Se opone el presidente de la Cámara a convocar un periodo extraordinario
Enrique Méndez y Roberto Garduño
Periódico La Jornada
Viernes 17 de junio de 2011, p. 17
El presidente de la Cámara de Diputados, Jorge Carlos Ramírez Marín, se opuso a la solicitud de Felipe Calderón para celebrar un periodo extraordinario de sesiones, porque "los periodos no se hacen a modo, y a corte y confección de lo que necesita un solo actor político en México".
El legislador priísta demandó sinceridad al Ejecutivo federal y que su pedido no corresponda a una estrategia política para desviar la atención de temas de justicia que a él corresponde resolver. Francisco Rojas, coordinador de los priístas en San Lázaro, adujo que no podrá realizarse un periodo extraordinario sin dictámenes que votar. Al referirse a la demanda de Calderón, expuso que se trata de una campaña estrictamente mediática.
Armando Ríos Piter, coordinador del PRD, consideró la postura del Ejecutivo como una cortina de humo que busca desviar la atención del caso Jorge Hank Rhon y la procuración de justicia.
Felipe Solís Acero, integrante de la Junta Directiva de la Comisión de Puntos Constitucionales, informó que ese grupo de trabajo propondrá al pleno organizar cinco foros de consulta con expertos para recabar opiniones sobre la reforma constitucional en materia política.
Los trabajos se desarrollarían el 13 de julio, sobre el marco jurídico de la reforma. También el 14 y 16 del mismo mes, en Mérida, se analizarán temas específicos como las toma de protesta del presidente de la República. Más tarde el 20 de julio se abordará la democracia participativa y relección de legisladores, y dos días después el tema será el equilibrio de poderes, reconducción presupuestal y ratificación de funcionarios.
Tal propuesta se votará el lunes próximo, adujo Solís Acero, y en esa sesión se establecerán las fechas exactas y el listado de los nombre de los ponentes.
En la misma tesitura de Jaime Cárdenas, del PT, Solís Acero refirió que si hubiera un periodo extraordinario "estaremos atentos a lo que diga la Comisión Permanente, pero que sea entre la última semana de julio y la primera de agosto; antes sería complicado y se pegaría a las elecciones y no hay ánimo, y después no tendría sentido."
En tanto, Ramírez Marín replicó a Calderón demandándole disposición: "Los periodos no se hacen a modo y al corte y confección de lo que necesita uno solo de los actores políticos en México; tienen que hacerse en función de la realidad del país. La realidad del país necesita la reforma política, la laboral y también la de banca de desarrollo y también la de propaganda gubernamental."
Con dureza, Ríos Piter, líder de la bancada perredista, descalificó el llamado presidencial porque “nos parece que la postura que ha asumido el titular del Ejecutivo tiene que ver con tratar de levantar una cortina de humo frente al oso que significó el tema de Hank Rhon; me parece que nosotros hemos sido muy claros y muy puntuales en cuanto a la posibilidad y a la necesidad de establecer un periodo extraordinario que tenga que ver con la reforma política, especialmente con la parte de democracia participativa, referendo, plebiscito, revocación del mandato, candidaturas ciudadanas.
"Eso lo hemos venido planteando como Partido de la Revolución Democrática y me parece que ahora esta llamarada de petate que construye Felipe Calderón tiene que ver más bien con tratar de distraer la discusión frente a la falta de brújula que ha exhibido, en cuanto a las acciones recientes en materia de procuración de justicia."
El coordinador priísta, Francisco Rojas, consideró la actitud de Calderón como una campaña estrictamente mediática, porque "todos sabemos perfectamente, y más los que han sido legisladores, que no puede haber ningún periodo extraordinario si no hay un dictamen que votar. En este caso, los dictámenes que han estado exigiendo que se voten no existen. Están en discusión en este momento en las diversas comisiones de la Cámara".
Fuente
Periódico La Jornada
Viernes 17 de junio de 2011, p. 17
El presidente de la Cámara de Diputados, Jorge Carlos Ramírez Marín, se opuso a la solicitud de Felipe Calderón para celebrar un periodo extraordinario de sesiones, porque "los periodos no se hacen a modo, y a corte y confección de lo que necesita un solo actor político en México".
El legislador priísta demandó sinceridad al Ejecutivo federal y que su pedido no corresponda a una estrategia política para desviar la atención de temas de justicia que a él corresponde resolver. Francisco Rojas, coordinador de los priístas en San Lázaro, adujo que no podrá realizarse un periodo extraordinario sin dictámenes que votar. Al referirse a la demanda de Calderón, expuso que se trata de una campaña estrictamente mediática.
Armando Ríos Piter, coordinador del PRD, consideró la postura del Ejecutivo como una cortina de humo que busca desviar la atención del caso Jorge Hank Rhon y la procuración de justicia.
Felipe Solís Acero, integrante de la Junta Directiva de la Comisión de Puntos Constitucionales, informó que ese grupo de trabajo propondrá al pleno organizar cinco foros de consulta con expertos para recabar opiniones sobre la reforma constitucional en materia política.
Los trabajos se desarrollarían el 13 de julio, sobre el marco jurídico de la reforma. También el 14 y 16 del mismo mes, en Mérida, se analizarán temas específicos como las toma de protesta del presidente de la República. Más tarde el 20 de julio se abordará la democracia participativa y relección de legisladores, y dos días después el tema será el equilibrio de poderes, reconducción presupuestal y ratificación de funcionarios.
Tal propuesta se votará el lunes próximo, adujo Solís Acero, y en esa sesión se establecerán las fechas exactas y el listado de los nombre de los ponentes.
En la misma tesitura de Jaime Cárdenas, del PT, Solís Acero refirió que si hubiera un periodo extraordinario "estaremos atentos a lo que diga la Comisión Permanente, pero que sea entre la última semana de julio y la primera de agosto; antes sería complicado y se pegaría a las elecciones y no hay ánimo, y después no tendría sentido."
En tanto, Ramírez Marín replicó a Calderón demandándole disposición: "Los periodos no se hacen a modo y al corte y confección de lo que necesita uno solo de los actores políticos en México; tienen que hacerse en función de la realidad del país. La realidad del país necesita la reforma política, la laboral y también la de banca de desarrollo y también la de propaganda gubernamental."
Con dureza, Ríos Piter, líder de la bancada perredista, descalificó el llamado presidencial porque “nos parece que la postura que ha asumido el titular del Ejecutivo tiene que ver con tratar de levantar una cortina de humo frente al oso que significó el tema de Hank Rhon; me parece que nosotros hemos sido muy claros y muy puntuales en cuanto a la posibilidad y a la necesidad de establecer un periodo extraordinario que tenga que ver con la reforma política, especialmente con la parte de democracia participativa, referendo, plebiscito, revocación del mandato, candidaturas ciudadanas.
"Eso lo hemos venido planteando como Partido de la Revolución Democrática y me parece que ahora esta llamarada de petate que construye Felipe Calderón tiene que ver más bien con tratar de distraer la discusión frente a la falta de brújula que ha exhibido, en cuanto a las acciones recientes en materia de procuración de justicia."
El coordinador priísta, Francisco Rojas, consideró la actitud de Calderón como una campaña estrictamente mediática, porque "todos sabemos perfectamente, y más los que han sido legisladores, que no puede haber ningún periodo extraordinario si no hay un dictamen que votar. En este caso, los dictámenes que han estado exigiendo que se voten no existen. Están en discusión en este momento en las diversas comisiones de la Cámara".
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