Recula Washington; ahora aboga por una "transición ordenada" en Egipto
Afp, Reuters Dpa y Xinhua
Periódico La Jornada
Lunes 31 de enero de 2011, p. 31
Washington, 30 de enero. En un giro de su política hacia Egipto, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, abogó hoy por una "transición ordenada" en ese país y llamó por teléfono a los gobernantes de sus principales aliados en Europa y Medio Oriente –Gran Bretaña, Israel, Arabia Saudita y Turquía– para promover un "enfoque" sobre la crisis egipcia que evite la violencia, impulse la moderación y respete los derechos políticos de reunión pacífica, asociación y expresión.
La Casa Blanca informó que Obama se comunicó con el rey de Arabia Saudita, Abdulá Bin Abdulaziz al Saud, y con los primeros ministros David Cameron, de Gran Bretaña; Tayyip Erdogan, de Turquía, y Benjamin Netanyahu, de Israel.
Antes de que la Casa Blanca diera a conocer la versión sobre los contactos telefónicos de Obama, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, dijo en entrevistas con televisoras estadunidenses que Washington desea "ver una transición ordenada para que nadie venga a llenar un vacío", por la ausencia de “un plan bien pensado sobre un gobierno de participación democrática.
"Tampoco queremos ver una toma de poder que no lleve a la democracia, sino a la opresión y al final de las aspiraciones del pueblo egipcio", dijo Clinton a la NBC.
Durante otra entrevista concedida a CNN, Clinton afirmó que Estados Unidos no quiere enviar "un mensaje de apoyo o no" al presidente Hosni Mubarak o a cualquier otro político, pero ante la insistencia del conductor del programa sobre ese punto, la funcionaria respondió: "Hay otra elección: es el pueblo egipcio".
No obstante, Clinton rectificó una declaración difundida el viernes por el vocero del Departamento de Estado, Robert Gibbs, de que Washington podría revisar la ayuda militar y económica a Egipto, de unos mil 500 millones de dólares anuales, dependiendo de la respuesta que Mubarak diera a las protestas populares. "En este momento no está en discusión el corte de ningún tipo de ayuda a Egipto", manifestó Clinton.
El martes pasado Clinton pidió calma a todas las partes para evitar la violencia en Egipto. "Nuestra evaluación es que el gobierno egipcio es estable y está buscando maneras de responder a las necesidades e intereses legítimos del pueblo egicpio", dijo la jefa de la diplomacia estadunidense hace unos días.
En reacción a los pronunciamientos de Obama y Clinton, el político opositor egipcio Mohamed El Baradei dijo que Washington "pierde credibilidad día a día", porque "no puede pedir al pueblo egipcio que espere que un dictador con 30 años en el poder sea quien instaure la democracia".
La postura del gobierno estadunidense, según el analista del Instituto de Relaciones Internacionales y Estratégicas, Didier Billion, refleja que Washington está en espera "de que el vapor de la olla de presión pueda salir", puesto que El Cairo "sigue siendo una pieza mayor en el ajedrez de Medio Oriente" y Estados Unidos y sus aliados temen "un efecto dominó si ahora cae Mubarak" en medio de las protestas.
Uno de esos aliados, el gobierno de Israel, por medio de su primer ministro, Benjamin Netanyahu, dijo que Tel Aviv responde con "responsabilidad y moderación" ante la crisis política egipcia, pero destacó el papel de Mubarak, sin mencionar su nombre, en el mantenimiento de la paz que los dos países han vivido en las pasadas tres décadas.
Desde Caracas, el presidente venezolano Hugo Chávez se pronunció en favor de una solución pacífica a la problemática egipcia y demandó el respeto a la soberanía. Acotó además: "Fíjate cómo Estados Unidos, después que utilizó durante años a un presidente, apenas entró en crisis, lo abandonaron. Así paga el diablo".
Fuente
Periódico La Jornada
Lunes 31 de enero de 2011, p. 31
Washington, 30 de enero. En un giro de su política hacia Egipto, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, abogó hoy por una "transición ordenada" en ese país y llamó por teléfono a los gobernantes de sus principales aliados en Europa y Medio Oriente –Gran Bretaña, Israel, Arabia Saudita y Turquía– para promover un "enfoque" sobre la crisis egipcia que evite la violencia, impulse la moderación y respete los derechos políticos de reunión pacífica, asociación y expresión.
La Casa Blanca informó que Obama se comunicó con el rey de Arabia Saudita, Abdulá Bin Abdulaziz al Saud, y con los primeros ministros David Cameron, de Gran Bretaña; Tayyip Erdogan, de Turquía, y Benjamin Netanyahu, de Israel.
Antes de que la Casa Blanca diera a conocer la versión sobre los contactos telefónicos de Obama, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, dijo en entrevistas con televisoras estadunidenses que Washington desea "ver una transición ordenada para que nadie venga a llenar un vacío", por la ausencia de “un plan bien pensado sobre un gobierno de participación democrática.
"Tampoco queremos ver una toma de poder que no lleve a la democracia, sino a la opresión y al final de las aspiraciones del pueblo egipcio", dijo Clinton a la NBC.
Durante otra entrevista concedida a CNN, Clinton afirmó que Estados Unidos no quiere enviar "un mensaje de apoyo o no" al presidente Hosni Mubarak o a cualquier otro político, pero ante la insistencia del conductor del programa sobre ese punto, la funcionaria respondió: "Hay otra elección: es el pueblo egipcio".
No obstante, Clinton rectificó una declaración difundida el viernes por el vocero del Departamento de Estado, Robert Gibbs, de que Washington podría revisar la ayuda militar y económica a Egipto, de unos mil 500 millones de dólares anuales, dependiendo de la respuesta que Mubarak diera a las protestas populares. "En este momento no está en discusión el corte de ningún tipo de ayuda a Egipto", manifestó Clinton.
El martes pasado Clinton pidió calma a todas las partes para evitar la violencia en Egipto. "Nuestra evaluación es que el gobierno egipcio es estable y está buscando maneras de responder a las necesidades e intereses legítimos del pueblo egicpio", dijo la jefa de la diplomacia estadunidense hace unos días.
En reacción a los pronunciamientos de Obama y Clinton, el político opositor egipcio Mohamed El Baradei dijo que Washington "pierde credibilidad día a día", porque "no puede pedir al pueblo egipcio que espere que un dictador con 30 años en el poder sea quien instaure la democracia".
La postura del gobierno estadunidense, según el analista del Instituto de Relaciones Internacionales y Estratégicas, Didier Billion, refleja que Washington está en espera "de que el vapor de la olla de presión pueda salir", puesto que El Cairo "sigue siendo una pieza mayor en el ajedrez de Medio Oriente" y Estados Unidos y sus aliados temen "un efecto dominó si ahora cae Mubarak" en medio de las protestas.
Uno de esos aliados, el gobierno de Israel, por medio de su primer ministro, Benjamin Netanyahu, dijo que Tel Aviv responde con "responsabilidad y moderación" ante la crisis política egipcia, pero destacó el papel de Mubarak, sin mencionar su nombre, en el mantenimiento de la paz que los dos países han vivido en las pasadas tres décadas.
Desde Caracas, el presidente venezolano Hugo Chávez se pronunció en favor de una solución pacífica a la problemática egipcia y demandó el respeto a la soberanía. Acotó además: "Fíjate cómo Estados Unidos, después que utilizó durante años a un presidente, apenas entró en crisis, lo abandonaron. Así paga el diablo".
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