Calderón y García Luna sólo tienen imaginación para la violencia, afirma Sicilia

Rubicela Morelos
Corresponsal
Periódico La Jornada
Sábado 9 de abril de 2011, p. 2
Cuernavaca, Mor., 8 de abril. El escritor Javier Sicilia dijo que no le sorprendió que Felipe Calderón declarara en Cancún que continuará la lucha contra el narcotráfico pese a los 40 mil mexicanos muertos, porque el pasado miércoles, cuando se reunieron en Los Pinos, el mandatario le manifestó que no iba a modificar dicha estrategia.

“Él me dijo: ‘no me voy a mover de mi posición’; lo que está declarando ahora ante las cámaras me lo dijo a mí en privado”, comentó Sicilia, al ser entrevistado en el plantón que sostiene en el zócalo de esta ciudad desde el pasado miércoles, en demanda del esclarecimiento y justicia para el asesinato de su hijo Juan Francisco y seis personas más.

Indicó que lo sostenido por Calderón le confirma que sólo tiene imaginación para la violencia. “Lamentable. ¿En qué sentido?, ¿qué no tiene más imaginación para salvar este país?, ¿qué sólo tiene imaginación para aumentar la guerra, la violencia, el dolor? Eso es lo terrible”, subrayó.

Recordó que en aquella reunión le solicitó imaginación, no sólo a él, sino a todas las autoridades de los tres niveles, a los actores de los partidos políticos, a los empresarios, a los sindicatos, a todos los mexicanos, para pensar juntos cómo regresar la paz, la seguridad, la dignidad y la justicia al país.

“Pero él mantiene su posición; bueno, pues que siga cargando en su conciencia el dolor de esta nación y los muertos que llevará por el resto de su existencia en su corazón”, advirtió.

Subrayó que no le desea sus sueños y tampoco sus pesadillas, “pero él ahorita las tiene, y por desgracia en esta locura, en estas pesadillas que tiene nos las está cobrando y nos las está haciendo realidad; mejor que se las guarde en su corazón y que haga oración, para que lo ilumine Dios, si es católico, para que le dé luz suficiente para entender lo que dijo Jesús: ‘quien a hierro mata, a hierro muere’; nos está poniendo (en la mira) como Presidente de la nación; al matarnos a nosotros lo están matando a él”.

Respecto de que el titular de la Secretaría de Seguridad Pública, Genaro García Luna, sentenció que la violencia en México disminuirá en siete años, dijo que no espera nada bueno de ese funcionario. “Si el Presidente, que es un buen hombre, tiene imaginación para esto (la violencia), qué puedo esperar de García Luna”, agregó.

Urgió al fiscal morelense, Pedro Luis Benítez Vélez, a esclarecer el asesinato de su hijo y las otras seis personas cuyos cuerpos fueron encontrados dentro de un vehículo el pasado lunes 28 de marzo en el fraccionamiento Las Brisas, municipio de Temixco.

Dijo que la tarea para las autoridades de los tres niveles es ponerle nombre, historia, y que indemnicen a todas las víctimas de esta lucha contra el crimen organizado.

Reiteró que hasta hoy no tiene confianza en las investigaciones de la Procuraduría General de Justicia de la entidad, y que por eso precisamente apeló a la coadyuvancia para que no detengan a otros que no sean los responsables.

Lamentó que a 10 días de los hechos no haya resultados de las investigaciones y que no se haya dado con el paradero de los responsables de la muerte de estas siete personas, cuando supuestamente todas las corporaciones policiacas del país están buscándolos.

El escritor aceptó que tiene miedo de que atenten contra su vida por exigir justicia y que los responsables de las instituciones del país no cumplan su función. La PGJM asignó tres policías ministeriales para que lo cuiden.

Aún pendiente, que la Sedena aclare si uno de los homicidas es un ex militar

Alfredo Méndez y Rubicela Morelos Enviado y corresponsal

Cuernavaca, Mor., 8 de abril. Casi dos semanas después de que fueron encontrados siete cadáveres dentro de un automóvil Honda abandonado en el fraccionamiento Las Brisas de Temixco, entre ellos el de Juan Francisco Sicilia, hijo del poeta Javier Sicilia, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) aún no aclara a la Procuraduría General de Justicia de Morelos (PGJM) si uno de los presuntos responsables del multihomicidio es un ex militar.

Los fiscales del caso pidieron a la Sedena, desde el 28 de marzo pasado, cuando fueron encontrados los cuerpos, que confirmara o descartara la posibilidad de que uno de los supuestos asesinos perteneció al Ejército Mexicano.

La aclaración que las autoridades morelenses pidieron a la Defensa Nacional fue requerida después de que peritos médicos de la 24 Zona Militar –que participaron en la toma de pruebas dactiloscópicas halladas en el vehículo Honda– detectaron que una de las huellas dactilares dio positivo al registro interno con que cuenta esa dependencia.

Los fiscales pidieron aclarar si uno de los presuntos asesinos apareció en el registro interno de huellas dactilares de la Sedena porque formó parte de las filas del Ejército o porque sus datos fueron capturados cuando el ahora inculpado realizó su servicio militar.

Otro de los supuestos asesinos materiales de las siete personas fue identificado por el registro de huellas dactilares de la Procuraduría General de la República (PGR). Sólo se cuenta con su fotografía y su apodo, pero se desconoce su nombre y apellido, aunque se sabe que tiene antecedentes penales por robo.
A decir de funcionarios de la PGJM que permitieron a La Jornada acceso a la averiguación previa abierta para indagar las causas del multihomicidio, se espera que en las próximas horas, probablemente el lunes, la Sedena rinda su informe para que se aclaren las versiones que existen sobre la posibilidad de que un ex militar fuera uno de los responsables del asesinato del joven Sicilia y de otras seis personas.

Las versiones extraoficiales sobre la presunta participación de ex militares en estos hechos crecieron después de que el procurador de Morelos, Pedro Luis Benítez Vélez, declaró en el municipio de Xochitepec, el pasado primero de abril, que algunas órdenes de aprehensión fueron liberadas en contra de ex funcionarios encargados de brindar seguridad.

“Puede haber en las órdenes de aprehensión personal que estuvo involucrado en instituciones públicas”, expresó ese día el procurador.

De acuerdo con las constancias ministeriales que obran en el expediente, la principal hipótesis para explicar el móvil del multihomicidio apunta a un supuesto acto de represalia de parte de miembros de alguna célula criminal (dedicada a secuestro, extorsión y narcomenudeo en Morelos) contra un ex militar de nombre Álvaro Jaimes Avelar, quien fue ejecutado junto con Sicilia y las otras cinco personas.

Reconstrucción de hechos

A partir de pruebas documentales, periciales y testimoniales recabadas en las dos semanas recientes por fiscales de la PGJM, se ha podido reconstruir la historia de lo que pasó antes de que se encontraran los siete cadáveres en la zona de Temixco.

Según esos indicios, 10 días antes de ser asesinadas las siete personas, los jóvenes Gabriel Alejo y Luis Antonio Romero Jaimes habrían sido asaltados por unos hombres que dijeron ser policías ministeriales y/o militares.

Tras el asalto, los agresores, vestidos de negro y con armas largas, les advirtieron que si los denunciaban serían asesinados.

Los jóvenes decidieron pedir apoyo a un familiar de uno de ellos (Álvaro Jaimes), quien se dedicaba actualmente a la seguridad privada.

El domingo 27 de marzo, Gabriel y Luis, junto con otros dos amigos, uno de ellos Juan Francisco Sicilia, se reunieron en el restaurante de mariscos La Rana Cruda.

El hijo del poeta Javier Sicilia estuvo buena parte del domingo en casa de su novia. Cerca de las 21 horas de ese día se despidió de su compañera para ir a reunirse con sus amigos en La Rana Cruda.

Al lugar acudió el tío de Luis, de apellido Jaimes Avelar, quien les ayudaría a decidir qué hacer ante el asalto sufrido días antes.

De acuerdo con los testimonios de los testigos que estuvieron en el restaurante, durante la estancia de los amigos del joven Sicilia en La Rana Cruda, no hubo discusiones ni movimientos extraños entre los comensales.

Unos 15 minutos antes de las 22 horas de ese domingo, el grupo de jóvenes, junto con el ex militar (tío de uno de ellos) y una mujer que acompañaba a Álvaro, salieron del restaurante a bordo de tres vehículos. El rumbo que tomó el grupo es aún un misterio.

Los resultados de la necropsia han aportado datos respecto a que las siete personas fallecieron entre las 23 y las 23:45 horas del 27 de marzo pasado.

El lunes 28 de marzo, en el fraccionamiento Las Brisas de Temixco, fue encontrado un auto Honda con siete cadáveres, entre ellos los de Luis Antonio, su hermano Julio, su tío Álvaro, Gabriel Alejo y Juan Francisco Sicilia. Los cuerpos tenían huellas de tortura, las extremidades atadas y señales de asfixia. De los siete cadáveres, el que más rastros de golpes y escoriaciones presentaba era el del ex militar.

Los hermanos Romero, Gabriel Alejo y Juan Francisco Sicilia eran amigos desde la infancia. Solían reunirse comúnmente en casa de Gabriel.

Hasta el momento, en las constancias de autos ministeriales no existen documentos que demuestren que alguna de las siete personas asesinadas tenían vínculos con actividades del crimen organizado.

Sin embargo, fuentes de la PGJM revelaron este viernes que se realizan diversos interrogatorios a vecinos, amistades y familiares de los ahora occisos, para descartar por completo que alguno de ellos tuviera vínculos con actividades de narcomenudeo, como trascendió en días pasados en los medios de comunicación.

Los fiscales también mantienen abierta otra línea de investigación, aunque con pocas pruebas indiciarias que la sostengan, respecto de la posibilidad de que los jóvenes no fueron asaltados, sino que 10 días antes de ser ejecutados participaron en un accidente vehicular o en una riña callejera con supuestos policías ministeriales de Morelos, y que pidieron apoyo a Jaimes Avelar para “saldar cuentas”.

Hasta el momento, los autos de Sicilia y de Álvaro Jaimes aún no aparecen. Tampoco dos de los presuntos asesinos que ya fueron plenamente identificados.

Por la noche, un grupo de diputados locales panistas se reunieron en privado con el procurador morelense para conocer los avances de las pesquisas.


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