Importación de gas natural, ¿y la creciente producción del nuestro?

Antonio Gershenson
Periódico La Jornada 
Opinión 
 
Una rama de Pemex y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) se pusieron de acuerdo hace unos días. Aunque adornado, hicieron un convenio que sería una compra de gas natural desde Agua Dulce, en Texas, hasta La Frontera, en Tamaulipas. Se trata de la fuente principal para el gasoducto Los Ramones, anunciado como muy limpiecito por los funcionarios. Se supone que en esto van a gastar mil kilómetros de gasoducto.
No es el primer caso. El 17 de febrero de 2012 se anunciaron dos series de dos de enormes importaciones de gas, también desde Estados Unidos. Una más inmediata, en la región noroeste, para traer gas de Ehrberenbeg, Wilcox, Hueco, y por lo mismo cinco más, hacia ciudades o sitios mexicanos no lejanos de la frontera. La otra serie de importaciones va para más largo plazo, hasta 25 años, llegando hasta Mazatlán y otras ciudades, con los gasoductos carísimos.
Esto se da en el marco también de una afirmación de que se ofrecen a particulares dos tercios de gas y petróleo de los que tiene Pemex.
Los gasoductos de miles de kilómetros son carísimos, no digamos el costo del gas natural. En mi artículo del pasado 22 de diciembre se muestran ejemplos en México y Estados Unidos en que los precios del gas se fueron al doble desde mayo de 2012.
En cambio, en los últimos años, y en especial en el litoral de Tabasco, las reservas probadas han sido enormes. Si bien el gas natural asociado (sobre todo de Pemex) aumentó su producción en 4 por ciento en 2013 frente a 2012, y las dominantemente de transnacionales que son no asociadas y cayeron en 7.7 por ciento. Al no ser este el caso, las del litoral y otras se puede aumentar la producción de gas asociado, donde sus reservas probadas son enormes.
El gobierno quiere justificar más importaciones de gas de Estados Unidos, diciendo que es para que la generación de electricidad sea más limpia. Habla de poco más de 30 por ciento de residuos limpios. Esto no sólo es dudoso, pues se ha llenado el petróleo de nitrógeno y de otras impurezas.
Además de trabajar el gas con limpieza, la forma de limpiar y de tener energía barata, limpia y continua es con geotérmica, sobre todo en las mejores regiones de Baja California y el Golfo de California. Y sin la suciedad que sembró la CFE.
El Mar de Cortés tiene una serie de fallas geológicas que lo abarcan de norte a sur. La energía bajo el mar que esto implica es gigantesca. Las placas geológicas que se rompen con las fallas, y se mueven en sentidos opuestos.
Vamos a ocuparnos de los canales de Salsipuedes, porque las fuentes de calor están cerca de las costas, en amplias áreas y a baja profundidad.
En la maestría de una tesis (Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada), se dice que se observó una intensa actividad magmática debajo de las cuencas Salsipuedes Norte y Salsipuedes Sur.
Vemos que hay magma bajo el mar. En la misma tesis se habla de 220 kilómetros de su longitud y su ubicación. Y vamos a encontrar sustancias corrosivas y alta temperatura.
Dependiendo de las sustancias corrosivas y de su temperatura, serán las superaleaciones que se usen, que contienen, entre otros materiales, níquel, cromo y titanio. La CFE, al no usar estos recursos, ha causado corrosión en amplias partes de las plantas que ha instalado. En México ya se producen superaleaciones.
Intercambiador de calor: Es un dispositivo para aprovechar fluidos que vienen de abajo, y se logren las temperaturas y que tengamos adecuadas. En México también se fabrica este intercambiador.
Cierre de plantas: Se han quitado unidades geotermoeléctricas por la CFE, por 75 MW en la planta Cerro Prieto (la mayor del país) y por 3 MW en Los Azufres. Estos datos fueron de 2011, pero siguen aplicándose las remociones.
Estos cierres son consecuencia de que la CFE no empleó los medios citados, como superaleaciones e intercambiadores de calor.
Para evitar los problemas de falta de estabilidad que se han dado con las líneas de transmisión que vienen de lugares lejanos, que en este caso sería el noroeste, es necesario usar líneas de transmisión de superalto voltaje, de 800 kilovolts, de corriente continua. No hay de estas líneas en México, pero sí en países del llamado primer mundo o en China. Estas líneas son muy eficientes y muy estables.
Algunas aplicaciones para plantas futuras:
La electrificación de la unión de la península con la costa del Pacífico, en especial para sustituir la importación de gas en la frontera.
La electrificación hacia el interior del norte, para sustituir el gas importado.
Industria del acero, que necesita esta energía y la recibe 24 horas al día.
La política de importaciones crecientes de gas, y también de carbón, deben ser sustituidas por la generación propia con el uso de agua, viento, geotermia y combustibles nacionales.

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