Avala el gobierno explotación minera en zona sagrada huichol
Angélica Encisco L.
Periódico La Jornada
Jueves 27 de octubre de 2011, p. 46
Indígenas huicholes realizaron un recorrido este miércoles por instalaciones de la UNAMFoto Jesús Villaseca
El gobierno federal entregó nuevas concesiones a empresas mineras para la explotación del subsuelo en territorio sagrado del pueblo huichol, con lo que no sólo viola sus derechos culturales sobre ese lugar, sino decretos y leyes, señalaron representantes de comunidades que desde ayer están en la ciudad de México para demandar “respeto a esa zona sagrada”.
Decenas de hombres y mujeres dejaron las fiestas de la cosecha y desde la sierra desértica de Jalisco y Nayarit salieron para difundir su demanda de cancelación de la explotación minera en Real de Catorce, San Luis Potosí, donde se localiza Wirikuta, una de sus zonas sagradas.
Además de la concesión que el gobierno federal otorgó en 2009 a la compañía canadiense First Majestic, ha entregado otras y hay al menos 30 proyectos mineros en la región desértica que se extiende desde Real de Catorce, San Luis Potosí, donde se ubica Wirikuta, hasta municipios aledaños que también forman parte del territorio sagrado, señaló Carlos Chávez, de la Asociación Jalisciense de Apoyo a los Pueblos Indígenas.
First Majestic posee 22 concesiones mineras a través de su filial Real Bonanza, y de las 6 mil 326 hectáreas que abarcan, 70 por ciento está dentro de Wirikuta. Además en el pleno corazón de este territorio, en el área de El Bernalejo, comunidad Las Margaritas, el gobierno otorgó otras dos concesiones mineras a la canadiense West Timmings Minning.
En conferencia de prensa Santos de la Cruz, uno de los representantes del pueblo wixarika, dijo: “El Estado Mexicano está asesinando y secuestrando nuestros territorio sagrado. Quieren acabarnos, asesinar a nuestra madre tierra. Traemos ese mensaje para que considere y cumpla su palabra como lo ha planteado en la ley”.
La zona es un área natural protegida estatal desde 2001, por lo que está prohibida la actividad extractiva, que desde 1988 está incorporada en la red mundial de sitios sagrados naturales por la Unesco y el 28 de abril de 2008 el presidente Felipe Calderón –vestido con la ropa del pueblo huichol– fue testigo del pacto Huauxa Manaka para la preservación y el desarrollo de la cultura wixarika, suscrito por los gobernadores de San Luis Potosí, Durango, Jalisco, Nayarit y Zacatecas.
De la Cruz señaló que pese a esos pactos y convenios firmados “están acabando con nuestra propia vida y corazón. Exigimos respeto. No sólo en Wirikuta sino en todo el territorio sagrado”. El Estado, agregó, violenta “el derecho humano. Queremos vida, queremos existir”.
La demanda, dijo, es el retiro de esas concesiones; “estamos aquí no por gusto, sino porque existe la necesidad y urgencia de que aprendan a respetar al pueblo indígena”. Llamó al gobierno a que considere esto, “así como se ha vestido con el traje wixarika, que respeten el sitio sagrado, y se pongan la camiseta para retirar esas concesiones”.
Esta región es rica en biodiversidad y concentra la mayor presencia de cactáceas endémica –sólo allí se localizan–, las cuales están amenazadas. Se trata de .3 por ciento del desierto chihuahuense que alberga la mitad de la población de flora de este tipo y 80 por ciento de especies de aves, explicó Humberto Fernández, de Conservación Humana. Es una “isla de vegetación en medio del desierto y allí se encuentra la huella más antigua del hombre en el continente”, afirmó.
A la conferencia asistieron unos 120 habitantes de las comunidades San Sebastián Teponahuaxtlán, Tuxpan de Bolaños, y Santa Catarina de Jalisco, entre otras, así como los actores Daniel Giménez Cacho y Patricia Llaca, que apoyan este movimiento.
Por la tarde, acudieron a ciudad universitaria y fueron recibidos por un grupo de académicos y recorrieron algunas facultades. Una comisión acudió a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
Fuente
Periódico La Jornada
Jueves 27 de octubre de 2011, p. 46
Indígenas huicholes realizaron un recorrido este miércoles por instalaciones de la UNAMFoto Jesús Villaseca
El gobierno federal entregó nuevas concesiones a empresas mineras para la explotación del subsuelo en territorio sagrado del pueblo huichol, con lo que no sólo viola sus derechos culturales sobre ese lugar, sino decretos y leyes, señalaron representantes de comunidades que desde ayer están en la ciudad de México para demandar “respeto a esa zona sagrada”.
Decenas de hombres y mujeres dejaron las fiestas de la cosecha y desde la sierra desértica de Jalisco y Nayarit salieron para difundir su demanda de cancelación de la explotación minera en Real de Catorce, San Luis Potosí, donde se localiza Wirikuta, una de sus zonas sagradas.
Además de la concesión que el gobierno federal otorgó en 2009 a la compañía canadiense First Majestic, ha entregado otras y hay al menos 30 proyectos mineros en la región desértica que se extiende desde Real de Catorce, San Luis Potosí, donde se ubica Wirikuta, hasta municipios aledaños que también forman parte del territorio sagrado, señaló Carlos Chávez, de la Asociación Jalisciense de Apoyo a los Pueblos Indígenas.
First Majestic posee 22 concesiones mineras a través de su filial Real Bonanza, y de las 6 mil 326 hectáreas que abarcan, 70 por ciento está dentro de Wirikuta. Además en el pleno corazón de este territorio, en el área de El Bernalejo, comunidad Las Margaritas, el gobierno otorgó otras dos concesiones mineras a la canadiense West Timmings Minning.
En conferencia de prensa Santos de la Cruz, uno de los representantes del pueblo wixarika, dijo: “El Estado Mexicano está asesinando y secuestrando nuestros territorio sagrado. Quieren acabarnos, asesinar a nuestra madre tierra. Traemos ese mensaje para que considere y cumpla su palabra como lo ha planteado en la ley”.
La zona es un área natural protegida estatal desde 2001, por lo que está prohibida la actividad extractiva, que desde 1988 está incorporada en la red mundial de sitios sagrados naturales por la Unesco y el 28 de abril de 2008 el presidente Felipe Calderón –vestido con la ropa del pueblo huichol– fue testigo del pacto Huauxa Manaka para la preservación y el desarrollo de la cultura wixarika, suscrito por los gobernadores de San Luis Potosí, Durango, Jalisco, Nayarit y Zacatecas.
De la Cruz señaló que pese a esos pactos y convenios firmados “están acabando con nuestra propia vida y corazón. Exigimos respeto. No sólo en Wirikuta sino en todo el territorio sagrado”. El Estado, agregó, violenta “el derecho humano. Queremos vida, queremos existir”.
La demanda, dijo, es el retiro de esas concesiones; “estamos aquí no por gusto, sino porque existe la necesidad y urgencia de que aprendan a respetar al pueblo indígena”. Llamó al gobierno a que considere esto, “así como se ha vestido con el traje wixarika, que respeten el sitio sagrado, y se pongan la camiseta para retirar esas concesiones”.
Esta región es rica en biodiversidad y concentra la mayor presencia de cactáceas endémica –sólo allí se localizan–, las cuales están amenazadas. Se trata de .3 por ciento del desierto chihuahuense que alberga la mitad de la población de flora de este tipo y 80 por ciento de especies de aves, explicó Humberto Fernández, de Conservación Humana. Es una “isla de vegetación en medio del desierto y allí se encuentra la huella más antigua del hombre en el continente”, afirmó.
A la conferencia asistieron unos 120 habitantes de las comunidades San Sebastián Teponahuaxtlán, Tuxpan de Bolaños, y Santa Catarina de Jalisco, entre otras, así como los actores Daniel Giménez Cacho y Patricia Llaca, que apoyan este movimiento.
Por la tarde, acudieron a ciudad universitaria y fueron recibidos por un grupo de académicos y recorrieron algunas facultades. Una comisión acudió a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
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