Nadie detiene a los imperialistas
domingo 23 de octubre de 2011
Rómulo Pardo Silva (especial para ARGENPRESS.info)
El control de las armas y del pensamiento global permite a los potentados explotar directa o indirectamente la naturaleza y la humanidad. Quienes se lo impiden son eliminados.
No les importan los sufrimientos, las destrucciones, las muertes. No se comprometen con principios éticos ni leyes.
En Libia probaron con éxito una fórmula que seguirán aplicando. El vicepresidente en Washington Joe Biden lo explicó, “… EEUU ha gastado 2.000 millones de dólares y no ha perdido ni una sola vida. Esta es una buena receta sobre cómo tratar con el mundo para avanzar con más rapidez que lo hicimos en el pasado”.
Lo elogiado como nuevo, no perder soldados propios, ocupar nativos útiles pero no indispensables, destruir a distancia, es parte de una historia en la misma dirección. Destrucción material y millones de víctimas en Viet Nam, Indonesia, Corea, Congo, Irak, Afganistán, Libia, Nicaragua, Cuba. Tortura, muerte y desaparecimiento en Latinoamérica.
Como cualquier pueblo que no acepte el vasallaje debe tener conductores políticos ellos son blancos individuales y se les busca para eliminarlos, Fidel, Che Guevara, Lumumba, Allende, Juan José Torres, Arafat…
Gaddafi acaba de ser ejecutado por USA/OTAN/Israel. Primero fallaron en su residencia en Trípoli, en la casa de un hijo pero lo lograron en Sirte. Un jefe de su captura lo envió herido pero hablando en una ambulancia. Luego vino la orden de matarlo, asunto conversado desde el principio con los útiles locales.
Sigue cualquiera que sea un estorbo al plan expansionista, Siria, Irán, Líbano, Palestina, Venezuela, Cuba, Bolivia, Ecuador, Corea del Norte… Rusia, China.
Esto lo saben todos los políticos del mundo. Habría que construir un gran rechazo al nazismo occidental junto con una alternativa al capitalismo. Lo impiden en buena medida los partidos e intelectuales que se han ubicado en la parte izquierda de la derecha patronal acomodándose en el imperio. La guerra a Libia contó con el consentimiento de los comunistas chinos, los excomunistas rusos, los exluchadores de Brasil y Sudáfrica.
Como consecuencia Obama puede decir “estamos viendo la fortaleza del liderazgo estadounidense por todo el mundo”.
Fuente
Rómulo Pardo Silva (especial para ARGENPRESS.info)
El control de las armas y del pensamiento global permite a los potentados explotar directa o indirectamente la naturaleza y la humanidad. Quienes se lo impiden son eliminados.
No les importan los sufrimientos, las destrucciones, las muertes. No se comprometen con principios éticos ni leyes.
En Libia probaron con éxito una fórmula que seguirán aplicando. El vicepresidente en Washington Joe Biden lo explicó, “… EEUU ha gastado 2.000 millones de dólares y no ha perdido ni una sola vida. Esta es una buena receta sobre cómo tratar con el mundo para avanzar con más rapidez que lo hicimos en el pasado”.
Lo elogiado como nuevo, no perder soldados propios, ocupar nativos útiles pero no indispensables, destruir a distancia, es parte de una historia en la misma dirección. Destrucción material y millones de víctimas en Viet Nam, Indonesia, Corea, Congo, Irak, Afganistán, Libia, Nicaragua, Cuba. Tortura, muerte y desaparecimiento en Latinoamérica.
Como cualquier pueblo que no acepte el vasallaje debe tener conductores políticos ellos son blancos individuales y se les busca para eliminarlos, Fidel, Che Guevara, Lumumba, Allende, Juan José Torres, Arafat…
Gaddafi acaba de ser ejecutado por USA/OTAN/Israel. Primero fallaron en su residencia en Trípoli, en la casa de un hijo pero lo lograron en Sirte. Un jefe de su captura lo envió herido pero hablando en una ambulancia. Luego vino la orden de matarlo, asunto conversado desde el principio con los útiles locales.
Sigue cualquiera que sea un estorbo al plan expansionista, Siria, Irán, Líbano, Palestina, Venezuela, Cuba, Bolivia, Ecuador, Corea del Norte… Rusia, China.
Esto lo saben todos los políticos del mundo. Habría que construir un gran rechazo al nazismo occidental junto con una alternativa al capitalismo. Lo impiden en buena medida los partidos e intelectuales que se han ubicado en la parte izquierda de la derecha patronal acomodándose en el imperio. La guerra a Libia contó con el consentimiento de los comunistas chinos, los excomunistas rusos, los exluchadores de Brasil y Sudáfrica.
Como consecuencia Obama puede decir “estamos viendo la fortaleza del liderazgo estadounidense por todo el mundo”.
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