Egipto: Recuperando su historia

martes 1 de febrero de 2011

Manuel Justo Gaggero (especial para ARGENPRESS.info)

Es el país árabe mas densamente poblado con 83 millones de habitantes,.en algo mas de un millón de kilómetros cuadrados. Su capital, El Cairo, tiene cerca de 10 millones de habitantes.

Con cerca del 29 % de su población analfabeta, una mortandad infantil que ronda los 36 casos en cada mil habitantes -para darnos una idea Cuba está en sólo 4 casos y un sistema de salud pública absolutamente deficiente, su estructura social reconoce una clase media y alta con ingresos altos y reducida en número y el grueso de la población -agricultores, población urbana y obreros -con serios problemas de ocupación y salarios de supervivencia.

Sin estadísticas oficiales confiables, la desocupación afecta a casi un 40 % de la población activa.

En este contexto se producen los recientes acontecimientos que sacudieron las principales ciudades de esta Nación y pusieron en tensión a Estados Unidos e Israel, los principales soportes de la Dictadura que encabeza Hosni Mubarak.

Las movilizaciones comenzaron el 17 de enero, luego de que un militante antidictatorial se prendiera fuego frente al Palacio gubernamental.

Al día siguiente dos hombres hicieron lo mismo y uno de ellos murió. Estos sacrificios iniciaron las mas grandes movilizaciones populares en este país milenario.

Haciendo memoria

Para que tengamos una idea de la historia moderna de esta nación, cuyos orígenes se remontan a hace seis mil años, digamos que en 1914 fue colocada bajo el protectorado de Inglaterra, que negoció, una independencia limitada, en 1932.

La existencia del Canal de Suez -una vía fundamental para el transporte marítimo- justificaba la presencia militar inglesa- según la mirada de los colonialistas.

Durante la Segunda Guerra Mundial, este país fue usado como base militar aliada.

Al finalizar la contienda el sentimiento antiimperialista crecía en los pueblos árabes, frente a la proclamación del Estado de Israel, en 1948, en el territorio palestino.

El rey Faruk, que ejercía el poder formal de la nación egipcia, sumó sus tropas a la fuerza armada que constituyeron los diferentes estados del Magreb para enfrentar al sionismo,;enfrentamiento en el que fueron derrotados.

Como resultado de las grandes manifestaciones populares contra los dirigentes monárquicos, acusados de vacilantes y cobardes en la conducción de la guerra, se constituyó, dentro del ejército, un grupo nacionalista denominado “Oficiales Libres”.

En 1952 el Coronel Gamal Abdel Nasser, líder de esta organización, encabezó un golpe de estado que derrocó al rey Faruk.

El nuevo régimen se proclamó nacionalista, socialista e interesado en beneficiar a los campesinos pobres, poniendo, de inmediato, en marcha una reforma agraria mediante la cuál se expropiaron las tierras de los terratenientes.

El nuevo gobierno acordó, con la entonces Unión Soviética, la construcción de la represa de Asuán que permitiría irrigar grandes extensiones de tierra y lograr la electrificación de toda la Nación.

La nacionalización del Canal de Suez determinó que el país fuera invadido por tropas inglesas, francesas e israelíes.

La dura respuesta soviética, y la mediación estadounidense, determinaron que los invasores abandonaran el territorio egipcio.

En el plano internacional Nasser, junto al presidente Tito de Yugoslavia y el apoyo de líderes mundiales como Fidel Castro y el presidente de Argelia Ahmed Ben Bella-promovió la creación del Movimiento de Países No Alineados al que se sumaron todos las naciones, de los tres continentes que se independizaban del colonialismo .

En 1970 al morir de un infarto el líder independista egipcio, ocupó su lugar el vicepresidente Anuar Sadat-que representaba el ala de derecha del Partido Socialista Árabe, fundado por Nasser.

Este puso en marcha una política de apertura a Occidente denominada infitah, rompiendo relaciones con la Unión Soviética, proscribiendo los partidos políticos opositores y reprimiendo las protestas campesinas y obreras.

Al mismo tiempo inició un acercamiento con Israel, que fue repudiado por la totalidad del mundo árabe.

En octubre de 1981, cuándo asistía a una ceremonia militar fue herido mortalmente en un atentado organizado por oficiales del ejército, disconformes con el curso de la política interna y externa del régimen, que se reivindicaban nasseristas.

La idea de los complotados era la de terminar con la totalidad de la cúpula gubernamental entre la que se encontraba Hosni Mubarak, que resultó ileso, y asumió el gobierno iniciando una represión con centenares de asesinados, miles de presos y la reafirmación del carácter dictatorial del régimen y su claro alineamiento con Estados Unidos.

Con estos lineamientos, y en el marco del crecimiento y profundización de la exclusión social, comenzó a generarse un movimiento de oposición cada vez mayor que reconoce dos grandes vertientes.

Por un lado un movimiento islámista nucleado en la organización Hermanos Musulmanes, que ha realizado en la última década numerosos atentados, siendo sus miembros reprimidos, con mucha saña, por los organismos oficiales de seguridad y, por otro lado, una oposición democrática que aglutina a un amplio espectro que va desde el partido comunista, sectores socialistas, nasseristas y dirigentes de movimientos campesinos y obreros.

Estos son los protagonistas, junto a desocupados, pobres de la ciudad y el campo, de las movilizaciones que reclaman la caída de la Dictadura.

El “gatopardismo”

Siguiendo con el criterio de aparentar cambios para que nada cambie, Mubarak designó como vicepresidente a su Jefe de Inteligencia Omar Suleiman, un General de 77 años estrechamente ligado a la Agencia Central de Inteligencia -la CIA norteamericana- y al servicio de inteligencia israelí -el Mossad-.

Efectivamente este personaje organizó la cárceles secretas en territorio egipcio a las que son trasladados los secuestrados por agentes de inteligencia estadounidenses, en sus países de residencia, acusados de supuestas actividades “terroristas” y encerrados en las mismas, donde son sometidos a salvajes torturas, muriendo muchos como consecuencia de los tormentos.

El pasado año comenzó en Roma un juicio contra una decena de agentes de la CIA, que habían secuestrado, en territorio italiano, a un religioso musulmán egipcio en el 2008,que permaneció en cautiverio durante casi dos años, recuperando la libertad con serias secuelas físicas y psicológicas por los tratos crueles y aberrantes a los que fue sometido.

Estados Unidos se ha negado a extraditar a los responsables de este crimen de lesa humanidad, de esa nacionalidad,

La víctima declaró en el tribunal que en los interrogatorios participaba el mencionado Suleiman.

El otro nombramiento, el del primer Ministro Ahmed Schafik tiene el mismo sesgo, ya que se trata de un integrante del régimen que ha compartido todas las políticas en estos 30 años.

El pueblo ha rechazado los cambios, que nada cambian. Se abre un interesante y rico proceso, que reivindica la tradición antiimperialista de esta nación. Veremos que pasa.

Manuel Justo Gaggero es abogado, ex director del diario “El Mundo” y de las revistas “Nuevo Hombre” y “Diciembre 20”.


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