México SA - Ingrato panorama en 2011
Carlos Fernández-Vega
Hastiados de la cruda realidad nacional, muchos mexicanos intentan desconectarse de ella durante el tradicional Lupe-Reyes, y de fiesta en fiesta viven apasionadamente la vida loca en una suerte de conjuro para ver si concluido el periodo vacacional amanecen en el paraíso. Nada más falso: retornan más endeudados de lo que se fueron, con la ingrata carga de los excesos y en espera de lo peor, porque su fuente de empleo no tiene la mínima garantía, con todo y el bombardeo de promesas incluidas en el discurso oficial. Así que no se manden, y aquellos privilegiados que cobraron aguinaldo no tienen otra opción más que cuidarlo.
Para México, la perspectiva laboral en el año que está por iniciar es aún más oscura que la de 2010. En 2011, de acuerdo con las estimaciones que sobre el particular se han elaborado, se prevé una caída de entre 25 y 30 por ciento en la generación de plazas laborales en el sector formal de la economía, respecto al resultado del ejercicio por concluir. Si bien esta lamentable circunstancia no es exclusiva de nuestro país, en éste sí es especialmente delicada. De cualquier suerte, como lo advirtió la Organización Internacional del Trabajo, “el panorama del empleo en América Latina durante el próximo año es incierto, ante la perspectiva de una desaceleración del crecimiento regional”.
Panorama ingrato para 2011, pero en 2010 ¿cómo se comportó el empleo en América Latina? La Cepal comparte su balance y detalla que las características de la reactivación de los mercados laborales variaron fuertemente entre países y subregiones. Durante 2010, Brasil lideró la recuperación de los mercados laborales y tanto el incremento de su tasa de ocupación, estimado en un punto porcentual para el año en su conjunto, como la reducción de su tasa de desempleo, superaron los promedios regionales. Una buena parte de los nuevos empleos fue formal, ya que durante los primeros tres trimestres el número de trabajadores cubiertos por la legislación social y laboral se incrementó 6 por ciento a nivel nacional respecto al mismo periodo del año anterior. Adicionalmente, entre enero y agosto, los ingresos reales medios del conjunto de los ocupados de las seis principales áreas metropolitanas se incrementaron 3.8 por ciento, por lo que se puede constatar que el mercado laboral brasileño contribuyó tanto por el lado del empleo como por el lado de las remuneraciones de manera decisiva al incremento de la demanda interna y, de esta manera, a estimular un elevado crecimiento económico.
Otros países sudamericanos, como Chile, Perú y Uruguay, también registraron un importante aumento del trabajo formal como motor del incremento general del nivel de la ocupación y de una reducción de la tasa de desempleo. Reflejando la contracción de su PIB, entre los países de la subregión, Venezuela tuvo el peor desempeño en términos laborales, con una caída interanual de la tasa de ocupación, aumento del desempleo y, como consecuencia de la inflación relativamente elevada, caída de los salarios reales. México fue tempranamente afectado por la crisis internacional y su impacto en la actividad económica fue más fuerte. Durante 2010 los indicadores laborales mejoraron, superando los de 2009, pero sin volver a las tasas previas a la crisis. La situación fue similar en los países centroamericanos de los cuales por lo menos algunos, por ejemplo Costa Rica, Nicaragua y Panamá, registraron una generación relativamente dinámica de empleo formal, la cual sin embargo ha sido insuficiente para lograr mejoras marcadas en los indicadores globales.
La relación entre crecimiento económico y generación de empleo también se manifiesta en la evolución de la contratación formal que se desaceleró notablemente en el marco de la crisis, pero se dinamizó a partir de la segunda mitad de 2009. Durante 2010, en algunos países, como Brasil, Chile, Nicaragua y Uruguay, se registró un aumento interanual de 5 por ciento y más de este tipo de empleo de mejor calidad, mientras que en Costa Rica, México y Perú se expandió entre 3 y 4 por ciento. A partir de mitad del año las tasas de generación de este tipo de trabajos se mantuvieron positivas, pero en la medición desestacionalizada se puede constatar que como tendencia general se redujeron en el contexto de cierta desaceleración del crecimiento económico. Adicionalmente, durante el año en muchos casos se observa un aumento de las horas trabajadas.
Contrario a lo ocurrido, sobre todo entre 2004 y 2007, a pesar de la dinámica generación de empleo formal en muchos países, no en todos los casos ha sido el empleo asalariado el que se expandió de mayor manera. En muchos países (por ejemplo, Argentina, Colombia, República Dominicana, Honduras y Perú) la proporción del empleo asalariado se redujo, dado que aparentemente en algunos países las necesidades profundizadas en el marco de la crisis y las nuevas oportunidades de generar ingresos de manera independiente en el contexto de la reactivación económica estimularon un fuerte repunte del trabajo por cuenta propia. La principal excepción fue Brasil.
Las perspectivas del empleo para 2011 se ven afectadas por la incertidumbre que implica el contexto de la economía global para el desempeño económico de la región. En vista de la reducción de la tasa de crecimiento proyectada para ese año, se estima que la generación de empleo se desacelerará moderadamente. Por lo tanto, se calcula que la tasa de desempleo regional registre un nuevo descenso, si bien más moderado que en 2010. Según la evolución de la tasa de participación, la tasa de desempleo regional se ubicaría entre 7.1 a 7.3 por ciento.
Las rebanadas del pastel
Va una de machos mexicanos: congruentes, como siempre, los “hermanos coraje” saldrán a la calle para demostrar aquello de “sacudirse el miedo” (Blake Mora dixit). Para poner el ejemplo, tirarán el micrófono al suelo, se tomarán de la mano, dejarán atrás el descomunal aparato de seguridad que los acompaña hasta en el baño y actuarán como ciudadanos de a pie. Así, Felipe Calderón, el propio Blake Mora, Genaro García Luna, Alejandro Poiré y demás aguerridos funcionarios demostrarán a los mexicanos cómo se hace: solitos transitarán por Ciudad Juárez, Apatzingán, Monterrey y demás zonas calientes –obvio es que en horas de efervescencia delincuencial–, públicamente se “sacudirán el miedo”, renunciarán a su jugoso “bono de riesgo”, y ante propios y extraños gritarán: “Órale hijos de la chingada; éntrenle, que aquí están sus padres y no les tenemos miedo, porque ya nos lo sacudimos”… En eso, el secretario de Gobernación fue despertado por sus guaruras, quienes le informaron que habían asesinado a la señora Marisela Escobedo.
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Fuente
Hastiados de la cruda realidad nacional, muchos mexicanos intentan desconectarse de ella durante el tradicional Lupe-Reyes, y de fiesta en fiesta viven apasionadamente la vida loca en una suerte de conjuro para ver si concluido el periodo vacacional amanecen en el paraíso. Nada más falso: retornan más endeudados de lo que se fueron, con la ingrata carga de los excesos y en espera de lo peor, porque su fuente de empleo no tiene la mínima garantía, con todo y el bombardeo de promesas incluidas en el discurso oficial. Así que no se manden, y aquellos privilegiados que cobraron aguinaldo no tienen otra opción más que cuidarlo.
Para México, la perspectiva laboral en el año que está por iniciar es aún más oscura que la de 2010. En 2011, de acuerdo con las estimaciones que sobre el particular se han elaborado, se prevé una caída de entre 25 y 30 por ciento en la generación de plazas laborales en el sector formal de la economía, respecto al resultado del ejercicio por concluir. Si bien esta lamentable circunstancia no es exclusiva de nuestro país, en éste sí es especialmente delicada. De cualquier suerte, como lo advirtió la Organización Internacional del Trabajo, “el panorama del empleo en América Latina durante el próximo año es incierto, ante la perspectiva de una desaceleración del crecimiento regional”.
Panorama ingrato para 2011, pero en 2010 ¿cómo se comportó el empleo en América Latina? La Cepal comparte su balance y detalla que las características de la reactivación de los mercados laborales variaron fuertemente entre países y subregiones. Durante 2010, Brasil lideró la recuperación de los mercados laborales y tanto el incremento de su tasa de ocupación, estimado en un punto porcentual para el año en su conjunto, como la reducción de su tasa de desempleo, superaron los promedios regionales. Una buena parte de los nuevos empleos fue formal, ya que durante los primeros tres trimestres el número de trabajadores cubiertos por la legislación social y laboral se incrementó 6 por ciento a nivel nacional respecto al mismo periodo del año anterior. Adicionalmente, entre enero y agosto, los ingresos reales medios del conjunto de los ocupados de las seis principales áreas metropolitanas se incrementaron 3.8 por ciento, por lo que se puede constatar que el mercado laboral brasileño contribuyó tanto por el lado del empleo como por el lado de las remuneraciones de manera decisiva al incremento de la demanda interna y, de esta manera, a estimular un elevado crecimiento económico.
Otros países sudamericanos, como Chile, Perú y Uruguay, también registraron un importante aumento del trabajo formal como motor del incremento general del nivel de la ocupación y de una reducción de la tasa de desempleo. Reflejando la contracción de su PIB, entre los países de la subregión, Venezuela tuvo el peor desempeño en términos laborales, con una caída interanual de la tasa de ocupación, aumento del desempleo y, como consecuencia de la inflación relativamente elevada, caída de los salarios reales. México fue tempranamente afectado por la crisis internacional y su impacto en la actividad económica fue más fuerte. Durante 2010 los indicadores laborales mejoraron, superando los de 2009, pero sin volver a las tasas previas a la crisis. La situación fue similar en los países centroamericanos de los cuales por lo menos algunos, por ejemplo Costa Rica, Nicaragua y Panamá, registraron una generación relativamente dinámica de empleo formal, la cual sin embargo ha sido insuficiente para lograr mejoras marcadas en los indicadores globales.
La relación entre crecimiento económico y generación de empleo también se manifiesta en la evolución de la contratación formal que se desaceleró notablemente en el marco de la crisis, pero se dinamizó a partir de la segunda mitad de 2009. Durante 2010, en algunos países, como Brasil, Chile, Nicaragua y Uruguay, se registró un aumento interanual de 5 por ciento y más de este tipo de empleo de mejor calidad, mientras que en Costa Rica, México y Perú se expandió entre 3 y 4 por ciento. A partir de mitad del año las tasas de generación de este tipo de trabajos se mantuvieron positivas, pero en la medición desestacionalizada se puede constatar que como tendencia general se redujeron en el contexto de cierta desaceleración del crecimiento económico. Adicionalmente, durante el año en muchos casos se observa un aumento de las horas trabajadas.
Contrario a lo ocurrido, sobre todo entre 2004 y 2007, a pesar de la dinámica generación de empleo formal en muchos países, no en todos los casos ha sido el empleo asalariado el que se expandió de mayor manera. En muchos países (por ejemplo, Argentina, Colombia, República Dominicana, Honduras y Perú) la proporción del empleo asalariado se redujo, dado que aparentemente en algunos países las necesidades profundizadas en el marco de la crisis y las nuevas oportunidades de generar ingresos de manera independiente en el contexto de la reactivación económica estimularon un fuerte repunte del trabajo por cuenta propia. La principal excepción fue Brasil.
Las perspectivas del empleo para 2011 se ven afectadas por la incertidumbre que implica el contexto de la economía global para el desempeño económico de la región. En vista de la reducción de la tasa de crecimiento proyectada para ese año, se estima que la generación de empleo se desacelerará moderadamente. Por lo tanto, se calcula que la tasa de desempleo regional registre un nuevo descenso, si bien más moderado que en 2010. Según la evolución de la tasa de participación, la tasa de desempleo regional se ubicaría entre 7.1 a 7.3 por ciento.
Las rebanadas del pastel
Va una de machos mexicanos: congruentes, como siempre, los “hermanos coraje” saldrán a la calle para demostrar aquello de “sacudirse el miedo” (Blake Mora dixit). Para poner el ejemplo, tirarán el micrófono al suelo, se tomarán de la mano, dejarán atrás el descomunal aparato de seguridad que los acompaña hasta en el baño y actuarán como ciudadanos de a pie. Así, Felipe Calderón, el propio Blake Mora, Genaro García Luna, Alejandro Poiré y demás aguerridos funcionarios demostrarán a los mexicanos cómo se hace: solitos transitarán por Ciudad Juárez, Apatzingán, Monterrey y demás zonas calientes –obvio es que en horas de efervescencia delincuencial–, públicamente se “sacudirán el miedo”, renunciarán a su jugoso “bono de riesgo”, y ante propios y extraños gritarán: “Órale hijos de la chingada; éntrenle, que aquí están sus padres y no les tenemos miedo, porque ya nos lo sacudimos”… En eso, el secretario de Gobernación fue despertado por sus guaruras, quienes le informaron que habían asesinado a la señora Marisela Escobedo.
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