Los grandes bancos europeos recibieron 300.000 millones de euros en ayudas públicas

Los grandes bancos europeos recibieron 300.000 millones de euros de ayudas públicas, según datos de 2011 y 2012.

Así aparece reflejado en el informe de Análisis de Estabilidad Mundial realizado por el Fondo Monetario Internacional (FMI), en el cual también se puede leer que las entidades bancarias estadounidenses también percibieron unos 70.000 millones de dólares en forma de subsidios públicos.
Los subsidios, en forma de avales y préstamos públicos, “distorsionan la competencia entre bancos y pueden favorecer la excesiva adopción de riesgo”, según el FMI.
Esto es, que los grandes bancos -denominados demasiado grandes para caer (too big to fail)- pueden llegar a afectar a un sistema económico nacional en el caso de quiebra o necesidad de rescate. Por esta razón algunos de ellos han recibido ayudas públicas. Y al saber que pueden ser ‘ayudados’ en caso de urgencia, toman más riesgos de los necesarios.
“Ya que los acreedores de los bancos sistémicamente importantes no asumen el coste completo de una quiebra, están dispuestos a proporcionar fondos sin prestar demasiada atención a los perfiles de riesgo de los bancos y, de este modo, estimulan la toma de riesgos y el endeudamiento”, explica el FMI.
“De este modo, los bancos sistémicamente importantes gozan de una ventaja competitiva sobre las entidades de menor importancia sistémica y pueden involucrarse en actividades de mayor riego, incrementando así el riesgo para el sistema”, añade.
En este sentido, el informe elaborado por el FMI reconoce que este problema puede haberse agravado en la crisis financiera, especialmente tras el colapso de Lehman Brothers en septiembre de 2008, cuando los gobiernos intervinieron con grandes sumas de dinero para rescatar a los bancos y salvaguardar la estabilidad financiera, dejando así pocas dudas acerca de su disposición a salir en auxilio de los bancos sistémicos.
Así, el informe del FMI sostiene que se reforzaron los incentivos para que los bancos buscaran crecer y hacerse más importantes en el sistema, lo que ha generado fusiones en el sector y una mayor concentración.
A este respecto, los legisladores han lanzado ambiciosos planes de reformas con la imposición de mayores exigencias de capital y una supervisión más concienzuda sobre estas grandes entidades con el objetivo de reducir los riesgos de quiebra y de contagio para el sistema.
Sin embargo, “sumado todo ello, la probabilidad esperada de que los grandes bancos sistémicos serán rescatados sigue siendo alta en todas las regiones”, afirma el FMI.

Un impuesto para costear su rescate

Sobre esta situación, el informe del FMI plantea la opción de que los Gobiernos apliquen algún tipo de tasa a estas entidades que pudiera servir para costear, al menos parcialmente, la factura de un hipotético rescate y, al mismo tiempo, limitar en cierta medida el atractivo para las entidades de ganar tamaño.
“Los impuestos a los bancos pueden recaudarse para financiar explícita o implícitamente un fondo de resolución bancaria y, si se liga a las responsabilidades, para desincetivar que las entidades ganen demasiado tamaño”, apunta el FMI.
De hecho, la institución sostiene que ante la práctica imposibilidad de descartar los rescates o cierto grado de protección pública, los impuestos a los bancos “pueden permitir al Estado recuperar parte de las ayudas y reducir el interés de los bancos en alcanzar el estatus de entidad sistémica”.
EFE 

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