El día que la energía eléctrica pasó a manos de mexicanos
En décadas anteriores a los años 60, la
industria eléctrica estaba en manos de empresas extranjeras. La
nacionalización de este sector fue un largo proceso que al final
representó un menor costo de este servicio a los mexicanos
30/09/2018 00:00
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Mochilazo en el tiempo
El pasado 27 de septiembre se cumplieron 58 años de que la Industria eléctrica fuera nacionalizada en 1960. Fue un día muy esperado por los mexicanos, se respiraba un aire de júbilo y esperanza de un mejor futuro y de progreso económico. Todos celebraban la conclusión de la llamada “mexicanización de la electricidad”; el presidente Adolfo López Mateos encabezó ese momento, último paso para concretar la Revolución Mexicana.
Sonriente y optimista, el Presidente de la República, licenciado Adolfo López Mateos (derecha), contesta a los saludos y ovaciones del pueblo, al consumarse “la mexicanización” de la industria eléctrica. El aspecto de la Plaza de la Constitución, como puede verse en la fotografía de portada de este diario, era imponente. Banderas y estandartes en un Zócalo abarrotado.
El país entero tenía la esperanza de que mejorara la economía y se eliminaran los cobros excesivos que realizaban las empresas extranjeras por el servicio, sería un proceso largo por el que valdría la pena trabajar.
A pesar de ser un acontecimiento tan esperado, no todo era perfecto en el gobierno del presidente Adolfo López Mateos; a inicios de su sexenio aún se respiraba un ambiente revolucionario, varios sectores se manifestaban en las calles, como los grupos de ferrocarrileros, telegrafistas, pilotos aviadores y maestros quienes exigían mejores salarios.
El presidente obligó a los pilotos aviadores a reanudar sus labores; ordenó el cierre del Instituto Politécnico Nacional (IPN) por desórdenes estudiantiles; tomó locales sindicales e instalaciones ferrocarrileras y detuvo a líderes sindicales al igual que a sus simpatizantes como al muralista David Alfaro Siqueiros, quien fue encarcelado en Lecumberri por apoyar al movimiento ferrocarrilero. Así fue como en medio de demandas sociales se concretó la nacionalización de la industria eléctrica.
Un día de fiesta nacional con matracas y campanadas
Por otra parte, en la Ciudad de México las actividades ya estaban programadas. En este diario se publicaron con antelación al día del evento, varias invitaciones para asistir a las actividades que se llevarían a cabo desde temprana hora de aquel 27 de septiembre de 1960.
Invitación del Sindicato Mexicano de Electricistas para asistir a la "entrega a la Nación de las compañías eléctricas extranjeras", frente al edificio de la entonces Compañía de Luz, en Melchor Ocampo y Marina Nacional, ese mismo día también se congregaba a acudir al Zócalo.
A las 10 de la mañana, dirigentes de la Mexican Light and Power Co., ya se encontraban afuera de las instalaciones esperando a los nuevos miembros del consejo para celebrar la primera sesión y que fuera designado el presidente del Consejo Administrador, entre otros nombramientos.
Fotografía del 2 de octubre de 1961. Contingentes marchan alrededor del Zócalo capitalino con el retrato del señor presidente Adolfo López Mateos, a favor del desarrollo de la Mexicanización de la Industria Eléctrica. Archivo fotográfico EL UNIVERSAL.
Pasando las 11:30 empezó la marcha que finalizaría en el Zócalo de la Ciudad; durante el recorrido se podían ver carteles y banderas nacionales, incluso un camión llevaba un muñeco que representaba a la Mexican Light & Power Co., mientras que a la cabeza del desfile estaban los líderes que participaron en la manifestación; entre los que destacaban Luis Aguilar Palomino, del Sindicato Mexicano de Electricistas, y Alfredo Fabela, del Sindicato de Trabajadores Ferrocarrileros, entre otros.
En la plancha del Zócalo, frente al balcón de Palacio Nacional, se congregaban cientos de personas esperando a que apareciera el presidente. Exactamente a las 13:10 salió Adolfo López Mateos, saludando con su peculiar ademán abriendo los brazos, ese momento fue de gran revuelo para la multitud; sonaban las campanas de la Catedral, se oían los cohetes y las matracas, mientras una banda de guerra tocaba marchas marciales y las personas gritaban de alegría.
Aquel día López Mateos emitió un discurso en el que mencionó que se había logrado la meta en el camino a la Revolución e invitó al pueblo a acrecentar la industria, aumentando la productividad y la producción eléctrica, para que en todos los lugares se tuviera acceso a dicho recurso, se comprometió a que la industria eléctrica se manejaría bien y para el beneficio del país, de esta manera reiteró:
“México es cada vez más soberano, cada día más libre, cada día más independiente, por el esfuerzo de ustedes, por el esfuerzo de todos los mexicanos. ¡Adelante… México es nuestro!”
Al concluir con esta frase, la Plaza de la Constitución estalló en ovaciones interminables y se entonó el Himno Nacional. Todos los sectores aprobaban rotundamente la Nacionalización de la Industria Eléctrica, tanto empresarios, sindicatos, políticos así como el resto de la población aplaudían el acto.
29 de septiembre de 1960. El Presidente Adolfo López Mateos recibe el aplauso y las felicitaciones de la Confederación Nacional Campesina, por la nacionalización de la industria eléctrica. Al centro, le acompañan, el presidente del PRI, general Alfonso Corona del Rosal, y el secretario general de la Confederación Nacional Campesina, senador Francisco Hernández y Hernández. Foto Archivo EL UNIVERSAL.
La Nacionalización no fue de un día para otro
En la década de los 40, el Estado se había esforzado por apoyar a la industria eléctrica; sin embargo, a finales de los cincuentas las empresas privadas extranjeras no llenaban las expectativas que se tenían sobre ellas y las inversiones no eran suficientes.
La mexicanización de la industria eléctrica era un tema que había sido estudiado y debatido años atrás, había quienes estaban a favor y en contra de la nacionalización, porque no se tenía la certeza de que al pertenecer al Estado, el costo de la energía eléctrica pudiera suponer un precio menor al consumidor.
A pesar de ello, las empresas privadas no habían considerado de manera seria una nacionalización de la electricidad; pero dependían cada vez más de la energía que generaba la Comisión Federal de Electricidad, creada el 14 de agosto de 1937, esto las llevó pasados los años a considerar la posibilidad de vender sus activos al gobierno; pues tiempo atrás la CFE había adquirido muchas empresas eléctricas y era la mayor productora del país.
Imagen de 1960. Frente a la Cámara de Diputados, el Sindicato de Electricistas a favor de la Nacionalización de la Industria Eléctrica. Foto Archivo EL UNIVERSAL.
Varias empresas subsidiarias de la American and Foreing Power Company pasaron al poder del Estado mexicano como la Compañía Eléctrica Mexicana del Norte, la Eléctrica Mexicana del Sureste, Electricidad de Tampico y la Eléctrica Mexicana del Centro, así como las sociedades de la Mex-Light, la Compañía de Luz y Fuerza de Pachuca, la Compañía Mexicana Hidroeléctrica y de Terrenos, entre otras.
Fue así como el 27 de septiembre de 1960 se consideró como el día de la Nacionalización de la Industria Eléctrica, pues fue la fecha en que el Estado mexicano adquirió la última empresa eléctrica; pero no fue hasta el 23 de diciembre de este mismo año que se reformó el artículo 27 - referente a la tenencia de la tierra y cuestiones agrarias- para indicar que la industria eléctrica era exclusiva de la Nación.
Años 60. Compañía Mexicana de Luz y Fuerza del Centro. Sucursal Moctezuma. Tomada de sitio web kilowatito.
Sin embargo pasado el tiempo, el Estado mexicano determinó terminar con las operaciones de Luz y Fuerza del Centro porque representaba un costo elevado para la economía de la nación, pues los egresos rebasaban a los ingresos que generaba la compañía, fue como se procedió a liquidar a 44 mil empleados, garantizándoles sus derechos laborales.
El 10 de octubre del 2009, elementos de la Policía Federal tomaron las instalaciones centrales de la empresa de forma sorpresiva, ubicada en Melchor Ocampo y Marina Nacional alrededor de las 22:30, a la misma hora ocurrió en todas las instalaciones de LyFC con el fin de garantizar el suministro de luz en todo el país. El descontento de los trabajadores no se hizo esperar.
A primeras horas del día siguiente, el 11 de octubre del 2009, se publicó un decreto en el Diario Oficial de la Nación en el que se informaba sobre la desaparición de Luz y Fuerza del Centro, decretado por el entonces presidente Felipe Calderón, debido a los altos costos que representaba quedando a cargo de toda la operación la CFE.
Al desaparecer la LyFC, la Secretaría de Energía garantizó el suministro de luz para todos los mexicanos, incluyendo los estados que pertenecían al extinto organismo. En su lugar quedaría la CFE que hasta hoy brinda este servicio a nivel nacional.
Actual fachada de la Comisión Federal de Electricidad, ubicada en la avenida Marina Nacional. Foto: Alejandra Arriaga.
La fotografía principal es de nuestro archivo fotográfico, corresponde al día de la llamada “mexicanización” de la industria eléctrica en el Zócalo capitalino. Septiembre de 1960.
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