Unicef: El 20 por ciento de los niños españoles vive en situación de pobreza
Libre Red
“No invertir en los niños es endeudarse para el futuro”. La frase, pronunciada este miércoles por el director adjunto de investigación estratégica de Unicef, Goran Holmqvist, se traduce en España en que el 20 por ciento de los niños vive en situación de pobreza.
Este dato, junto al 14 por ciento de adolescentes que ni estudian ni trabajan, sitúa a España a la cola en bienestar general de los menores en el último estudio de Unicef.
Según el informe Report Card nº11, España ocupa el puesto 19 de una clasificación formada por 29 países occidentales desarrollados (Países Bajos, Noruega, Islandia, Finlandia, Suecia, Alemania, Luxemburgo, Suiza, Bélgica, Irlanda, Dinamarca, Eslovenia, Francia, República Checa, Portugal, Reino Unido, Canadá, Austria, España, Hungría, Polonia, Italia, Estonia, Eslovaquia, Grecia, Estados Unidos, Lituania, Letonia y Rumanía).
El estudio, que evalúa la situación de los menores basándose en cinco dimensiones -el bienestar material de los menores, salud y seguridad, educación, comportamientos y riesgos y vivienda- muestra cómo las puntuaciones de España caen en picado a partir de 2007, el año en que empieza la crisis capitalista.
En el apartado de salud y seguridad, que tiene en cuenta indicadores como la tasa de mortalidad infantil o el acceso de los menores a servicios de salud preventivos- España saca buena nota. Como en lo relativo a vivienda, se coloca en este apartado en el puesto 9 de la lista.
En cambio, España suspende en bienestar material y cae hasta el puesto 24 de la clasificación. El motivo: el porcentaje de niños y niñas que viven en hogares -formados por dos adultos y dos menores- con ingresos inferiores al 50 por ciento de la media nacional, es decir, unos 28.000 euros anuales. Actualmente, ese porcentaje en España es, como en Estados Unidos, del 20 por ciento.
Otro indicador clave es la brecha de la pobreza, es decir, la distancia entre la línea de pobreza y los ingresos medios de las personas por debajo de esta línea. España es el país con una diferencia mayor, cercana al 40 por ciento, lo que significa que la mayoría de familias en situación de pobreza cobra unos 14.000 euros anuales.
España también falla en educación, donde ocupa el puesto 26 por suspender en los indicadores que miden el porcentaje de menores inscritos en educación maternal y en educación secundaria y la tasa de jóvenes de entre 15 y 19 años que ni estudian ni trabajan ni están realizando prácticas laborales (los llamados ni-nis). Este “colectivo de riesgo”, como lo ha definido Holmqvist, representa un 13 por ciento.
El estudio analiza la evolución de los menores en la última década y muestra cómo España ha pasado de ocupar el puesto 13 a principios de los 2000 a perder cinco posiciones hasta el escalón número 19. En 2007, con el inicio de la crisis, se dispara la tasa de ni-nis, pero Unicef insiste en señalar que “el PIB explica sólo una parte de la pobreza infantil”.
Consuelo Crespo, presidenta de Unicef España, afirma que “los niveles de desarrollo no siempre van de la mano del desarrollo económico”, por lo que es clave, dice, “invertir en valores no tangibles como los niños en épocas de bonanza”. Sobre el Plan de Infancia que el Gobierno presentó el pasado viernes, Unicef celebra el “paso adelante” que supone, aunque señala que no debe ser el único.
Anna Flotats / Público
España ocupa el puesto 19º de una clasificación, elaborada por Unicef, que evalúa el bienestar de los menores en 29 países desarrollados.
“No invertir en los niños es endeudarse para el futuro”. La frase, pronunciada este miércoles por el director adjunto de investigación estratégica de Unicef, Goran Holmqvist, se traduce en España en que el 20 por ciento de los niños vive en situación de pobreza.
Este dato, junto al 14 por ciento de adolescentes que ni estudian ni trabajan, sitúa a España a la cola en bienestar general de los menores en el último estudio de Unicef.
Según el informe Report Card nº11, España ocupa el puesto 19 de una clasificación formada por 29 países occidentales desarrollados (Países Bajos, Noruega, Islandia, Finlandia, Suecia, Alemania, Luxemburgo, Suiza, Bélgica, Irlanda, Dinamarca, Eslovenia, Francia, República Checa, Portugal, Reino Unido, Canadá, Austria, España, Hungría, Polonia, Italia, Estonia, Eslovaquia, Grecia, Estados Unidos, Lituania, Letonia y Rumanía).
El estudio, que evalúa la situación de los menores basándose en cinco dimensiones -el bienestar material de los menores, salud y seguridad, educación, comportamientos y riesgos y vivienda- muestra cómo las puntuaciones de España caen en picado a partir de 2007, el año en que empieza la crisis capitalista.
En el apartado de salud y seguridad, que tiene en cuenta indicadores como la tasa de mortalidad infantil o el acceso de los menores a servicios de salud preventivos- España saca buena nota. Como en lo relativo a vivienda, se coloca en este apartado en el puesto 9 de la lista.
En cambio, España suspende en bienestar material y cae hasta el puesto 24 de la clasificación. El motivo: el porcentaje de niños y niñas que viven en hogares -formados por dos adultos y dos menores- con ingresos inferiores al 50 por ciento de la media nacional, es decir, unos 28.000 euros anuales. Actualmente, ese porcentaje en España es, como en Estados Unidos, del 20 por ciento.
Otro indicador clave es la brecha de la pobreza, es decir, la distancia entre la línea de pobreza y los ingresos medios de las personas por debajo de esta línea. España es el país con una diferencia mayor, cercana al 40 por ciento, lo que significa que la mayoría de familias en situación de pobreza cobra unos 14.000 euros anuales.
España también falla en educación, donde ocupa el puesto 26 por suspender en los indicadores que miden el porcentaje de menores inscritos en educación maternal y en educación secundaria y la tasa de jóvenes de entre 15 y 19 años que ni estudian ni trabajan ni están realizando prácticas laborales (los llamados ni-nis). Este “colectivo de riesgo”, como lo ha definido Holmqvist, representa un 13 por ciento.
El estudio analiza la evolución de los menores en la última década y muestra cómo España ha pasado de ocupar el puesto 13 a principios de los 2000 a perder cinco posiciones hasta el escalón número 19. En 2007, con el inicio de la crisis, se dispara la tasa de ni-nis, pero Unicef insiste en señalar que “el PIB explica sólo una parte de la pobreza infantil”.
Consuelo Crespo, presidenta de Unicef España, afirma que “los niveles de desarrollo no siempre van de la mano del desarrollo económico”, por lo que es clave, dice, “invertir en valores no tangibles como los niños en épocas de bonanza”. Sobre el Plan de Infancia que el Gobierno presentó el pasado viernes, Unicef celebra el “paso adelante” que supone, aunque señala que no debe ser el único.
Anna Flotats / Público
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