Refrendan pueblos de AL unidad frente a privatizaciones y violencia
Matilde Pérez Uribe
Publicado: 04/04/2011 13:09
México, DF. A una década de resistencia en contra de los proyectos del Plan Puebla Panamá –actualmente Pacto de Integración Mesoamericana- organizaciones indígenas, campesinas y movimientos populares de México, Guatemala, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras y El Salvador renovarán su solidaridad, cooperación y unidad para frenar las privatizaciones de los recursos naturales y acordar cómo afrontar la narcoeconomía y la violencia.
Las luchas para impedir despojos de tierras, agua, bosques, construcción de presas que implican la destrucción de pueblos, expansión de minería a cielo abierto y el avance de las siembras de maíz transgénico, han dejado como resultado cientos de detenidos, más de 300 muertos, aumento de migrantes y violación sistemática a los derechos humanos, asentaron Martín Velázquez, de la Alianza Mexicana por la Autodeterminación de los Pueblos, y Marcos Antonio Velázquez, de la Red Mexicana de Acción Frente al Libre Comercio.
En conferencia de prensa para informar que el próximo fin de semana se llevará a cabo en Minatitlán, Veracruz, el octavo Foro Mesoamericano de los Pueblos, sostuvieron que en ese lapso de tiempo, por las políticas neoliberales, en dichas naciones ha aumentado la pobreza, la dependencia alimentaria y generado enfrentamientos. En México, ejemplificaron, más de 40 por ciento de la población está en pobreza alimentaria y patrimonial.
El golpe de estado en Honduras, en junio de 2009, puso en evidencia que para el libre comercio y los planes de despojo territorial es necesario imponer nuevas dictaduras con rostro civil y que los gobiernos de supuesta izquierda y socialdemócratas tienen la estrategia de desarrollar programas sociales compensatorios, pero no dejan de despojar de tierras, construir canales secos, represas e incluso explotar minería a cielo abierto, como en Nicaragua, El Salvador y Guatemala.
Al encuentro acudirán 160 indígenas, campesinos, integrantes de movimientos sociales, quienes analizarán los resultados de sus luchas y definirá nuevas estrategias de resistencia.
Fuente
Publicado: 04/04/2011 13:09
México, DF. A una década de resistencia en contra de los proyectos del Plan Puebla Panamá –actualmente Pacto de Integración Mesoamericana- organizaciones indígenas, campesinas y movimientos populares de México, Guatemala, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras y El Salvador renovarán su solidaridad, cooperación y unidad para frenar las privatizaciones de los recursos naturales y acordar cómo afrontar la narcoeconomía y la violencia.
Las luchas para impedir despojos de tierras, agua, bosques, construcción de presas que implican la destrucción de pueblos, expansión de minería a cielo abierto y el avance de las siembras de maíz transgénico, han dejado como resultado cientos de detenidos, más de 300 muertos, aumento de migrantes y violación sistemática a los derechos humanos, asentaron Martín Velázquez, de la Alianza Mexicana por la Autodeterminación de los Pueblos, y Marcos Antonio Velázquez, de la Red Mexicana de Acción Frente al Libre Comercio.
En conferencia de prensa para informar que el próximo fin de semana se llevará a cabo en Minatitlán, Veracruz, el octavo Foro Mesoamericano de los Pueblos, sostuvieron que en ese lapso de tiempo, por las políticas neoliberales, en dichas naciones ha aumentado la pobreza, la dependencia alimentaria y generado enfrentamientos. En México, ejemplificaron, más de 40 por ciento de la población está en pobreza alimentaria y patrimonial.
El golpe de estado en Honduras, en junio de 2009, puso en evidencia que para el libre comercio y los planes de despojo territorial es necesario imponer nuevas dictaduras con rostro civil y que los gobiernos de supuesta izquierda y socialdemócratas tienen la estrategia de desarrollar programas sociales compensatorios, pero no dejan de despojar de tierras, construir canales secos, represas e incluso explotar minería a cielo abierto, como en Nicaragua, El Salvador y Guatemala.
Al encuentro acudirán 160 indígenas, campesinos, integrantes de movimientos sociales, quienes analizarán los resultados de sus luchas y definirá nuevas estrategias de resistencia.
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