Electricistas que aceptaron liquidación en LFC aún esperan ser contratados
Patricia Muñoz Ríos
Periódico La Jornada
Jueves 23 de diciembre de 2010, p. 21
Llevan más de un año en trámites para que les den el empleo; tomaron cursos, les han hecho exámenes médicos de todo tipo, desde para comprobar que no consumen drogas ni alcohol, de huesos, corazón, oftalmológico, hasta de dientes y les revisan que no tengan hongos en los pies; les han aplicado pruebas de conocimientos generales, sicométricos e innumerables requerimientos y la contratación no llega.
Son cientos de trabajadores liquidados de Luz y Fuerza del Centro (LFC) que pertenecían al Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), y que creyeron en el ofrecimiento hecho por el gobierno, a través de la Secretaría del Trabajo y la Comisión Federal de Electricidad, para que aceptaran su fiquinito y, a cambio, serían considerados para una posible contratación en la CFE.
Señalan que se quedaron en el limbo, porque luego de un año de trámites, gestiones, exámenes y cursos no los contratan. José María y Andrés pertenecen a las centenas de electricistas que fueron llamados por la Secretaría del Trabajo desde hace un año para iniciar las gestiones y a la fecha están igual e incluso se quejan de que han perdido otros empleos porque tienen que faltar antes los múltiples requerimientos que les imponen, “por la ilusión de recuperar su empleo y entrar a la CFE”.
Andrés platica que de la Secretaría del Trabajo los fueron llamando, para que se tomaran cursos en diferentes Conaleps: “los famosos cursos de belleza, corte y confección, coctelería, taquimecanografía, electricidad y demás que promocionó el secretario (Javier) Lozano, y tenían como finalidad que uno se autoempleara, pusiera un micronegocio.
“Pasados como dos meses de que terminó el curso, nos hablaron y nos decían que habíamos sido seleccionados para darle seguimiento al proceso de contratación de la CFE, que debíamos presentar un examen de conocimientos generales y otro sicométrico.
“El primero como de tres horas con más de 600 preguntas de español, matemáticas, historia, geografía y si lo pasabas entonces seguía el examen médico”, comenta.
El examen de salud no era sólo uno sino varios y comenta José María, incluso fueron descartados los que tenían tatuajes. Y tenían que aprobar todas las evaluaciones para pasar a la siguiente etapa de otro curso, pero ahora “ para desempeñar el puesto dentro de CFE, ya que de acuerdo con la clasificación que ellos habían hecho de cada trabajador, lo situaron como auxiliar técnico, administrativos, trabajador de líneas y demás tenían que tomar un curso y pasarlo. Nada ha valido.
“Nos han hecho perder el tiempo, ilusionarnos, nos han manejado, hemos dejado de buscar otro empleo con la esperanza de seguir trabajando en el sector. La contratación no llega. Ahora nos están diciendo que en enero va a haber trabajo, pero porque al grupo de Alejandro Muñoz le van a autorizar a partir de enero unos contratos con una vigencia de siete años pero como empresas contratistas. Sin embargo, ahora nos dicen que para eso debemos tomar otro curso más, pero el costo es de mil pesos. ¿Qué hacemos?”, se pregunta José María.
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Periódico La Jornada
Jueves 23 de diciembre de 2010, p. 21
Llevan más de un año en trámites para que les den el empleo; tomaron cursos, les han hecho exámenes médicos de todo tipo, desde para comprobar que no consumen drogas ni alcohol, de huesos, corazón, oftalmológico, hasta de dientes y les revisan que no tengan hongos en los pies; les han aplicado pruebas de conocimientos generales, sicométricos e innumerables requerimientos y la contratación no llega.
Son cientos de trabajadores liquidados de Luz y Fuerza del Centro (LFC) que pertenecían al Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), y que creyeron en el ofrecimiento hecho por el gobierno, a través de la Secretaría del Trabajo y la Comisión Federal de Electricidad, para que aceptaran su fiquinito y, a cambio, serían considerados para una posible contratación en la CFE.
Señalan que se quedaron en el limbo, porque luego de un año de trámites, gestiones, exámenes y cursos no los contratan. José María y Andrés pertenecen a las centenas de electricistas que fueron llamados por la Secretaría del Trabajo desde hace un año para iniciar las gestiones y a la fecha están igual e incluso se quejan de que han perdido otros empleos porque tienen que faltar antes los múltiples requerimientos que les imponen, “por la ilusión de recuperar su empleo y entrar a la CFE”.
Andrés platica que de la Secretaría del Trabajo los fueron llamando, para que se tomaran cursos en diferentes Conaleps: “los famosos cursos de belleza, corte y confección, coctelería, taquimecanografía, electricidad y demás que promocionó el secretario (Javier) Lozano, y tenían como finalidad que uno se autoempleara, pusiera un micronegocio.
“Pasados como dos meses de que terminó el curso, nos hablaron y nos decían que habíamos sido seleccionados para darle seguimiento al proceso de contratación de la CFE, que debíamos presentar un examen de conocimientos generales y otro sicométrico.
“El primero como de tres horas con más de 600 preguntas de español, matemáticas, historia, geografía y si lo pasabas entonces seguía el examen médico”, comenta.
El examen de salud no era sólo uno sino varios y comenta José María, incluso fueron descartados los que tenían tatuajes. Y tenían que aprobar todas las evaluaciones para pasar a la siguiente etapa de otro curso, pero ahora “ para desempeñar el puesto dentro de CFE, ya que de acuerdo con la clasificación que ellos habían hecho de cada trabajador, lo situaron como auxiliar técnico, administrativos, trabajador de líneas y demás tenían que tomar un curso y pasarlo. Nada ha valido.
“Nos han hecho perder el tiempo, ilusionarnos, nos han manejado, hemos dejado de buscar otro empleo con la esperanza de seguir trabajando en el sector. La contratación no llega. Ahora nos están diciendo que en enero va a haber trabajo, pero porque al grupo de Alejandro Muñoz le van a autorizar a partir de enero unos contratos con una vigencia de siete años pero como empresas contratistas. Sin embargo, ahora nos dicen que para eso debemos tomar otro curso más, pero el costo es de mil pesos. ¿Qué hacemos?”, se pregunta José María.
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