Moción de censura procede: Mariano Rajoy es destituido; Pedro Sánchez, el nuevo presidente de España

 
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MADRID (apro).- El socialista Pedro Sánchez se convirtió este viernes en el séptimo presidente de la democracia española, al conseguir la mayoría en el Congreso de los Diputados en la moción de censura que destituyó al hoy expresidente Mariano Rajoy.
Con 180 votos a favor, 169 en contra y una abstención se definió una sorpresiva reprobación al gobierno del conservador Mariano Rajoy, como consecuencia de la sentencia judicial del caso Gürtel, que el jueves 24 condenó a una treintena de exmilitantes del Partido Popular (PP) y al propio PP.

El Congreso consideró acreditado que el PP es “responsable civil a título lucrativo” por beneficiarse de 245 ml euros de la trama corrupta de Gürtel, que sirvieron para financiar campañas del propio partido. Sin embargo, aún faltan por ser desahogadas en tribunales otras tres piezas claves de esta trama corrupta.
Pedro Sánchez consiguió el apoyo de Podemos y de los partidos nacionalistas de Cataluña y del País Vasco, lo que le convierte en el primer presidente español en acceder por la vía de una moción de censura.

Desde el restablecimiento de la democracia, en el Congreso de los Diputados se han debatido cuatro mociones de censura, que es un mecanismo constitucional para destituir a un gobierno en momentos de inestabilidad democrática.
La primera moción fue contra Adolfo Suárez en 1980; la segunda, contra el gobierno de Felipe González, en 1987; la tercera en 2017, promovida por Podemos contra Mariano Rajoy, que fracasó como las anteriores, y ésta que es la primera que prospera.
Aunque hasta el jueves por la mañana se veía como casi imposible que Pedro Sánchez consiguiera sobrepasar los 176 votos necesarios para conseguir mayoría, el vuelco lo dio la definición de los cinco diputados del Partido Nacionalista Vasco (PNV), que inclinaron la balanza para poner fin al gobierno de Rajoy.
La presidenta del Congreso, Ana Mato, se reunirá con el rey Felipe VI para comunicarle el resultado de la moción de censura y poner en marcha los mecanismos constitucionales para el cambio del gobierno. El socialista Pedro Sánchez mantuvo una conversación telefónica con el monarca poco después de terminada la sesión parlamentaria.
El nuevo presidente arriba al gobierno con diez votos más de los que consiguió cuando intentó la investidura de gobierno el año pasado. Sin embargo, es tal la inestabilidad política en España que tendrá un duro camino para lograr pactos de gobierno que le permitan, con los 84 votos socialistas, sacar adelante lo que llamó la “regeneración” del gobierno.
La segunda jornada de la moción estuvo marcada por las hostilidades en los discursos, en especial del portavoz del PP, Rafael Hernando, quien en una sobreactuación llegó a acusar a Sánchez de llegar al gobierno con “los amigos de Maduro, los que quieren romper España (los catalanes) y los amigos de ETA (los nacionalistas vascos)”.
“Hoy ustedes van a escribir una historia de vergüenza. Abren una nueva etapa según la cual todo vale”, dijo.
Uno de los aspectos más criticados en las dos jornadas fue la ausencia del hoy expresidente Rajoy, durante la jornada vespertina del jueves, cuando se refugió con sus colaboradores, durante ocho horas, en un restaurante cercano a la Puerta de Alcalá, a corta distancia del Congreso.
Y el día de hoy tampoco se presentó sino ya hasta el final, para hacer uso de la palabra, para felicitar a Sánchez y decir: “Ha sido un honor ser presidente de España y dejar una España mejor que la que me encontré. Ojalá mi sustituto pueda decir lo mismo en su día”.
El socialista Pedro Sánchez
El nuevo presidente de España (45 años) es madrileño, se afilió al PSOE en 1993 y concluyó sus estudios de Ciencias Económicas y Empresariales en 1995.
Formó parte del grupo socialista en la comunidad de Madrid y fue un diputado en 2011.
Tras el fracaso del PSOE en las elecciones europeas y ante la salida de la secretaría general del partido de Alfredo Pérez Rubalcaba, en 2014, anunció que se presentaría para ocupar ese cargo en unas elecciones a votación abierta.
Contra todo pronóstico, llegó a ese cargo obteniendo el triunfo sobre Eduardo Madina, un socialista vasco de quien se decía tenía el respaldo del aparato del partido.
Sin embargo, su desempeño al frente del partido tuvo malo resultados, porque en diciembre de 2015 perdió las elecciones, recrudeciéndose las críticas entre los “barones” regionales del PSOE.
En marzo de 2016, fracasó en su intento de ser investido presidente del gobierno, ante la negativa de Mariano Rajoy de presentarse, pese a haber sido el candidato más votado en las elecciones generales.
Y en octubre de 2016, los barones del partido lo echaban para permitir el gobierno de Mariano Rajoy.
Sin embargo, volvió a competir por la secretaría general del PSOE y volvió a ganar. Apoyó a Rajoy en la aplicación del artículo 155 constitucional para conseguir la intervención de las instituciones en Cataluña, ante el desafío soberanista.
Siempre criticó al PP y al gobierno de Rajoy por la corrupción galopante en el partido del presidente, hasta hoy, que consiguió desbancarlo para ocupar la presidencia del gobierno.

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