Miles de personas marchan en España para repudiar las medidas de austeridad

Reuters y Afp

Periódico La Jornada
Domingo 19 de diciembre de 2010, p. 30
Madrid, 18 de diciembre. Los dos grandes sindicatos españoles, Unión General de Trabajadores (UGT) y Comisiones Obreras (CCOO), realizaron marchas por toda España y miles de personas desafiaron el frío para protestar contra las nuevas medidas de austeridad anunciadas por el gobierno y que implican la reforma al sistema de pensiones y el retraso de dos años la edad de jubilación, como ya lo hizo Francia, pese a las multitudinarias protestas que paralizaron al país.

Los sindicatos amenazaron con una huelga general si las autoridades no dan marcha atrás a su plan para subir la edad de retiro. Ello en respuesta a la postura del presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, quien el pasado viernes en Bruselas reafirmó su determinación a que el próximo 28 de enero se apruebe la reforma de jubilación y con ello que la edad legal para jubilarse pase de los 65 a los 67 años, a fin de calmar las preocupaciones de los mercados sobre sus finanzas.

Miles de personas desafiaron el frío en Madrid como parte de una serie de manifestaciones pacíficas contra las reducciones de gastos, una reforma a las leyes laborales y otras medidas para reducir el alto déficit del país.

Con estas movilizaciones, los sindicatos pretenden aumentar la presión contra el gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero.
Decenas de movilizaciones

El retraso de la edad de jubilación “no tiene sentido mientras tenemos un altísimo nivel de jóvenes parados”, aseguró María Eugenia Marcos, ex empleada de Telefónica, quien se manifestó en Madrid. A pesar de la repercusión social de la reforma, los sindicatos han tenido dificultades para reunir un amplio apoyo público. De hecho, esta mujer desempleada de 56 años calificó de “floja” la movilización porque los asalariados tienen la impresión de que hay que hacer algo para preservar el sistema de pensiones en el futuro.

Varias decenas de miles de personas, fundamentalmente militantes sindicales, participaron en la manifestación celebrada en la capital de España. Los representantes de los trabajadores convocaron otras 40 manifestaciones en diferentes ciudades del país.

El líder de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, advirtió al gobierno con organizar acciones más duras, incluida una nueva huelga general como la realizada el pasado 29 de septiembre. En ese momento el paro general, el primero desde que Rodríguez Zapatero llegó al gobierno en 2004, fue convocado para protestar contra la reforma del mercado de trabajo, una de cuyas principales medidas fue una mayor flexibilización del empleo. “Las próximas semanas son claves para ver si habrá o no huelga”, señaló el líder de CCOO.

España, la cuarta mayor economía de la zona euro, atraviesa desde finales de 2008 una profunda crisis económica y un alto déficit fiscal, con una tasa de desempleo récord de más de 20 por ciento de la población activa. Por ello, está bajo fuerte vigilancia de los mercados internacionales, que están apostando sobre si se verá forzada a solicitar un rescate de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI), como lo hizo Grecia en mayo pasado, por un monto de 110 mil millones de euros (140 mil millones de dólares) y recientemente Irlanda, que solicitó un paquete por 85 mil millones de euros (113 mil millones de dólares).

A pesar que España ha implementado severas medidas de austeridad, ha recortado el gasto y prometido más reformas para enderezar sus cuentas públicas, la calificadora de riesgo Moody’s puso la nota del país en revisión para una posible rebaja, tras advertir que los altos niveles de endeudamiento de bancos y gobiernos regionales podrían causar problemas financieros.

Al inaugurar una nueva ruta de tren de alta velocidad Madrid-Valencia, este sábado Rodríguez Zapatero dijo que con la nueva línea se “fortalece la confianza y se demuestra que España es un país próspero”.

Por su parte, el rey Juan Carlos, quien también participó en la inauguración, consideró que esta nueva línea de 438 kilómetros, que une en 90 minutos (hasta ahora cuatro horas) la capital con la tercera ciudad del país, “permite en momentos de crisis y dificultades económicas mirar hacia delante”.

Esta línea, cuarto eje de gran velocidad después de Madrid-Sevilla en 1992, Madrid-Valladolid en 2007 y Madrid-Barcelona en 2008, costó 6 mil 600 millones de euros (8 mil 800 millones de dólares). El programa español de trenes de alta velocidad es objeto de críticas por parte de algunos economistas que consideran su elevado costo para una población modesta (47 millones de personas) respecto a China, Japón, Francia o Alemania, los otros países líderes de la gran velocidad.

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