¿Se resquebraja la CNTE?
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Las
manifestaciones del pasado 15 de mayo por el Día del Maestro reunieron
al menor número de docentes desde hace varios años. No es que hayan sido
pequeñas o insignificantes (ya las quisieran los antilopezobradoristas
de derecha), pero de manera clara no alcanzaron a desbordar las calles
de las ciudades de México, Oaxaca, Chilpancingo, Tuxtla Gutiérrez o
Morelia.
En plena aprobación de la reforma
educativa, los maestros democráticos no alcanzaron a articular una
posición sólida. Reina la confusión entre dirigentes y bases. Muchos
saben que lo aprobado por el lopezobradorismo es apenas un tímido
remiendo a lo aprobado con Enrique Peña Nieto y que no echó al
neoliberalismo de la educación pública del país (por el contrario,
legitimó su participación). Otros saben que no es lo que el candidato
Andrés Manuel López Obrador les prometió en campaña, pero se dan por
bien servidos con la cancelación de lo más lacerante de la evaluación
punitiva y con la recontratación de los despedidos por luchar. Y algunos
han sido convencidos de que la reforma lopezobradorista sí reivindica
las demandas magisteriales y consideran que el actual presidente está a
favor de la educación pública.
Es decir, al interior de la Coordinadora
Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) hay posiciones tan
encontradas que parecería que se trata de organizaciones distintas. Lo
peor es que no son diferencias tácticas sino que se trata, en algunos
sectores, de diferencias estratégicas. Las distintas posiciones van
desde rechazar la reforma promulgada hace unos días –y confrontar por
ello al gobierno– hasta aceptarla como un triunfo del magisterio y
apoyar al presidente.
Vaya ironía. El embate de un presidente
de la República de origen priísta, Enrique Peña Nieto, hizo crecer a la
CNTE incluso en regiones donde nunca antes había tenido presencia. Y la
llegada al poder de quien se asume de “izquierda”, López Obrador, ha
venido a poner en crisis de identidad a la organización y probablemente
en la mayor vulnerabilidad de su historia.
La confusión es tal que la reacción de
la CNTE ante los asesinatos contra profesores activistas (¡militantes
suyos!) ha sido timorata, testimonial. Incluso, ha pasado casi
desapercibida. La propia organización reconoce que, en lo que va del
actual sexenio, han sido asesinados siete profesores sólo en Oaxaca.
Corre el tiempo para presentar una
posición unívoca, coherente. Los maestros democráticos se reúnen con el
presidente de la República el próximo lunes. ¿Qué saldrá de aquel
encuentro? Una alianza con López Obrador supondría que los profesores no
se opondrán al Corredor Transístmico y dejarían solos en su lucha a los
pueblos del Istmo, los mismos pueblos que han cobijado a la CNTE cuando
ésta lo ha requerido.
Con todo, la CNTE cuenta con los
mecanismos para rehacerse y superar esta crisis. Su estructura y
democracia interna permitirán que siga siendo un ejemplo y una esperanza
de que es posible construir organizaciones gremiales que no claudiquen,
no se vendan y sí defiendan al trabajador.
Zósimo CamachoFragmentos
Indígenas, bajo fuego. Otra organización que ha sido duramente golpeada desde el inicio del nuevo gobierno es el Congreso Nacional Indígena. La muerte del nahua Samir Flores llenó de tristeza a las comunidades indígenas de Morelos, Puebla y Tlaxcala que se oponen al Proyecto Integral Morelos. La insensibilidad y menosprecio del presidente, de indignación… Al nombre de Samir Flores se agregan los de José Lucio Bartolo Faustino, concejal del Concejo Indígena de Gobierno, y Modesto Verales Sebastián, delegado del Congreso Nacional Indígena. El pasado 4 de mayo fueron secuestrados y asesinados en Chilpancingo, Guerrero.
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