Piden científicos a gobiernos entrante y saliente detener siembra de transgénicos
Ariane Díaz
Periódico La Jornada
Viernes 16 de noviembre de 2012, p. 45
Viernes 16 de noviembre de 2012, p. 45
Ante la probable aprobación de siembra a gran
escala de maíz transgénico en el norte del país, la Unión de Científicos
Comprometidos con la Sociedad (UCCS) presentó una declaración –apoyada
por científicos nacionales y extranjeros– para alertar sobre la amenaza
que ello representa para la salud humana y la biodiversidad, así como de
dependencia tecnológica y económica de los grandes monopolios que
comercializan las semillas genéticamente modificadas.
En suma, se pide al Estado que asuma una postura precautoria en beneficio de la población mexicana y la seguridad alimentaria mundial.
La declaración se da a conocer en el contexto del recién concluido periodo de consulta pública en torno a las solicitudes de siembra comercial de maíz transgénico en Sinaloa y Tamaulipas promovidas por Monsanto y Pioneer, entre otras empresas.
Dicho proceso de consulta se dio “sin haber hecho públicos para evaluación, tanto científica como de los sectores afectados (campesinos, agricultores, consumidores), los resultados obtenidos a partir de las siembras ‘experimentales’ y ‘piloto’ realizadas previamente, por lo que carecen tanto de fundamento científico como de aval social”.
En conferencia de prensa, expertos advirtieron sobre el riesgo
que representa la siembra comercial para las variedades nativas de
maíz.
Aseguró que el país cuenta con el potencial de duplicar la producción actual sin recurrir al uso de transgénicos, pues con un manejo adecuado del agua en el sureste del país y del suelo en la planicie costera del Golfo, la siembra bajo riego de 3 millones de hectáreas en el ciclo otoño-invierno podría producir en total 60 millones de toneladas,
Sobre los efectos en la salud humana, Alma Piñeyro refirió que
El documento ha sido suscrito por 350 firmas de especialistas de 22 países –esperan recabar más– y será presentado a los tres poderes de gobierno.
Fuente
Una vez que se siembre maíz transgénico será imposible evitar el flujo de transgenes hacia las variedades nativas y se acumularán las secuencias patentadas en el maíz mexicano, lo que detonará la pérdida de soberanía tecnológica y la dependencia hacia los monopolios, explicó Antonio Turrent, presidente de la UCCS.
Aseguró que el país cuenta con el potencial de duplicar la producción actual sin recurrir al uso de transgénicos, pues con un manejo adecuado del agua en el sureste del país y del suelo en la planicie costera del Golfo, la siembra bajo riego de 3 millones de hectáreas en el ciclo otoño-invierno podría producir en total 60 millones de toneladas,
casi el doble de lo que consumimos en la actualidad (33 millones).
Sobre los efectos en la salud humana, Alma Piñeyro refirió que
hay evidencia científica contundente de que comer maíz transgénico, que es resistente a herbicidas y tiene residuos de éste, puede generar malformaciones de niños en gestación. También hay correlación con el aumento de ciertos cánceres, involucrados con los órganos que filtran las toxinas, como el páncreas, el hígado y el riñón.
El documento ha sido suscrito por 350 firmas de especialistas de 22 países –esperan recabar más– y será presentado a los tres poderes de gobierno.
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