México: Fina estampa

lunes 11 de abril de 2011

Laura M. López Murillo (especial para ARGENPRESS.info)

En algún lugar de las trivialidades, en un flamante despacho de ficciones ubicado en la esquina sur del imperio de la imagen, se realiza un proceso exhaustivo y extenuante: entre ensayos y errores se confecciona la personalidad pública de un adalid insulso que contienda dignamente por el poder...

Dicen los que saben que el impacto de las imágenes produjo la mutación del homo sapiens en homo videns, que en la sociedad del mercado suelen venerarse ídolos ficticios porque las ideas se han relegado a un plano alterno. Hoy por hoy, el canon del mercado impregna todos los rincones del ámbito social y una característica de la aldea global es la inminencia de la imagen en perjuicio de los contenidos y la esfera política no es inmune a esa tendencia: la figura de los personajes se somete a un escrupuloso proceso para compensar con su presencia todas las carencias e impericias.

Bajo este criterio, todas las aspiraciones por la candidatura presidencial en el priísmo se han sometido a la imagen del actual gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, el “Modelo Bombón”, descrito perfectamente por Denise Dresser: “El copete acicalado. La sonrisa diamantina. La novia famosa. El gobierno dadivoso. La publicidad omnipresente. La pantalla alquilada”. Esta imagen galante del candidato modelo perturba a la militancia del panismo rampante: buscan, escarban, escrudiñan, revisan y ponderan sin cesar. La búsqueda ha sido exhaustiva porque es imperativo enarbolar a su contendiente y distraer la atención acaparada por Peña Nieto. Después de intentos fallidos y ante la ausencia de carismas decidieron imitar el modelo priísta: lanzaron al flamante secretario de Educación Pública, Alfonso Lujambio, como aspirante a la candidatura presidencial: un jovenazo sin copete pero bien peinado, cuya figura deberá causar el impacto suficiente y anular su falta de criterio, la ausencia de voluntad y la deficiencia inminente e irreversible de inteligencia. Sí! … será una verdadera proeza, un prodigio de la imagología, porque sólo los expertos lograrán reinventar la imagen y provocar una percepción favorable para el secretario de Educación Pública que considera que la televisión es una cajita lista que educa a las masas con las telenovelas producidas por un macuarro.

Para empezar, Lujambio se adjudicó el título del mejor aspirante del panismo para competir por la presidencia e inició su confrontación ninguneando al adversario: “el chico, jovencito, de nombre creo Peña (Nieto)”. Y así, el proselitismo será un duelo de estampas, de imágenes brillantes que opacarán la vacuidad de los personajes, de caballeros de fina estampa que sonrientes pasearán por los aguajes, por los patios encantados y las plazuelas, ocultando bajo el ala del sombrero y detrás del oropel la inmunda condición del testaferro, quienes envestidos con una personalidad ficticia serán los adalides insulsos que contenderán por el poder…

Laura M. López Murillo es Licenciada en Contaduría por la UNAM. Con Maestría en Estudios Humanísticos, Especializada en Literatura en el Itesm.


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