The Economist cuestiona estrategia de EPN contra el narco: No basta con detener a grandes capos
8 de mayo de 2015
Destacado
Caos en Guadalajara: incendian vehículos, gasolinerías, bancos… Foto: AP / Refugio Ruíz |
MÉXICO, D.F., (proceso.com.mx).- El semanario británico “The
Economist” publicó que la violencia ocurrida la semana pasada en Jalisco
pone en tela de juicio la estrategia contra la inseguridad del gobierno
mexicano.
La publicación destaca que la estrategia del gobierno federal de detener a las grandes figuras del narcotráfico sólo está dando resultado “en algunas partes”.
“The Economist” resalta que cuando una organización criminal de gran impacto es desmantelada surgen muchas más.
“Los críticos sostienen que la estrategia de ir tras grandes capos rompe sus organizaciones en grupos más pequeños que pueden ser igualmente destructivos”, cita la editorial.
“The Economist” destaca que las organizaciones criminales pequeñas tienen menor potencial de distribuir droga, pero “explotan y controlan algunas comunidades con ferocidad desenfrenada, y se basan en la complicidad de los políticos y las empresas corruptas”.
Cita el caso de Guerreros Unidos, el grupo acusado de ser el responsable de la desaparición de 43 estudiantes en Guerrero, que se originó del cártel de los hermanos Beltrán Leyva.
“No es suficiente eliminar a los capos y romper sus organizaciones; sus sucesores pueden ser igual de letales”, concluye.
Fuente
La publicación destaca que la estrategia del gobierno federal de detener a las grandes figuras del narcotráfico sólo está dando resultado “en algunas partes”.
“The Economist” resalta que cuando una organización criminal de gran impacto es desmantelada surgen muchas más.
“Los críticos sostienen que la estrategia de ir tras grandes capos rompe sus organizaciones en grupos más pequeños que pueden ser igualmente destructivos”, cita la editorial.
“The Economist” destaca que las organizaciones criminales pequeñas tienen menor potencial de distribuir droga, pero “explotan y controlan algunas comunidades con ferocidad desenfrenada, y se basan en la complicidad de los políticos y las empresas corruptas”.
Cita el caso de Guerreros Unidos, el grupo acusado de ser el responsable de la desaparición de 43 estudiantes en Guerrero, que se originó del cártel de los hermanos Beltrán Leyva.
“No es suficiente eliminar a los capos y romper sus organizaciones; sus sucesores pueden ser igual de letales”, concluye.
Fuente
Comentarios