; de ver cómo suben los precios de la canasta básica y el salario no alcanza para tener una vida digna; que el presupuesto hacia las fuerzas armadas aumente y el de educación sigue siendo insuficiente; de ver cómo hoy es más peligroso ser estudiante que un asesino a sueldo.
Ya me cansé de ver cómo los funcionarios en esta mesa de diálogo no dan soluciones reales a nuestras demandas.
En respuesta, el titular de la Unidad de Enlace Federal de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Ozuna Rivero, manifestó que el gobierno federal está consternado por lo que se vivió en Iguala y está haciendo un enorme esfuerzo por esclarecer los hechos.
Aun cuando el orden del día tenía agendada la discusión de tres puntos, los emisarios gubernamentales dieron lectura a nueve proyectos de acuerdo: no represalias contra los participantes en el movimiento politécnico, no incorporación de los bachilleratos del IPN al Sistema Nacional de Bachillerato ni a la Reforma Integral de la Educación Media Superior, realización del Congreso Nacional Politécnico; presupuesto para educación superior planteado en el proyecto de egresos 2015; no vinculación del IPN con el Tecnológico Nacional de México; violencia y grupos porriles; cancelación de remuneraciones de ex directores de la institución; salida de la Policía Bancaria Industrial de labores de vigilancia en el IPN y recalendarización del actual ciclo lectivo.
Esto molestó a la representación estudiantil, la cual recordó que en la mesa previa a las negociaciones del martes pasado en la que ambas partes sentaron las bases y la agenda para el diálogo no se llegó a tal acuerdo, por lo que acusaron a los funcionarios de faltar a su palabra al intentar romper la agenda prevista para la sesión de ayer.
No obstante, aceptaron dar a conocer sus proyectos en torno a estos temas, pero insistieron en su exigencia de que se nombre de inmediato a quien ocupará la dirección de la casa de estudios.
En esta ocasión en la mesa de debates se colocó una silla vacía en la cual el identificador decía: director general del IPN, y debajo de éste había un signo de interrogación.

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