Desaparece de la JFCA el irrebatible Convenio de Delimitación de Zonas de servicio eléctrico
Al
abrirse los expedientes históricos del Archivo General de Notarías,
quedó al descubierto otra más de las bajezas cometidas al Sindicato
Mexicano de Electricistas (SME) en el gobierno de Felipe Calderón: la
existencia del documento notariado donde se asienta el Convenio de
Delimitación de Zonas, firmado en 1985, que otorgaba de manera exclusiva
la prestación del servicio eléctrico y la materia de trabajo a los smeitas
en la zona centro del país, mismo que de forma sospechosa desapareció
de los anaqueles de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCA),
en el sexenio calderonista.
Elevado a laudo por la JFCA, tras su
firma el 15 de mayo de 1985, ese convenio fue signado por los entonces
titulares de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y la Compañía de
Luz y Fuerza del Centro (y otras compañías, todas en liquidación); los
representantes de los comités del SME y del Sindicato Único de
Trabajadores Electricistas de la República Mexicana (SUTERM), así como
por Miguel de la Madrid Hurtado, presidente de la República, y como
testigos Arsenio Farell Cubillas, secretario del Trabajo y Francisco
Labastida Ochoa, titular de Energía, Minas e Industria Paraestatal.
Cabe señalar que en 1985 operaban a la
par de la CLyFC otras compañías como Luz y Fuerza de Toluca, Luz y
Fuerza de Pachuca y la Compañía Meridional de Fuerza S.A, razón por la
que en el acuerdo se habla de la CFE y las “compañías”.
En el punto VI de los Antecedentes, se
estableció con claridad: “El SUTERM y el SME, han tomado en cuenta que
CFE y las compañías, prestan servicios de energía eléctrica en forma
concurrente en la zona central del país, por diversas razones
históricas; y que si bien tal concurrencia surgió como consecuencia de
actos ejecutados con anterioridad en diferentes épocas, han de adoptarse
medidas acordes con la evolución de las circunstancias y la legislación
vigente, a fin de evitar conflictos intergremiales entre los sindicatos
interesados o sus respectivos agremiados, sin lesionar los derechos
laborales de éstos; para coadyuvar a la superación en la prestación del
servicio público que tienen encomendado CFE y las Compañías, así como
para el mejor aprovechamiento de sus recursos tanto técnicos como
administrativos, que redundarán en el aumento de la productividad”.
Y en su cláusula TERCERA, señalaba: “Con base a los citados estudios y criterios, SUTERM y SME convienen en que:
“Corresponde a los miembros del SME como
lugares de trabajo: a).- Las centrales generadoras, las líneas de
transmisión procedentes de aquellas en las longitudes y trazos
existentes; y las subestaciones de potencia que operen actualmente las
compañías, así como los edificios destinados a oficinas y los bienes e
instalaciones que se encuentren en circunstancias análogas, acerca de
los que no han surgido conflictos entre las partes, ya sea que se
ubiquen dentro o fuera de la ‘zona’ a la que hace referencia la presente
cláusula”.
También se precisó en el escrito: “Como
consecuencia de la delimitación anterior, SME y SUTERM convienen en que
para todos los efectos del presente, se entiende por lugares de trabajo
del SME aquellos en que alguna de las compañías opere las instalaciones
que actualmente administra y en donde en el futuro, se ejecuten
los trabajos que para la prestación del servicio público de energía
eléctrica, ordenen las compañías, siempre y cuando éstas se ajusten a
los previsto en el presente y sus anexos y especialmente a lo pactado en
esta cláusula”.
Tras emitirse el Decreto de Extinción de
Luz y Fuerza del Centro y consumarse “El Golpe de Estado” contra el SME
el 11 de octubre de 2009, la CFE y el SUTERM dieron como letra muerta
lo establecido en el referido convenio, invadiendo la zona de trabajo
del centro del país.
Fue tal el desaseo jurídico y los abusos
de poder, que para no dejar huella y neutralizar cualquier demanda
posterior del SME, los funcionarios de Calderón ordenaron desaparecer el
expediente del Convenio del 85, de tal modo que en repetidas ocasiones
los ahora líderes del SUTERM negaron su existencia.
Una vez que el SME logró alcanzar
acuerdos para mantener su vigencia como sindicato nacional de industria,
se decidió entablar ante la JFCA la demanda IV/449/2016 en contra del
SUTERM, exigiendo el respeto a la materia de trabajo en la Zona Centro
del país.
Ya en septiembre de 2012, un Tribunal
Colegiado en Materia de Trabajo había fallado a favor del SME,
reconociendo en la CFE la figura del patrón sustituto, orden que se negó
a cumplir Calderón.
Años más tarde, cuando en la intención
de hacer valer el Convenio de Delimitación de Zonas el SME pidió en la
JFCA hacer válido el documento signado en el gobierno de Miguel de la
Madrid, se enteró que el cartapacio ya no estaba. Manos oficiosas lo
habían desaparecido con la obvia intención de obstaculizar el derecho de
sus miembros de la resistencia a retornar al trabajo en la zona que por
ley les corresponde.
Tras cotejarse hoja por hoja el
documento original por parte del actuario designado por la JFCA, así
como por los jurídicos del SUTERM y del SME, no hay razón para ignorar
la validez legal y vigencia del citado convenio. Es inaplazable que la
Junta Federal haga valer lo establecido de manera puntual en el acuerdo,
ordenando a la CFE dar prioridad en la materia de trabajo del centro
del país al SME.
Tampoco debe pensarse en la incubación
de un conflicto intergremial por el hecho de aplicar un laudo emitido
hace 35 años; la ley ya permite la existencia uno, dos o más sindicatos,
pero sin duda que en este sentido debe aplicarse el criterio jurídico
de que primero en tiempo, primero en derecho.
Por eso es de especial trascendencia lo
revelado y confirmado en el Archivo General de Notarias el pasado 4 de
febrero. El Convenio de Delimitación de Zonas no es producto de la
imaginación, sino un hecho consumado donde se detalla y establece cuáles
son los estados y municipios donde el SME debe y puede hacer valer su
derecho al trabajo. Y la CFE y el SUTERM están obligados a acatar la
ley, misma que pisotearon cuando con la fuerza del Estado por delante
invadieron la zona centro del país a sabiendas de que esta no les
correspondía.
Martín EsparzaFuente
Comentarios