Para celebrar sus 70 años, Eduardo Matos publicará Arqueología del México antiguo
PAULA CARRIZOSA
Eduardo Matos Moctezuma, el arqueólogo que es reconocido por sacar a la luz el Templo Mayor de la gran Tenochtitlán, la antigua capital azteca que fue conquistada por los españoles, cumplió este diciembre 70 años de vida, y para celebrarlo se publicará su libro Arqueología del México antiguo, que será editado en inglés, italiano y español.
Al rescate del Templo Mayor, Matos Moctezuma le ha dedicado los últimos 33 años de su vida, por lo que sabe que es un proyecto que “seguirá aportando información valiosísima por muchas décadas”.
El arqueólogo recordó que el hallazgo de la escultura de la diosa Coyolxauhqui fue el evento que dio la clave sobre la ubicación del templo.
Contó que en 1957, cuando estudiaba la preparatoria, un amigo le dio el libro Dioses, tumbas y sabios, de C.W. Ceram, que en el primer capítulo hablaba de la arqueología en Egipto y que éste le atrajo tanto que fue con su lectura como se decidió a estudiar esa disciplina.
Después, Matos Moctezuma ingresó a la Escuela Nacional de Antropología e Historia, en donde tuvo por profesores a especialistas como Román Piña Chan, José Luis Lorenzo, Ignacio Bernal, Calixta Guiteras, Jiménez Moreno o Pedro Bosch Gimpera, prehistoriador de origen español que fue el presidente del jurado en su graduación en 1965.
Sus primeras excavaciones las realizó en las zonas arqueológicas de Tula, Cholula, Tlatelolco y Teotihuacan, porque “en arqueología, la teoría y la práctica van muy unidas, y esos sitios me prepararon para lo que vendría a ser el Templo Mayor”, refirió. En esa época trabajó con arqueólogos de la talla de Lorenzo, Piña Chan, Jorge Acosta o Francisco González Rull.
En el mes de marzo de 1978 el arqueólogo asumió la coordinación del Proyecto Templo Mayor y formó un equipo interdisciplinario donde además de arqueólogos participan biólogos, geólogos y antropólogos físicos, entre otros especialistas.
El descubrimiento de la Coyolxauhqui por trabajadores de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, diosa lunar que según las crónicas se hallaba desmembrada a los pies de la escalinata del Templo Mayor, dio pie a la exploración y excavación de la gran pirámide de los mexicas. El centro real y simbólico de su cosmogonía.
Matos Moctezuma recordó que fue “a invitación de Gastón García Cantú, director del INAH, asumo el cargo de presidente del Consejo de Arqueología, en sustitución del gran arqueólogo Ignacio Bernal, en 1977. Yo me aburría enormemente, añoraba regresar al campo, y entonces ocurrió el hallazgo de Coyolxauhqui en la calle de Guatemala, a principios de 1978”.
Señaló que el proyecto de rescatar el Templo Mayor ya existía desde antes, porque se habían encontrado algunos vestigios del mismo a principios del siglo XX, aunque el equipo nunca se imaginó los alcances de dicho proyecto, que duró cinco años de excavación, dividido en tres fases y aún continúa el día de hoy.
“Fue el proyecto de mi vida, porque pude aplicar todos mis conceptos sobre la arqueología. Aquí se consolida toda mi experiencia anterior”, afirmó el experto.
Añadió que se han publicado más de 300 libros sobre el tema, entre tesis, catálogos y estudios académicos y de divulgación, escritos por él mismo y por sus colaboradores, así como por otros investigadores del tema.
“Cuando surgió el proyecto Templo Mayor se dio la primera excavación amplia y la más sostenida en el tiempo, con proyectos específicos de investigación, porque es el corazón del imperio mexica, donde real y simbólicamente se asienta todo su poder”, puntualizó.
Anotó que la primera exposición de arte precolombino se llevó a cabo en 1842, en Londres, a los pocos años de haber alcanzado México su Independencia. Luego, en el siglo XX, se hicieron las grandes exposiciones de Fernando Gamboa, y actualmente se exhiben muestras como Aztecs y Moctezuma II, que dan cuenta de la grandeza del impero azteca.
También señaló que mucha de la información que actualmente se maneja proviene de las investigaciones realizadas en el Templo Mayor. En el Museo del Templo, por ejemplo, actualmente se exhibe la enorme escultura de la diosa de la tierra “Tlaltecutli”, un monolito de 12 toneladas que fue excavado por Lorenzo López Lujan, actual titular del proyecto Mayor.
Agregó que en arqueología un “gran hallazgo” es de una importancia relativa, ya que a veces es más importante hallar una punta de flecha que impacta en el contexto en el que se está investigando, y que su descubrimiento puede armar una revolución.
“El arqueólogo no es un buscador de tesoros, como lo pintan los medios, sino un buscador del conocimiento del pasado”, aseguró Matos Moctezuma.
En 2011 publicará el libro monumental Arqueología del México antiguo
Además de las innumerables publicaciones sobre el Templo Mayor, Matos Moctezuma también ha investigado la historia de la arqueología en México y la biografía de sus grandes protagonistas.
Ese proyecto conformará el libro monumental Arqueología del México antiguo, que en México será coeditado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, y en Italia y Estados Unidos por Jaca Books.
En la edición, la cual está ricamente ilustrada, se muestran todos los hallazgos arqueológicos en Mesoamérica, y un estudio sobre la muerte entre los antiguos pobladores del Altiplano, otro de los temas que le apasionan al arqueólogo.
Por último, Matos Moctezuma destacó que ya trabaja en la historiografía del Proyecto Templo Mayor, el cual saldrá probablemente en dos años, cuando se cumplan 35 años de haber iniciado el proyecto.
Fuente
Eduardo Matos Moctezuma, el arqueólogo que es reconocido por sacar a la luz el Templo Mayor de la gran Tenochtitlán, la antigua capital azteca que fue conquistada por los españoles, cumplió este diciembre 70 años de vida, y para celebrarlo se publicará su libro Arqueología del México antiguo, que será editado en inglés, italiano y español.
Al rescate del Templo Mayor, Matos Moctezuma le ha dedicado los últimos 33 años de su vida, por lo que sabe que es un proyecto que “seguirá aportando información valiosísima por muchas décadas”.
El arqueólogo recordó que el hallazgo de la escultura de la diosa Coyolxauhqui fue el evento que dio la clave sobre la ubicación del templo.
Contó que en 1957, cuando estudiaba la preparatoria, un amigo le dio el libro Dioses, tumbas y sabios, de C.W. Ceram, que en el primer capítulo hablaba de la arqueología en Egipto y que éste le atrajo tanto que fue con su lectura como se decidió a estudiar esa disciplina.
Después, Matos Moctezuma ingresó a la Escuela Nacional de Antropología e Historia, en donde tuvo por profesores a especialistas como Román Piña Chan, José Luis Lorenzo, Ignacio Bernal, Calixta Guiteras, Jiménez Moreno o Pedro Bosch Gimpera, prehistoriador de origen español que fue el presidente del jurado en su graduación en 1965.
Sus primeras excavaciones las realizó en las zonas arqueológicas de Tula, Cholula, Tlatelolco y Teotihuacan, porque “en arqueología, la teoría y la práctica van muy unidas, y esos sitios me prepararon para lo que vendría a ser el Templo Mayor”, refirió. En esa época trabajó con arqueólogos de la talla de Lorenzo, Piña Chan, Jorge Acosta o Francisco González Rull.
En el mes de marzo de 1978 el arqueólogo asumió la coordinación del Proyecto Templo Mayor y formó un equipo interdisciplinario donde además de arqueólogos participan biólogos, geólogos y antropólogos físicos, entre otros especialistas.
El descubrimiento de la Coyolxauhqui por trabajadores de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, diosa lunar que según las crónicas se hallaba desmembrada a los pies de la escalinata del Templo Mayor, dio pie a la exploración y excavación de la gran pirámide de los mexicas. El centro real y simbólico de su cosmogonía.
Matos Moctezuma recordó que fue “a invitación de Gastón García Cantú, director del INAH, asumo el cargo de presidente del Consejo de Arqueología, en sustitución del gran arqueólogo Ignacio Bernal, en 1977. Yo me aburría enormemente, añoraba regresar al campo, y entonces ocurrió el hallazgo de Coyolxauhqui en la calle de Guatemala, a principios de 1978”.
Señaló que el proyecto de rescatar el Templo Mayor ya existía desde antes, porque se habían encontrado algunos vestigios del mismo a principios del siglo XX, aunque el equipo nunca se imaginó los alcances de dicho proyecto, que duró cinco años de excavación, dividido en tres fases y aún continúa el día de hoy.
“Fue el proyecto de mi vida, porque pude aplicar todos mis conceptos sobre la arqueología. Aquí se consolida toda mi experiencia anterior”, afirmó el experto.
Añadió que se han publicado más de 300 libros sobre el tema, entre tesis, catálogos y estudios académicos y de divulgación, escritos por él mismo y por sus colaboradores, así como por otros investigadores del tema.
“Cuando surgió el proyecto Templo Mayor se dio la primera excavación amplia y la más sostenida en el tiempo, con proyectos específicos de investigación, porque es el corazón del imperio mexica, donde real y simbólicamente se asienta todo su poder”, puntualizó.
Anotó que la primera exposición de arte precolombino se llevó a cabo en 1842, en Londres, a los pocos años de haber alcanzado México su Independencia. Luego, en el siglo XX, se hicieron las grandes exposiciones de Fernando Gamboa, y actualmente se exhiben muestras como Aztecs y Moctezuma II, que dan cuenta de la grandeza del impero azteca.
También señaló que mucha de la información que actualmente se maneja proviene de las investigaciones realizadas en el Templo Mayor. En el Museo del Templo, por ejemplo, actualmente se exhibe la enorme escultura de la diosa de la tierra “Tlaltecutli”, un monolito de 12 toneladas que fue excavado por Lorenzo López Lujan, actual titular del proyecto Mayor.
Agregó que en arqueología un “gran hallazgo” es de una importancia relativa, ya que a veces es más importante hallar una punta de flecha que impacta en el contexto en el que se está investigando, y que su descubrimiento puede armar una revolución.
“El arqueólogo no es un buscador de tesoros, como lo pintan los medios, sino un buscador del conocimiento del pasado”, aseguró Matos Moctezuma.
En 2011 publicará el libro monumental Arqueología del México antiguo
Además de las innumerables publicaciones sobre el Templo Mayor, Matos Moctezuma también ha investigado la historia de la arqueología en México y la biografía de sus grandes protagonistas.
Ese proyecto conformará el libro monumental Arqueología del México antiguo, que en México será coeditado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, y en Italia y Estados Unidos por Jaca Books.
En la edición, la cual está ricamente ilustrada, se muestran todos los hallazgos arqueológicos en Mesoamérica, y un estudio sobre la muerte entre los antiguos pobladores del Altiplano, otro de los temas que le apasionan al arqueólogo.
Por último, Matos Moctezuma destacó que ya trabaja en la historiografía del Proyecto Templo Mayor, el cual saldrá probablemente en dos años, cuando se cumplan 35 años de haber iniciado el proyecto.
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